Por varias décadas la avenida Francisco Bolognesi fue una de las vías más hermosas del distrito de Barranco, el 5 de junio de 1893 se determina que el sendero se inicia en la intersección de la calle Augusto Tamayo Vargas y Av. Panamerica Sur, para culminar en la intersección del Ovalo Balta con la avenida Nicolás de Piérola.
La recuerdo desde la década de 1960, con árboles en las bermas entre diversas áreas verdes, lo cual adornaba las antiguas casonas, muy bien conservadas tanto en el exterior como en el interior, y sobre todo en el ambiente existía tranquilidad porque aún los predios con rejas y cercos, siempre tenían las puertas abiertas o entre juntas.
El tiempo, lamentablemente modificó la avenida de una manera impredecible, a pesar de ser parte del patrimonio monumental del distrito, al haber colocado barras de metal, de un color ajeno a los clásicos tonos barranquinos, originó una división de este antiguo y hermoso sendero.
Algunos momentos de esta ancha vía, se remontan al siglo XV, cuando el área entre lo que actualmente es la cuadra cuatro era el sendero obligatorio para el paso peatonal de aquellos residentes en el sector de
Surco que deseaban llegar al mar por la
calle Domeyer para obtener los productos marinos.
Los senderos habituales de aquella época no se encuentran muy bien identificados, a excepción del Camino Real, que es la actual
avenida Grau, el resto del antiguo Barranco era un inmenso terreno de cultivo, dividido por distintos propietarios.
A partir del siglo XVII el balneario empezó a tener importancia, pero no por sí mismo, sino porque era la ruta para llegar al
distrito de Chorrillos, el cual ya estaba siendo urbanizado.
En el año 1858 se instalaron los rieles para el tránsito del
ferrocarril Lima Chorrillos, con un paradero a la altura de la cuadra cuatro, a metros de las actuales calles
Cajamarca y
Unión, lo que motivó a que se empiecen a poblar los terrenos alrededor.
Tanto la calle Cajamarca como la calle
Salaverry, perpendiculares a la Av. Bolognesi, se convirtieron en áreas atractivas para la construcción de viviendas familiares, mientras que los negocios se instalaron en la
calle Unión.
Ese auge se extendió hacia los lados laterales de la avenida Bolognesi, así como a varias manzanas a la redonda, convirtiéndose en una nueva ruta de ingreso al distrito de Barranco, desde el sendero de la actual avenida República de Panamá, mediante distintos medios, además del tren, carretas y carruajes, empezaron a optar por ese camino para llegar al distrito de Chorrillos, transitando por la
Plaza Municipal de Barranco.
La diferencia en la inversión en los predios fue notoria, en algunos lotes fueron edificadas suntuosas residencias con áreas verdes externas e internas, mientras que en otros se construyeron pequeñas casas sin retiro justo al borde de la vereda.
Fue recién a principios del siglo XX, que muchas de esas hermosas residencias de uno y dos niveles, algunos con torreones, decidieron instalar pozos de agua junto con los molinos, para el abastecimiento de agua limpia.
La mayoría de los pozos y molinos fueron fabricados en madera, caña y barro; algunos de las cuales se mantienen.
La avenida Bolognesi es cruzada en la segunda cuadra por la calle 28 de Julio por el lado izquierdo y por la calle Corpancho por el derecho.
Con el pasaje Bernadette hacia el lado derecho, para continuar con la
calle Sánchez Carrión por el lado izquierdo y de manera diagonal con la calle Pazos por el derecho.
Metros al norte con la calle Felipe Pardo por el lado izquierdo, y a casi 59 metros de distancia con la calle Ignacio Mariátegui por el lado derecho.
En la cuarta cuadra la cruzan la calle Salaverry Carrillo por el lado derecho y la calle Cajamarca por el izquierdo.
Nuevamente de forma diagonal con la calle Segura por el lado derecho y la
calle Santa Rosa por el izquierdo.
Casi a cien metros hacia el norte intercepta con la calle Dávalos por el lado derecho
La cuadra ocho es cruzada por la calle Vigil Morelli por el lado derecho y la calle
Miraflores por el lado derecho.
Unos metros más al norte la intercepta la
calle Cora por el lado izquierdo, y unos 30 metros adelante con la calle Tiravanti.
Culminando con el cruce de las avenidas Piérola y Balta, justo en el ovalo Balta.
La preferencia en la construcción se centró entre las cuadras 4, 5, 6 y 7, quizá porque estaban próximas a la Plaza Victoria, hoy
Parque Raimondi, y antiguo sendero hacia el poblado de Surco, zona con mucha población nativa.
Algunas de esas residencias se mantienen hasta hoy, a pesar de haber sufrido las consecuencias de varios terremotos.
Tiempo después, junto a la Estación Central del ferrocarril de la cuarta cuadra de la avenida Bolognesi, se adecuó la actual
Plazuela Espinoza.
El atractivo por residir o establecer su negocio en la avenida Bolognesi nunca decayó, a pesar que el el año 1904 iniciaron las operaciones los
tranvías eléctricos en la ruta Lima – Callao, empleando por algunos tramos los mismos rieles del ferrocarril de la avenida Bolognesi, optando por cambiar la ruta, girando a la derecha en la
calle De la Unión, para acceder a la avenida
Grau.
Pero a partir del año 1907, el tranvía cambio totalmente la ruta, optando por la actual avenida Reducto, para acceder a la actual avenida Grau para llegar directamente a la
avenida Pedro de Osma ruta al distrito de
Chorrillos.
A principios de la década de 1920, desde la primera hasta la séptima cuadra de la avenida Bolognesi tuvieron un desarrollo inmobiliario muy notorio, fueron edificadas diversas residencias, la mayoría de dos pisos pero de menor extensión, dejando muy pocas áreas libres para los jardines, casi ninguna tenía un área de retiro, prácticamente fueron construidas a milímetros de la vereda.
Hasta la década de 1930, casi toda esta avenida estaba ocupada, con predios utilizados como casa habitación, así como negocios, a excepción de la cuadra 9, y una zona de la cuadra 8.
Es así, y con el deseo de evocar aquellos bellos momentos de la década de 1960 y 1970, visité a mis amigas y compañeras de colegio que residían en la zona para reunir información y escribir este artículo.
Una de las casas que conocí por dentro, es la que antecede la fotografía, con un monumental torreón, y en alguna época un pozo desde donde se extraía agua, es una de las residencias mejor conservadas en la cuadra cuatro de la avenida Bolognesi.
Otra hermosa residencia ubicada en esquina con la única cuadra de la calle Felipe Pardo, en el cual han funcionado múltiples negocios como colegios, centros médicos, de actividades culturales, entre otros.
A ambos lados de la plazuela Espinoza, se encuentran casas de un nivel, que también han servido de múltiples negocios pero recién a partir de la década de 1970.
El correo, una tienda de telas, de pasamanería, discotecas, etc., han formado parte del entorno de esta pequeña plazuela donde también se encuentra la Estación de Bomberos de Barranco.
Y a lo lejos, aún se puede observar el mirador de la compañía de Bomberos, mediante el cual se podía divisar la existencia de algún incendio en la zona.
En el momento de escribir acompañada de las fotografías, es muy difícil aceptar que la belleza de las ciudades se vea empañada por la supuesta modernidad, como esta barra de fierro, que esperemos algún día sea retirada de esta avenida.
En la intersección con la calle Santa Rosa, existe un local de dos niveles que ha servido como colegio de distintos centros educativos barranquinos, por cortos y largos periodos, así como para otro tipo de actividades culturales.
Siempre imponente, por su edificación y estado de conservación, es uno de los inmuebles iconos del distrito de Barranco.
Otra residencia, pero de sólo un nivel, queda justo al frente, construida sobre una loma, tiene una hermosa baranda en la parte superior, que felizmente se encuentra en perfectas condiciones, en especial por haber conservado gran parte de sus jardines externos.
También ha sido utilizada para distintos rubros: colegio, centro médico, albergue, centro de educación técnica, entre otros.
Es una de las pocas residencias en la cual es posible admirar parte de la arquitectura original, por no haber tapiado su fachada.
Aunque mirando la fotografía lateral, pareciera que ha tenido algunas modificaciones, ya que esta zona de cemento en alguna época era también un hermoso jardín.
Las siguientes cuadras de la avenida Bolognesi, está poblada de residencias que constituyen recuerdos, para los vecinos barranquinos, hermosas casas la mayoría de un nivel, edificadas alrededor de la década de 1930 y 1940 que aún permanecen visibles para deleite de los amantes del arte arquitectónico.
Lamentablemente, muchas de esas casas se encuentran sobre ocupadas, con varias generaciones de una misma familia, lo cual motiva su rápido deterioro, al haber adicionado uno o dos niveles con características de construcción totalmente distintas a los originales.
Otras han sido abandonadas, y el polvo, los grafitis indeseados, y el tiempo, provocan un deterioro en el aspecto exterior.
En la avenida Bolognesi también se encuentran residencias edificadas a mediados del siglo XX, construcciones de material noble, algunas con retiro exterior, y otras hasta de cuatro niveles que han perjudicado el entorno monumental de la zona.
Lo interesante de las antiguas residencias, es que sus propietarios, en lo posible, tratan de mantener la fachada en óptimas condiciones, para lograr una armonía en el entorno del lugar.
Observándose que las construcciones de mediados del siglo XX, mantienen un similar metraje en el retiro municipal que las edificadas a principios del siglo.
Otras residencias han tapiado sus rejas, por lo cual es imposible poder observar la belleza
arquitectónica de sus estructuras originales, si es que las mantienen.
Casi al culminar, sobre la cuadra 8, en esquina con la calle Vigil, una antigua residencia de un nivel, con un área para el jardín exterior, construida con hermosos arcos en la zona de la entrada, adornos en la parte superior, en una especie de falso techo, y sobre todo el muro de la azotea, pareciera que trata de sobrevivir.
Avenida Bolognesi XIX
Ovalo Balta
