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lunes, 30 de marzo de 2020

Poema "Camino"


"Camino"

¿Necesitamos de alguien para trazarnos un camino?

No lo creo, cuando somos niños nuestros padres nos ayudan a crecer mostrándonos lo correcto y educándonos para ser personas de bien para la sociedad; ya de adultos, dependerá de nosotros determinar nuestro comportamiento.

En cada acción siempre existirán problemas por resolver, trabas que superar, y hasta tal vez seres que les molestará nuestros efímeros triunfos, pero aun así, siempre debemos superarnos con el deseo de trascender.

El poema “Camino” es una alegoría a lo que vivimos todos los seres del planeta, los cuales requerimos de fortaleza y valentía para continuar.




domingo, 22 de marzo de 2020

Mirador Catalina Recavarren de Barranco


El Mirador Catalina Recavarren, conocido como el Mirador de Barranco, es un romántico espacio habilitado en uno de los acantilados del Distrito de Barranco.


Se encuentra al inicio de la calle Domeyer, sobre el sendero de la Bajada de los Baños, a la altura de los antiguos Baños de Barranco.


Para llega a ella existen varios senderos, desde la avenida Grau (a 68 metros sobre el nivel del mar) en esquina con la calle Domeyer, se camina por la pendiente, inclusive por debajo del puente Cemento


para continuar por la calle Ermita, el cual tiene una pequeña pendiente en descenso para continuar con otra pendiente hasta llegar a la pista a 45 msnm, y continuar recto hasta el final de la calle empedrada.


También se puede caminar desde el Parque Municipal de Barranco, cruzando la avenida Pedro de Osma, y la calle Ayacucho, descender hacia el Puente de los Suspiros y girar a la izquierda.


Hasta la década de 1940 la zona estaba deshabitada, sólo existían algunas rústicas casas habitadas por pescadores.


El terreno tenía diversos montículos de canto rodado, que fueron aplanados con algunos grados de inclinación, o colocando maderas para mantener un nivel horizontal.


Justo delante de la parte posterior de la capilla La Ermita, existía una profunda zanja de casi 10 metros de profundidad.


El acantilado continuaba con pendientes de canto rodado, en los cuales existían distintos senderos realizados por los nativos que necesitaban llegar a la orilla del mar, similar al sendero ubicado al final de la calle Sucre.


Debido a que en una época la capilla La Ermita tenía ubicada su puerta de ingreso sobre la calle del mismo nombre,


el sendero lateral de aproximadamente tres metros de ancho, empezó a ser utilizado para llegar al acantilado.


En la reconstrucción de la Capilla, se decidió modificar la arquitectura, colocando la puerta de ingreso hacia la nueva Plazuela, con acceso directo al futuro Parque de la Cruz.


Mientras tanto gracias al sendero, hacia mediados del siglo XX algunos vecinos de la zona decidieron edificar precarias viviendas de barro y caña.


Por ese tiempo la zona carecía de los servicios de agua y desagüe, así como de instalaciones eléctricas.


El sendero continuó siendo afirmado, a excepción de la zona que pertenecía a la capilla, que era adoquinado.


Hacia la década de 1960, ya existían varias casas de un nivel con  las puertas hacia el pasaje, y un par de predios con una zona de acceso hacia el mar.


Tuve la oportunidad de ingresar a dos de dichos predios en la década de 1970 y constatar que tenían los pisos asentados, inclusive en las habitaciones, las cuales estaban separadas por material prefabricado y/o cortinas.


En uno de los predios habían habilitado un criadero de pollos y en otro había un local de servicios de comida, el cual atendía solamente durante el día.


A mediados de la década de 1980, el lugar empezó a ser frecuentado por los turistas, al haberse habilitado otro local de comida y también porque el sendero permitía una hermosa vista al mar.

Fueron tiempos en que se empezó a escuchar sobre sucesos inexplicables, relacionados al centenario de la Guerra del Pacífico, debido a su cercanía con al Puente de los Suspiros.


Desde finales de la década de 1980, en el pequeño sendero de la calle Ermita se empezaron a establecer más negocios pero con atención preferente en el horario nocturno.

 Hasta esos años, en el lugar aún residían varias familias barranquinas.


A fines del año 1988 se acondicionó un par de bancas cerca del borde del primer acantilado, inspirado en el local comercial ubicado sobre el sendero denominado "La Posada del Mirador".

Toda esa zona fue nominada Mirador Catalina Recavarren recién el 29 de setiembre de 1992, pero aún no estaba colocada ni la glorieta ni el pozo, sólo el par de bancas.


Instalando, entre los años 2006/2007 una pequeña glorieta, un pozo de metal así como farolas de alumbrado público, tanto para la seguridad de los residentes como para los turistas que llegan al lugar para divertirse o para admirar el mar.

 

Hacia  mediados de la primera década del siglo XXI, esa visibilidad fue interrumpida por una construcción realizada en la calle Abregú que imposibilita admirar el total de las playas barranquinas.


Y también por la cantidad de árboles y arbustos que han crecido en total desorden.



En la actualidad es difícil encontrar esa zona totalmente vacía, casi siempre se instalan dos o tres puestos de ambulantes que ofrecen distinta mercadería y algunas artesanía, pero a pesar que la vista del atardecer es hermosa, no es de las mejores, por la cantidad de árboles desordenados que han cubierto parte de la perspectiva, obstaculizando el horizonte.



A mediados del año 2019 la zona fue remodelada, habilitando nuevos senderos.



Hacia el lado derecho mediante varios escalones se puede llegar a un sector afirmado y a otro cubierto de césped, que colinda con un sector de la calle Abregú.


En la zona intermedia se colocaron bancas y un sendero de ladrillos, así como distintos faroles que iluminan al mirador.



Por el lado izquierdo se instalaron gradas de piedra, para rodear el sendero de ladrillos, con vista al acantilado de la calle Ayacucho.



Por lo mismo que en la zona se encuentran muchos árboles, en el ambiente se respira un aire con olor a mar, dando una sensación de tranquilidad.



A pesar de la belleza del lugar algunos comentarios de los visitantes no es gratificante para los barranquinos, la mayoría objeta que la zona por momentos es muy solitaria, además de algunos desagradables olores por no existir servicios higiénicos, y que por momentos es frecuentado por gente de mal vivir.



En la zona tampoco existen rampas de acceso para las sillas de ruedas o los coches de niños, y se debe maniobrar entre varios si se desea descender las gradas cuando se tiene algún impedimento para caminar.


Pero a pesar de esos inconvenientes, el lugar inspira magia.


El Mirador Catalina Recavarren forma parte de la zona monumental del distrito de Barranco, aprobado por RN Nº 405-2007-INC del 28 de marzo del 2007.



domingo, 15 de marzo de 2020

Perros y gatos en Miraflores


La ciudad de Miraflores se caracteriza por ser un distrito amigable con sus mascotas, en especial con los perros y gatos, muchas veces considerados miembros de la familia, además de los gatos que residen en los parques que tienen la atención diaria de un grupo de voluntarias, así como las aves que visitan los malecones costeños, y las ardillas que se pasean por los postes.

La cantidad de mascotas entre los residentes miraflorinos, en especial perros, motivó que la comuna instale un servicio veterinario, que atiende a un costo social con el deseo de promover la tenencia responsable de mascotas, así como evitar problemas médicos.


El local ubicado junto al estadio Bonilla, avenida Del Ejército 1300, brinda servicios de consultas, vacunas, suturas, desparasitación, así como la instalación de microchip y placa con código QR, entre otros, los precios varían de acuerdo a la edad y tamaño del animal.

Desde hace unos años también habilitó una oficina de Zoonosis, para instruir sobre los deberes y derechos de los propietarios de las mascotas, así como información sobre adopciones o pérdidas, realizando diversas ferias de mascotas.

Con el mismo propósito de proteger a la población y al personal de limpieza, la comuna ha instalado en todos los parques basureros de color azul para que sean receptores de excretas animales, sin embargo la mayoría de vecinos los arrojan en cualquiera de los tachos de la ciudad.

Eso constituye un problema de civismo


En el distrito también existe un registro de paseadores, los cuales podrán tener como máximo sólo tres canes a la vez, pero si éstos son considerados potencialmente peligrosos solo podrán ser dos canes.

Varias investigaciones de hace más de 10 años, estimaba que la población canina miraflorina era de 9 mil perros, sin embargo datos más actuales indican que la población podría superar los 19 mil perros, aunque sólo se encuentran registrados alrededor de 4,500.

Diversos estudios estadísticos informan que alrededor del 60% de los limeños alberga una mascota en casa o departamento donde también residen al menos 4 personas, siendo en su mayoría canes (casi el 80%), aunque también tienen gatos, loros y conejos.

Lamentablemente también se estima que a nivel nacional es posible que existan más de 6 millones de perros sin hogar conocido.


En el distrito de Miraflores las estadísticas son distintas, porque el promedio de personas por perro es sólo de 2,5, y en el 50% de las viviendas existe al menos un perro. Lo que implica que en el balneario existen 5 habitantes por cada perro. 

Un dato interesante a nivel demográfico es que la población miraflorina ha decrecido durante las últimas décadas, pero los predios y los perros han aumentado. 

Al año 1981 residían 103,452 personas, población que se redujo a 99,337 residentes según el censo del 2017, pero las viviendas aumentaron de casi 20,000 en 1981, a 50,438 según el censo de 2017.


Un dato adicional es que el número de predios miraflorinos es de 118,952, y suman 10,114 los establecimientos comerciales, lo que podría implicar que la mitad de los predios se encuentran deshabitados o sin haber sido catalogados.

En estos momentos de limitaciones para salir a la calle, sería conveniente conocer qué hacen los dueños de los 19,000 perros miraflorinos, si salen un par de veces al día a contaminar a la ciudad y a los vecinos, o permanecen en sus hogares barriendo y limpiando los orines y excretas de sus mascotas.



miércoles, 4 de marzo de 2020

Avenida Angamos en Miraflores



La avenida Angamos del distrito de Miraflores es una vía relativamente nueva en la ciudad de Miraflores, el más antiguo de sus predios puede tener a la fecha alrededor de cien años.


Al estar alejada del centro, existía poco interés en urbanizarla, teniendo preferencia loso terrenos cercanos a la plaza central.


La avenida Angamos se encuentra dividida en dos sectores, Este y Oeste.


La zona Este es la que fue urbanizada inicialmente con el nombre de Primavera, al tener cercano el servicio de transporte, ya que el ferrocarril Lima-Chorrillos tenía como ruta el actual Paseo de la República, aunque algunos antiguos planos la nombran como la avenida Recavarren.


La zona este de la avenida Angamos, antes Primavera, se inicia en la avenida Arequipa, para continuar con la avenida Petit Thouars, aunque para la década de 1920 sólo existía un acceso hacia el lado izquierdo.


A continuación y también sólo hacia el lado izquierdo se encuentra la calle Tacna, y a unos metros la calle Suárez, esta última con senderos hacia ambos lados (norte y sur).


Culminando la vía sobre la actual Paseo de la República, pero continuando hacia el actual distrito de Surquillo.


Es de recordar que todas las calles de la avenida Primavera entre el actual Paseo de la República y la avenida República de Panamá formaban parte del distrito de Miraflores hasta el año 1949, en que pasaron a formar parte del distrito de Surquillo, debido a que se modificó la pertenencia, no las he incluido en el presente artículo.


Hacia el lado Oeste de la avenida Angamos, lo cruzan las calles Atahualpa, Coronel Inclan, Independencia, General Borgoño, Elías Aguirre (a unos metros de la Huaca Pucllana) y Arica.


Cruzando la avenida Comandante Espinar continúan las calles General Iglesias, y General Varela sólo por el lado izquierdo hasta llegar al a avenida Santa Cruz.


Continúa la vía, con una pista cuyo espacio es el doble en ancho cruzando las calles Chamberí, Almirante Lord Nelson, capitán José Quiñones sólo por el lado izquierdo, Almirante Lord Cochrane sólo por el lado derecho, la calle Ignacio Merino por el lado izquierdo que cambia de nombre a Manuel Vera Tudela por el lado derecho perteneciendo una vereda al distrito de San Isidro.


Sigue la avenida Angamos cruzando las calles que pertenecen al distrito de San Isidro por el lado derecho: Cibeles, Mariscal Blas Cerdeña, hasta llegar a la calle Contralmirante Mora y el parque Mora, culminando sobre la avenida General Córdoba en el distrito de Miraflores.


En un antiguo plano de la década de 1920, se observan predios edificados en la primera, segunda y parte de la tercera cuadra.


Aunque antiguas fotografía de la década de 1930 muestran un predio construido en la cuarta cuadra, que asumo es la antigua clínica Delgado, que permanece en el mismo lugar entre las calles Independencia y Borgoño. Todas las otras calles se muestran totalmente vacías.


Por esos años se conocía a dicha zona como la Urbanización Surquillo, dándole importancia a lotizar las calles de ambos lados de la línea del ferrocarril y /o tranvía.


Hasta esos momentos no se deslumbraba pista alguna ni que se fuera urbanizar la zona cruzando la avenida comandante Espinar, al parecer era un solo terreno sin demarcar.


Obviamente tampoco las siguientes cuadras, tanto de la zona de Miraflores como de San Isidro, estando ubicado el campo de la empresa Faucett en casi toda esa zona.


A partir de la década de 1940 se empieza a urbanizar los terrenos, promocionando como el moderno barrio Aristocrático, pero incluyendo sólo los lotes de la avenida Arequipa, así como los de la calle Atahualpa.


Un antiguo afiche de la Compañía Urbanizadora “Surquillo” S.A., empezó a promocionar todos los lotes hasta la avenida Espinar, mostrando como zona de la Huaca Pucllana prácticamente hasta la misma avenida Angamos sobre la calle Elías Aguirre.


Una antigua vista aérea de la zona demuestra que hacia finales de la década de 1940 todos los lotes de la primera cuadra de la avenida Angamos.


En la segunda cuadra sólo las del lado izquierdo estaban ocupados porque al frente se encuentra el parque Manuel Bonilla,


 y en la tercera cuadra estaba completamente urbanizada todo el lado izquierdo y una pequeña zona del derecho.


En esa misma vista se observa que en la cuarta cuadra se encontraba la antigua clínica Delgado ocupaba los mismos tres frentes que la actual edificación, con algunas residencias hacia la esquina con la calle Independencia, sin predio alguno en el lado izquierdo.


Los diseños de ambos lados de la sexta cuadra parecieran ser muy similares, predios de dos niveles, con techos a dos aguas, con pequeñas áreas verdes externas y amplias en el interior.


Por ese tiempo, el ingreso vehicular hacia la Huaca Pucllana, desde la calle Elías Aguirre estaba trunco.


En la secta cuadra se habían construido algunos predios con características similares a la anterior cuadra.


La séptima cuadra estaba casi totalmente edificada, pero sobre todo, además de sus áreas verdes internas, todos tenían una frondosa berma pública.


Hasta mediados de la década de 1950, casi no existían predios entre las avenidas Espinar y Santa Cruz, pero ya se estaba formando el Ovalo Gutierrez.


A lo largo de la avenida Angamos se aprecian distintos diseños de viviendas, pero un en particular tiene en su reja de seguridad algunos diseños de las Lineas de Nazca, ubicado en la quinta cuadra.


Otro hermoso detalle es un bello balcón, confeccionado con madera tallada, ubicado en la sexta cuadra, el cual es visible desde la vía pública.


Un par de antiguos predios, al parecer construidos en la década de 1940 se encuentra en la séptima cuadra, con singulares detalles como un balcón  con un cerco de barandas talladas y un techo a cuatro niveles, así como una casa con una entrada adornada con un pequeño arco, sobre el cual se encuentra otro balcón.


En la décima cuadra existía un predio ubicado en la esquina con la calle Varela que se encontraba en malas condiciones externas desde hacía varios años.


El cual fue remodelado últimamente, manteniendo todas las características propias de origen.


Un predio ubicado sobre la cuadra once tiene un hermoso jardín en toda la zona de la esquina con la calle Retiro, justo a la altura del Museo Amano.


Existen predios residenciales que están siendo modificados para convertirse en negocios, como el de la cuadra trece.


Otras residencias mantienen las mismas características de su edificación, en especial las áreas verdes.


Toda la avenida Angamos es considerada mixta: residencial y comercial, pero cada vez es mayor el número de negocios a lo largo de esta vía.


Aunque por los acabados finales de cada predio, es visible que la mayoría que tienen cercos altos y muchas áreas verdes tanto en el interior como en el exterior, son residencias.


Como este hermoso predio con flores, arbustos y plantas sobre el cerco.


Detalle observado porque los predios convertidos en negocios optan por eliminar sus áreas verdes.


Desde la avenida Comandante Espinar hasta la calle Contralmirante Mora, la vía vehicular es bastante ancha.


Y algunas veces existen problemas para cruzarla porque no existen pasos peatonales ni bermas centrales que eviten las faltas a las normas de tránsito.


Detalle que de ser solucionados permitirían el seguro paseo peatonal por esta antigua vía.




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