Star Trek Productos a la venta: Catalogo presionar en la fotografía

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jueves, 22 de febrero de 2018

Mercado Municipal de Barranco



Hacia finales del siglo XVIII, la zona entre las actuales avenida Grau, y la primera cuadra de la calle Domeyer, se instalaron diversos ciudadanos con la finalidad de comercializar productos de primera necesidad, debido a que era la principal ruta hacia el mar, que proveía de agua y especies marinas, así como de los agricultores de la zona de Surco, quienes ofertaban sus productos.


Ese es considerado el primer Mercado de Barranco, ya que se convirtió en la zona dedicada a la intermediación de bienes y servicios.


A principios del siglo XX, a cinco cuadras a la redonda de dicho Mercado, ya estaba poblado y urbanizado, a excepción del lado norte, terrenos que se empezaron a lotizar, alrededor de la otrora Plaza Bolívar.


Fue así, y considerando la cantidad de ofertantes y la demanda del público, que la Municipalidad de Barranco decidió construir un Mercado, llamado inicialmente Plaza de Abastos, a unos metros del ubicado en la calle Domeyer.


La presencia de público estaba asegurada, pues a unos metros estaba la ruta del tranvía.


A principios de la década de 1920, se realizaron las primeras gestiones para su construcción, modificando su diseño para optimizar el área asignada, con el deseo de habilitar el mayor número de puertas, para el fácil acceso de los clientes.


El Mercado Municipal de Barranco, fue inaugurado el 19 de marzo de 1924.


Fue construido con un estilo de arquitectura Republicana, tendencia en las edificaciones del balneario de Barranco hasta mediados del siglo XX.


Se encuentra ubicado en la Av. Grau, en el número 513 como puerta principal, pero tenía otras 4 amplias puertas, y otras pequeñas más que conducían a tiendas y por ende al Mercado.


En la fachada hacia la avenida Grau, se acondicionó 10 ventanales con persianas de madera, con las cornisas adornadas en distintos estilos, 


todas las ventanas tenían arcos hacia el extremo superior así como la puerta principal, aunque de distintos diseños.


Habilitaron 4 puertas laterales en el Pasaje Piérola, 3 puertas en la calle Génova, y 4 puertas en la calle Cavero, manteniendo los diseños de las amplias ventanas confeccionadas en madera en forma de persianas, para permitir el paso de la luz solar.



En el local, se habían identificado los puestos para venta de carne, pollos y pescados, verdulerías, locales de alimentos preparados. Al centro del mercado se encontraban los que vendían abarrotes. 

Hacia el fondo estaban los productos del mar, y los servicios de agua.


 La zona administrativa se encontraba en el segundo piso, además de un área para los servicios de cuna maternal, un laboratorio municipal, un consultorio dental, y los servicios higiénicos.


Como fue dañado por el terremoto de 1940, se debieron modificar sus instalaciones, eliminando las dos entradas laterales de la avenida Grau, habilitándolas hacia las esquinas de cada una de las calles laterales.


En el año 1987,  fue declarado monumento histórico.


En la parte exterior del mercado, sobre las veredas, se encontraban diversas tiendas de venta de productos envasados, bodegas, restaurantes.

Hacia el lado de la calle Cavero, habían varios puestos de comida, cerca de una fotografía de la imagen de Cristo, otros vendían jugos; un local que ofrecía diarios y revistas, y a su vez alquilaba los chistes.


Cerca de la zona de ingreso, por el pasaje Piérola, se instaló un bazar, un ferretero con productos de plástico, una pequeña librería, un puesto que vendía cometas, globos y piñatas.


También había un sastre, un renovador de calzado, el vendedor de jabones, y un relojero.


Ingresando por la puerta de la calle Génova, se encontraba el frigorífico, y a su vez era el lugar donde se colocaba la basura del día, en especial en la esquina entre el pasaje Piérola y la calle Génova.



Hacia la década de 1980, los ambulantes, que eran los mismos comerciantes del interior, invadieron las pistas y veredas en los alrededores del mercado, llenándose de carretillas de verduras, flores, frutas, y basura.

El servicio de  Correos que funcionaba durante muchos años, fue cerrado en el año 1992, debido al deterioro de las escaleras y el techo, que debido al nulo mantenimiento por parte de sus inquilinos, era un peligro para la comunidad.


En la década de 1990, se ordenó sacar las carretillas para ordenar la zona.


A inicios del siglo XX, por razones de mantenimiento fue cerrado.

A poco tiempo, fue puesto a la venta en una subasta pública, la cual quedó desierta por falta de postores, aunque los comerciantes que la ocuparon por más de 50 años (o su descendencia) aseguraban que debían tener la primera opción, pero según la Municipalidad de Barranco, ellos no podían participar, pues adeudaban dinero.

 

 

Presidente de la República y madrina del Mercado de Barranco, María Valle de Dasso, año 1924



En el año 2004, el alcalde de ese momento, vendió el local a una corporación, para que funcione un supermercado, inaugurado el 24 de octubre del 2006.

Dicha empresa respetó su estructura interna, y la fachada original de finales del siglo XX.

 


Medalla conmemorativa emitida en marzo de 1924 en homenaje a la apertura del Mercado de Abastos.


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sábado, 10 de febrero de 2018

Op Art Rojo 32



Arte Óptico Rojo 32

Desde distintas figuras geométricas cuadradas esquinadas hacia el lado izquierdo, que crecen proporcionalmente, se deslizan rectas de manera diagonal los lados extremos hacia el centro de forma simétrica y equidistante, resultando cuadrados superpuestos, en tonos verdes y rojos.

Empleando una regla y variando de manera constante los grados de distancia entre las líneas, logré obtener mi obra de Arte Óptico 32.

Las rectas trazadas sobre un plano cartesiano, pueden ser infinitas, porque según la variación en su ubicación, se obtiene curiosas y distintas figuras geométricas.

Iluminada a mano alzada, al acrílico sobre lienzo, con pinceles # 0 y # 2.

Dimensiones 60 * 75 centímetros.



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domingo, 4 de febrero de 2018

Calle Tarata en Miraflores



La calle Tarata, fue, hasta antes del 16 julio del año 1992, una concurrida vía, con muchos negocios de distinto rubro: tiendas donde vendían telas, pasamanería, agencias de viaje, etc.

Después de esa fecha, se convirtió en un lugar símbolo.



A principios de la década de 1990, se permitió la instalación de forma "provisional" de diversos puestos en pequeñas casetas, para que vendieran ropa, anteojos, sombreros, comida envasada, entre otros, con la finalidad de evitar la proliferación de los ambulantes por toda la avenida Larco.


Pero han transcurrido casi 30 años, y esas casetas, aún forman parte del desordenado decorado de la ciudad.


Los ambulantes, sus hijos y nietos, continúan en el mismo lugar, pero en condiciones muy precarias.



La calle Tarata sólo tiene dos cuadras, la primera es considerado un pasaje sin salida, pero la numeración no se inicia en la avenida Larco.



La numeración empieza al otro lado de la calle, y va subiendo hasta llegar al  # 189, que corresponde a una pequeña puerta de color marrón, con un arco en la parte superior, ubicada a un par de metros de la avenida Larco.


En los antiguos planos del siglo XIX, sólo ese pasaje era identificado como la calle Tarata, aún sin construcciones.


Un antiguo documento, fechado 1907, titulado Plano de Miraflores y Proyecto para su ensanches, por Carlos Oyague Y Calderón, mandado a levantar por el Concejo Distrital, siendo alcalde Henry F. Revett, aprobado por Resolución Suprema del 8 de mayo del 1907, muestra que el pasaje Tarata, que se inicia en la avenida Larco, hacia el sur,  ya existía, más no la calle ubicada entre la avenida Larco y la calle Alcanfores, que corresponde a la segunda cuadra.



En un Plano Catastral de Miraflores, fechado 20 de febrero de 1908, también figura el pasaje de la calle Tarata. En ese mismo documento la calle Shell, se encuentra delimitada, a partir de la avenida Larco, con una configuración similar a la actual. 



En una fotografía aérea de la década de 1930, se observa que la segunda cuadra de la calle Tarata tiene edificaciones, que podrían pertenecer a la parte trasera de las viviendas de la calle Shell, la cual estaba urbanizada hasta la cuadra 5.



En esa misma toma, se aprecia que una amplia área, lo que sería el lado derecho de la segunda cuadra de la actual calle Tarata, era un terreno sin construir, que colindaba con la avenida Benavides, a unos metros antes de la avenida Larco, pero justo en el límite con la calle Alcanfores.



En un antiguo plano del año 1940, ya aparece señalizada la segunda cuadra de la calle Tarata, la cual, a esa fecha, aparentemente aún no tiene construcciones.



Las viviendas de esta fotografía, se encuentran justo al centro de la segunda cuadra de la calle Tarata, sector donde existen un par de entradas, a ambos lados, una hacia un sendero sin salida, y la otra hacia la calle Shell.


En el sendero sin salida, existen, hasta la fecha, varias hermosas y rústicas residencias, construidas a mediados del siglo XX.



Todas edificadas en dos niveles, con balcones y adornos propios de aquella época



Todas las casas tiene maceteros, los cuales siempre están adornados con muchas plantas.



Las edificaciones del otro lado de la segunda cuadra de Tarata, que da a la calle Shell,  también eran de dos niveles, pero en los últimos años, pareciera que le hubieran aumentado un par de pisos, suposición basada en los detalles en los acabados.

  

Existe otro pasaje en la segunda cuadra de la calle Tarata, de un sólo lado, a pocos metros de la avenida Larco, que se inicia en la calle Shell, el cual forma parte de la vía privada, pero que es de acceso público.




La historia del Monumento

Fotografía  Derechos  Reservados

El día 16 de julio de 1994, en el centro de la segunda cuadra de la calle Tarata, se colocó un monumento, algo similar a una estela, de unos tres metros y medio de altura y un metro de ancho aproximadamente, rodeado de plantas y un cerco de seguridad.

Fotografía  Derechos  Reservados
La placa ubicada con vista a la avenida Larco, contiene un mensaje del Papa Juan Pablo II. La otra placa, con vista a la calle Alcanfores, tiene la fecha 16 de julio de 1994, y la asignación del lugar como el "Paseo de la Solidaridad".


Años después, el área fue remodelada en la gestión del alcalde de turno, retirando el jardín y colocando una pileta, siendo re inaugurado el 16 de julio del 2009, cambiando una de las placas conmemorativas.



En vez de la del papa Juan Pablo II, se colocó otra, evocando la "Inauguración de la Pileta en Memoria de las Víctimas de Tarata", así como otro mensaje, lo que motivó la molestia de los vecinos.

Fotografía  Derechos  Reservados

Cuando culminó la gestión de dicho burgomaestre, se volvió a colocar la placa con las palabras del Papa Juan Pablo II.



Cada 16 de julio, se realiza una ceremonia, para conmemorar la memoria de las víctimas, a la que asisten vecinos de la zona y de todo Miraflores, así como los sobrevivientes del atentado.

Fotografía  Derechos  Reservados

Una antigua fotografía de las viviendas ubicadas en el pasaje de la calle Tarata, la del lado izquierdo, se desplomó el 12 de julio de 1992.
  



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