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jueves, 22 de marzo de 2018

Puente de Cemento en Barranco


Hasta el año 1940, la avenida San Martín no tenía continuación hacia la zona del Parque Municipal de Barranco, la interrumpía la calle Colina, con predios hasta lo que hoy es la calle Génova.



Desde la calle Génova se podía ir hacia el Mercado de Barranco, ubicado en lo que actualmente es la intersección de las calles Domeyer y Sucre, donde se ubicaba el antiguo mercado de Barranco.


Después del terremoto del año 1940, y debido a la condición precaria de muchos inmuebles, fue preciso realizar una revisión para garantizar la seguridad de los ciudadanos, demoliendose muchos predios, en especial los ubicados alrededor de esa zona.


Fue así, que en el año 1942 con recursos del Ministerio de Fomento y Construcción se realizó el puente Manuel Montero Bernales ubicado entre las avenidas San Martín y Domeyer en Barranco, paralelo a la avenida Grau. inicialmente de un solo carril, y sin posibilidades para el paso peatonal, que uniría la nueva Prolongación San Martín con el parque Municipal de Barranco.


Para acceder a la zona del parque, era preciso subir varias gradas, las mismas que hoy se encuentran a un lado del puente de cemento, pero de mucha mayor anchura, tanto que en una oportunidad se filmó un comercial donde un auto subía por esa empinada cuesta.


El ancho de las escaleras se redujo debido al crecimiento urbano. 


Hasta finales de la década de 1950 o quizá principios de 1960, la Av. San Martín tenía el sentido de Sur a Norte.


 Cuando se suspendió el funcionamiento del tranvía y llegaron los buses de servicio público, se modificó el sentido, para que los vehículos circularan de norte a sur.


El sólido puente de cemento, llamado Montero Bernales,  une la Avenida Prolongación San Martín con el Parque Municipal del distrito de Barranco, por debajo está sendero peatonal y vehicular hacia el Puente de los Suspiros y a las playas barranquinas, ruta que es la continuación de la calle De la Unión y de la Plaza Raimondi.


El puente  de cemento, se inicia en la intersección de las calles Domeyer y Sucre, para continuar hacia la avenida Pedro de Osma.


Aún se mantiene el antiguo adoquinado, aunque con algunas reparaciones, que conduce hacia el Puente de los Suspiros, así como al sendero conocido como la Bajada de los Baños, pero que también es posible ir hacia la calle La Ermita así como visitar los exteriores de la capilla.


Hace unos años, se construyó una larga escalera lateral, desde la calle Sucre, con el diseño similar al entorno. 


Vista del antiguo puente de cemento hacia el Parque Municipal de Barranco.


Vista Panorámica del Puente de Cemento.

jueves, 15 de marzo de 2018

Huaca Santa Cruz en San Isidro


Un patrimonio histórico, escondido entre los edificios antiguos y modernos,  se encuentra en el distrito de San Isidro, conocida como la Huaca Santa Cruz, está ubicada en la zona del Valle del Huatica.



Toda esa zona formaba parte de los linderos de Miraflores,  conocida como la urbanización Santa Cruz, una extensa área de cultivo que limitaba con otros fundos y chacras muy cerca a un ramal del río Huatica, antiguo canal utilizado para el regadío de las áreas verdes.



Desde principios del siglo XX, Miraflores fue perdiendo territorios, y fue así que en el año 1931,  con la creación del distrito de San Isidro, se establecieron los actuales límites, dejando de pertenecer la Huaca Santa Cruz a la comunidad miraflorina.


La zona arqueológica conocida como la  Huaca Santa Cruz o Huaca Santa María de Santa Cruz, fue construida en la época del Intermedio Tardío, entre los años 1200 - 1438 d. C. 



Se encuentra ubicado a la altura de la tercera cuadra de la avenida Belén,  junto a la  Residencial Santa Cruz.


Aunque también se tiene acceso por la calle Paul Harris, ingresando a la calle Ocharan, después de atravesar toda la parte interior de la Residencial Santa Cruz.



Su construcción es similar a una pirámide escalonada, o una pequeña plataforma edificada con muros. En su cima se pueden apreciar recintos cuadrangulares y algunos patios. 



Según los trabajos arqueológicos, fue un centro administrativo, pero a su vez tiene un pequeño cementerio con alrededor de 100 tumbas. 


Por las investigaciones realizadas a finales del siglo pasado, se determinó que los entierros y objetos encontrados corresponde a la civilización Ychsma y otras culturas anteriores.


En dicha Huaca entre lo que ha sido descubierto, se encuentran dos momias que han escrito parte de su historia. Una que se remonta al siglo XVI, de alrededor de 60 centímetros de largo, sobre una plataforma rocosa, y aparentemente con una sonrisa maquiavélica, porque mostraba su dentadura.


Y la segunda momia, encontrada a cierta distancia, que correspondía a una persona con rasgos orientales, posiblemente chino, enterrado en el siglo XIX, dichos ciudadanos debieron ser enterrados en las huacas prehispánicas, por diversos motivos.


Además, se han encontrado diversas vasijas. jarros y cántaros, restos funerarios, tanto de la cultura  Ychsma como de la Chanka.


Toda la zona fue declarada patrimonio cultural de la Nación, por Resolución Directoral Nacional N° 879/INC-2003 del 4 de diciembre de 2003. Siendo administrada por el Ministerio de Cultura.
Aunque parte de su área, fue depredada hasta finales del siglo XX, por las inmobiliarias que construyeron alrededor.


Hasta principios del siglo XX, se tenía acceso por la calle Renán Elías; sin embargo, los mismos residentes de la urbanización Santa Cruz, decidieron colocar rejas para su seguridad. y para estimular la investigación.


Lo lamentable de este complejo arquitectónico, es que no se pueden realizar visitas, a pesar que en la zona existe un mirador, un sendero turístico peatonal y un sistema de iluminación para los paseos nocturnos.


Inclusive existe un letrero informativo, pero que se encuentra en muy malas condiciones, además de estar ubicado en un lugar, que no permite la lectura.


Fotografía Derechos Reservados
Fotografía Derechos Reservados


Fuente Google Maps


Fotografía Derechos Reservados





Fuente: 
Bulletin de l´Instit Francais d´Etudes Andines.
Pachacamac y el canal de Guatca en el bajo Rímac
Huaca Santa Cruz


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Atardeceres de Verano


Admirar el atardecer, es una antigua costumbre de todo ser que vive en el planeta Tierra. Una tarde, casi a las 6, mientras el sol se escondía entre la Isla San Lorenzo, alrededor de él, se tornó de un brillante color rojo, contrastando con el aún celeste cielo.


Minutos antes del atardecer, al captar la fotografía, salió una rara línea diagonal, que dá la impresión que el Sol estuviera rodeado de un aro similar al del planeta Saturno.

Desde el parque Champagnat de Miraflores.
Durante el atardecer, la mayoría de colores del cielo se oscurecen y esparcen, aquellos tonos rosas y amarillos, tornan en rojos y naranjas, los cuales iluminan el cielo.


Una hermosa panorámica del atardecer desde el malecón Cisneros en Miraflores.


Al mirar el mar momentos antes del atardecer, invita a pensar sobre nuestro pasado y presente, pues la vida es igual que la de la Tierra, porque siempre estamos en movimiento.


Y al igual que el Sol, nosotros a veces somos el centro del universo, y en otros momentos debemos conformarnos con ser ese rayo de luz que ilumina el sendero.


Todos los atardeceres son distintos, dependen del viento y de los movimiento de las nubes, lo cual provoca una infinita diversidad de colores con sólo segundos de intervalo.


Y como todo en la vida, inclusive en el amor, existen momentos en que culmina, sin que uno se de cuenta, los sentimientos hacia la pareja van disminuyendo lentamente, tan igual como el brillo del sol durante el atardecer.


A veces el sol se esconde entre las ramas de uno de los árboles pero aún matizado el paisaje con un hermoso cielo pleno de colores.

En el parque Grau de Miraflores.
Admirar el atardecer es uno de mis principales entretenimientos, en especial lograr captar los colores irradiados por el sol, rayos, que en esta vista también iluminan una parte del parque Grau de Miraflores.


Cuando el cielo torna de tonos naranjas y rojos, aparenta estar hirviendo, ¡quizá porque culmina un día sin completar sus deseos o porque vibra de alegría por lograrlos!


Cuando el sol ha desaparecido del firmamento, y dependiendo de la estación del año, el cielo se ve iluminado con tonos naranjas y rojos, cuyas nubes se observan en posiciones totalmente distintas dependiendo donde se observa el Atardecer.


Y los colores con tonos infinitos iluminan el cielo

Atardecer desde el parque Salazar


Atardecer hacia la Rosa Náutica

El atardecer es un espacio de tiempo que se inicia aproximadamente 30 minutos antes que el sol desaparezca del horizonte, por el efecto de la rotación del planeta Tierra.

Atardecer desde el malecón Cisneros

Es conocido como el Crepúsculo vespertino, porque suele brindar infinitos colores a los ojos del espectador.

Atardecer desde el malecón de la Reserva

Cuando el Sol se encuentra en el ocaso entre las 6 y 7 de la tarde, el lugar se oscurece matizando el cielo con infinitos colores hasta que gradualmente se inicia el anochecer. Aunque durante los meses de invierno es poco probable que se pueda apreciar la combinación de colores.

Atardecer desde el parque Intihuatana

Este bello panorama, puede ser mejor apreciado durante los meses de verano, y hacia principios de otoño y finales de la primavera, aunque si el día está soleado, es posible mirarlo en cualquier fecha del año.






Atardecer desde el parque Rabin

Por alguna razón, admirar el cielo de colores nos dá una sensación de calma y tranquilidad, así los atardeceres sean de color rojizos, en especial cuando lo hacemos a orilla del mar o desde el acantilado, porque los colores del cielo se confunden con el océano.

Atardecer desde el malecón Cisneros

Aquellos instantes en que apreciamos cómo el sol desciende lentamente desde el cielo, son momentos muy románticos, por ello las parejas de enamorados tienden a acercarse a los malecones y otros lugares para poder observarlo.

Atardecer desde el parque Reiche

Hay momentos de intensidad en los rayos que emite el sol, que son reflejados sobre la inmensidad del mar, aquellos rayos son los últimos del día, y además son los momentos propicios para relajarse y meditar. 

Atardecer hacia la playa Los Delfines


Es un regalo de la naturaleza y del planeta donde habitamos, por ello es recomendable que al menos un día a la semana, dedique unos minutos a admirar el atardecer junto al mar.

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