La calle Felipe Salaverry, es una vía de una sola calle ubicada en el distrito de Barranco, pero a su vez es el lugar donde nacieron alrededor de veinte mil ciudadanos barranquinos desde la década de 1950 hasta principios del siglo XXI.
Fue considerada como calle, a principios del año 1909, a pesar que existían varias residencias a lo largo de la cuadra desde finales del siglo XIX.
Esta calle se inicia a la altura de la cuarta y quinta cuadra de la avenida Bolognesi, y culmina justo al inicio de la Plaza Raimondi, perpendicular a la calle Lima.
Según la perspectiva podría ser la continuación de la calle Cajamarca, siguiendo la estación del antiguo ferrocarril Lima Chorrillos, cruzando luego la av. Bolognesi.
Según la perspectiva podría ser la continuación de la calle Cajamarca, siguiendo la estación del antiguo ferrocarril Lima Chorrillos, cruzando luego la av. Bolognesi.
Esta singular calle, congregó una serie de comerciantes: una librería, un bazar, una sastrería, una farmacia, un estudio fotográfico, una inmensa sala de cine y la inolvidable Clínica Obstetra de la doctora Irma Morón, donde nacieron más de veinte mil barranquinos, la cual funcionó hasta inicios de siglo XXI.
Local construido alrededor del siglo XX, que aún se mantiene como parte de los predios de esta calle, pero ya no es la famosa clínica de parto.
El cine Raimondi, fue instalado en el año 1945 por la Empresa Cinematográfica Del Río, y transmitió películas hasta el año 1984.
El cual tenía su puerta posterior en la calle Segura, usada frecuentemente por aquellos que solían ingresar a la sala de cine una vez iniciada la función.
El local cinematográfico aún se encuentra con todas sus características externas similares a cuando funcionaba como tal, habiendo sido convertido en distintos negocios, como un centro de espectáculos así como discotecas.
Las edificaciones cercanas a la avenida Bolognesi, parecieran ser las únicas que se construyeron en esos lotes, por las características y dimensiones, pareciera que su composición básica es el adobe y la caña.
Teniendo algunas hermosos jardines interiores, patios revestidos con azulejos, así como barandas y columnas de madera.
Otras casas, sufren el deterioro del tiempo, y por diversas razones no lucen la belleza con la que fueron concebidas.
Otras simplemente fueron construidas al nivel de la vereda, con algunos atractivos arquitectónicos en las puertas, marcos, y ventanas.
Pero algunas residencias de dos niveles, aún conservan la belleza en sus puertas, ventanas, balcones, barandas y sobre todo en los techos, siempre adornados con diferentes diseños agradables a la mirada.
Al ser una ruta poco turística, es transitada generalmente por ciudadanos barranquinos y surcanos, vecinos entre sí, que negocian bienes y servicios, a precios mucho menores de los que se encuentran en las avenidas barranquinas ubicadas cerca al mar.
Siendo parte de la historia y construcción del distrito de Barranco como ciudad, dicha zona no forma parte del patrimonio monumental del balneario.
En esa clínica murió mi madre.
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