La Bajada de los Baños, fue construida a finales del siglo XIX, como un camino, para acceder a la orilla del mar, debido a que la ruta original fue clausurada, para instalar la Iglesia de la Ermita.
El principal camino hacia el mar de los nativos barranquinos, estaba ubicado entre las calles Abregu y Sucre, razón por la que el escudo del distrito muestra esa vista en el momento del atardecer.
Esa ruta, fue cerrada para colocar un pedestal con una cruz de madera, por un mito sobre ciertas visiones, que nunca pudo ser comprobada, sobre la supuesta aparición de una cruz luminosa, justo sobre uno de los taludes laterales de la calle Abregú, y con ese pretexto, se construyó una capilla de una orden religiosa.
Tanto la quebrada Bajada de los Baños, con la de las calles Abregú/Sucre, eran unas antiguas rutas por las que originalmente pasaba el río para llegar al mar.
Sin embargo, la de la Bajada de los Baños, era un sendero demasiado inclinado, con una pendiente de casi 90 grados, cuyo destino eran grandes montículos de rocas; por ello los pescadores y pobladores de la zona, preferían usar el camino por la calle Sucre/Abregu.
Además la profundidad de la quebrada de la Bajada de los Baños, era mucho mayor, producto del mayor afluente de varias acequias provenientes del río Surco.
Con sólo mirar la forma de los acantilados, es obvio apreciar que la zona tenía una hendidura propia de los cauces de los ríos.
Con el tiempo, esa quebrada, fue poblándose con pintorescas casas fabricadas con caña, madera y barro, en la cual habitaban los pescadores, comerciantes y personas de condición humilde;
porque el lugar era conveniente, sobre todo para los pescadores, que deseaban vender sus productos, al situarse cerca del antiguo mercado de Barranco, ubicado en la calle Domeyer, a unos metros de la avenida Grau.
Otro de los senderos que conducen a la Bajada de los Baños se inicia en el malecón Castilla, es la Bajada de la Oroya, singular conjunto de escaleras que forman parte de la belleza arquitectónica del lugar.
Toda esa zona carecía de algún tipo de servicio de agua, ni existían ni pozos ni molinos, por ello para acceder a ella, los pobladores debían descender hasta la orilla del mar, y proveerse del agua de los chorrillos que brotaban de las laderas.
Hacia finales del siglo XIX, empezaron construirse elegantes mansiones renacentistas veraniegas en las calles Ermita, Abregu, Sucre, Domeyer y a principios de la misma Bajada de los Baños, a unos metros del mercado.
Porque al caminar por este hermoso sendero notara que la arquitectura de los predios son muy distintos entre sí.
Algunos ranchos rústicos y otros elegantes, lo cual se refleja en su estado de conservación después de más de 100 años de construidos.
Por esos años, se edificó el Puente de los Suspiros, para unir los extremos de las quebradas de la calle Ayacucho y Abregú, cuya longitud inicial fue de 44 metros, 8.5 metros de alto y 3 metros de ancho, fabricado exclusivamente con tablones de madera.
Una antigua fotografía de la Bajada de los Baños y el Puente de los Suspiros, con fondo el puente de cemento.
Plano de la Bajada de los Baños. Fuente Inventario FAUA UNI 1993
La mayoría de los predios tiene más de cien años de construidos y algunas se encuentran en similares condiciones de principios del siglo XX, en especial las ubicadas a la altura de la Bajada Oroya.
La construcción de los predios estaba limitado a la zona cerca al sendero y en la parte superior sin utilizar los acantilados, aún se hayan previsto que estén seguros, algunos predios sufrieron a raíz de los distintos terremotos ocurridos en la ciudad, en especial el del año 1940.
La calle Sucre fue el sendero natural durante siglos para llegar al mar de los nativos barranquinos, una ruta amigable con pocos grados de inclinación, hasta hoy.
La Bajada de los Baños tenía una pendiente trunca a la altura del acantilado, por ello se construyó un camino junto al cerro.
La fotografía es de principios del siglo XX, en la cual se puede ver la pendiente tan oblicua de ese camino así como del acantilado, pocos podrían descender por ahí.
Bajada de la Oroya XX
Fotografía Derechos Reservados
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