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martes, 22 de enero de 2019

Av Grau en Barranco siglo XXI



La avenida Grau en el distrito de Barranco, es un sendero utilizado durante muchos siglos por los habitantes de la zona.

Recibió el nombre de Av. Bolognesi el 5 de julio de 1893, y fue modificado y fue modificado en honor Almirante Miguel Grau, el 2 de octubre de 1902.

Hasta esa fecha los límites de ese sendero se encontraba entre la calle Unión y la avenida Piérola, por ello las primeras numeraciones de los predios de esta avenida empieza con 0, en vez de 1,



Conocida por mucho tiempo como el Camino Real, la actual avenida Grau estaba formada por tierras de cultivo.



Su importancia radica en ser una vía casi plana, cruzada por diversas acequias como la Comuco y Talana, que la convirtieron en zona fértil, laborada por los nativos peruanos hasta mediados del siglo XVII en que empezó el abandono.



Conocido como el camino a Armatambo, ciudad ubicada en el distrito de Chorrillos.



Con la invasión de extranjeros, toda la zona modificó su aspecto, así como los cultivos, convirtiéndose en Pacayares, 


pero siempre manteniendo el sendero de la actual avenida Grau como camino libre, para el transporte de mercaderías, vegetales, ganado y los mismos ciudadanos.



La zona ubicada hacia la actual Quebrada de Armendáriz fue empleada como un matadero de animales, aprovechando la acequia Comuco, así como la cercanía a los acantilados.



Hasta finales del siglo XVIII se adecuó un nuevo sendero que empezó a cruzar la avenida, llamada Camino de Surco (actual Roosevelt), por ser empleado por los ciudadanos de esa zona para llegar al mar, así como a las áreas comerciales de la nueva ciudad, ubicándose a la altura de la calle Salaverry, luego de pasar la plazuela Raimondi, para continuar por la calle Unión y al cruzarla seguir por la calle Domeyer.




Hacia mediados del siglo XIX, el ferrocarril Lima Chorrillos que transitaba por la actual avenida Bolognesi le quitó algo de protagonismo a la avenida Grau, aunque el sector alrededor de las calles Unión y Domeyer mantenía vigencia.



Por ese tiempo un par de nuevos senderos se habían habilitado, la actual avenida Piérola, cuya vía tenía origen a la altura de la actual plaza Butters, así como las calles Miraflores y Santa Rosa, que la cruzaban a la altura de la actual Alameda Saenz Peña.



Cuando a principios del siglo XX, el distrito de Barranco comenzó a cobrar mayor importancia desde el punto de vista urbanístico, las calles empezaron a lotizarse para edificarse amplias y hermosas residencias, inclusive en las calles muy angostas, creándose nuevas calles y avenidas que cruzaban la avenida Grau, como la calle Centenario, Pérez Roca, Martínez de Pinillos, Colina, 28 de Julio, entre otros.



Ese progreso del balneario de Barranco también se debió a la instalación del local llamado Baños de Barranco ubicado sobre la arena y el mar, del funicular para llegar a él, así como bellos parques como el malecón de los Ingleses, la Alameda Saenz Peña y la Plaza Municipal de Barranco, lugar donde se instaló el consejo municipal, a metros del inicio de la avenida Grau. 



Tiempo también que en el tranvía de la ruta Lima Chorrillos empezó a transitar por la avenida Grau,  como competencia del Ferrocarril que iba por la av. Bolognesi,  aunque con algunos ramales hacia la calle Miraflores, pero retornando a la altura de la calle Unión. 



Especial importancia fue la obtenida por la construcción de la iglesia San Francisco Solano, imponente edificio de cuatro torres, visibles desde cualquier parte de la ciudad, ubicada entre las avenidas Bolognesi y la avenida Grau, como para convertirse en el centro de reuniones de los residentes.



Sin embargo hacia la década de 1920, el auge inmobiliario no crecía en la avenida Grau, las importantes eran las calles alrededor de la avenida Bolognesi, los parques, la iglesia San Francisco, y la estación del funicular en la calle Domeyer, así como las primeras cuadras de la avenida Pedro de Osma.



Fue recién hacia mediados de la década de 1940 en que se empezó a edificar algunas viviendas de uno y dos niveles en las cuadras 8, 9 y 10 de la avenida Grau, en la zona impar, sin embargo casi todas los lotes desde la cuadra 8 hasta la 16 de la zona par ya se habían construido, posiblemente por haber habilitado el parque Torres Paz, muy cerca a lo que fue la única Huaca del distrito de Barranco, la Huaca la Viñita, ubicada en el límite con el distrito de Miraflores, y sobre la calle Medrano Silva.



Ese terreno del frente, estaba catalogado como área arqueológica hasta hace algunos años.



En la década de 1960, al construirse el Circuito de Playas sobre la Quebrada de Armendariz, la avenida Grau se convirtió en la puerta de ingreso hacia el distrito de Barranco, al parecer porque la avenida Bolognesi recién se inicia a la altura de la avenida Piérola, estando prácticamente deshabitada todo el sendero barranquino conocido como República de Panamá.



Si el terremoto del año 1940 fue desastroso para el distrito de Balneario y para muchos de los predios de la avenida Grau, los ocurridos en los años 1966, 1970 y 1974 motivaron una diferencia de clases económicas, por alguna razón poco explicada, quizá porque los predios de los residentes hacia el lado oeste de la avenida casi no sufrieron daños, por lo mismo que la mayoría fueron construidos después de la década de 1950.



Hasta los inmuebles empezaron a tener precios diferenciados dependiendo a cual lado de la avenida Grau se encontraban, aunque el problema se agravó a raíz de la implementación de un sistema de transporte que dividió a la avenida Bolognesi.



Por ese motivo, aparentemente en el distrito residen tres marcados grupos económicos, cuyo balance poblacional cada día es más similar por la importante cantidad de edificios construidos en el malecón, así como en esta avenida.


Lo cual ha servido para que distintos artistas expresen en las paredes sus sentimientos.


Pero la avenida Grau en el distrito de Barranco aún conserva hermosas residencias


Al inicio de la avenida, un antiguo predio con columnas al ingreso, posiblemente edificado hacia finales del siglo XX, que mantiene toda su belleza arquitectónica.


Predios de uno y dos niveles adornan diversas cuadras de la avenida, y felizmente muchos de ellos se conservan en muy buenas condiciones gracias a sus propietarios.

    
Aunque también existe un local donde funciona la posta de salud para los vecinos, lugar donde por muchos años todos los estudiantes barranquinos solíamos pasar un examen de rayos X días antes de iniciar el año escolar, el cual, gracias a la solicitud de varios vecinos, fue suspendido.



Importantes centros educativos también se establecieron sobre la avenida Grau, algunos han modificado su giro de negocio, pero permanecen adornando la calle.


 

La mayoría de predios de esta avenida se  ha convertido en negocios de distintos rubros, pero por disposición municipal han debido mantener la fachada externa en similares condiciones a las que fue edificada.

 
Entre predio y predio siempre se encuentra algún detalle característico del momento en que fueron construidas estas casas, como esta hermosa fuente de agua en el patio de ingreso


La variedad en las edificaciones de principios del siglo XX es infinita, todas las residencias eran totalmente distintas entre sí, lo cual es visible cuando se empieza a admirar cada detalle arquitectónico.


Puertas de madera, balcones y ventanas decoradas, muros ornados, y diversos adornos en paredes son características importantes que procuran elevar el valor monumental de los predios.

  

Una importante residencia, al parecer construida con la finalidad de albergar locales comerciales se encuentra en la esquina de la avenida Grau con la calle Sánchez Carrión, posiblemente por encontrarse justo al frente de la Plaza principal del balneario.


Una hermosa vista de la antigua Quinta Ríos, espacio residencial que mantiene sus características externas  de edificación.
 

Y aunque los letreros sobre paredes, muros y puertas a veces perjudican la belleza arquitectónica, al  tener los permisos municipales, también forman parte del paisaje de los monumentos inmuebles de Barranco.
   

En la esquina de la avenida Grau con la calle Domeyer existe un inmueble de dos niveles edificado a mediados del siglo XX, las características de la construcción fueron para que tuviera un local comercial en el primer nivel; y los barranquinos que residimos en ésa época recordamos uno a uno cada uno de los negocios que han sido instalados en dichos predios.
 

Una antigua residencia se mantiene gracias a su estructura, al parecer fue construida a finales del siglo XIX o principios del XX, desde la parte exterior pueden verse las maderas y la caña con la que fue edificada, porque hasta hace 40 años no era obligatorio el tarrajeo de las paredes laterales.

   

Algunos predios de un nivel tienen tragaluz en los patios y pasadizos, por lo estrecho de la construcción y por carecer de ventanas, eran necesarias esos acoplamientos en las casas.


Imponentes residencias edificadas alrededor de la década de 1930 permanecen en diversas cuadras de esta avenida.

 

Entre las calles San Antonio y/o Martínez de Pinillos con la calle Cajamarca muchos predios están muy bien conservados.

 

La mayoría ha sido convertido en hostal o en un hotel, pero felizmente manteniendo las características externas de su construcción inicial.


En especial este hermoso predio de dos niveles ubicado a unos metros de la Alameda Sáenz Peña.

  
Otros predios continúan siendo casas familiares,


O comparten las habitaciones con viviendas y con negocios como locales de comida, galerías de arte, expendio de muebles, etc., como los predios ubicados entre las calles Cajamarca y Miraflores.
 

 Lamentablemente la zona monumental culmina en la avenida Piérola, y casi todos los predios después de esa calle, al parecer, para el Ministerio de Cultura no tienen valor arquitectónico.
 

Es así que estos dos predios ubicados en la esquina con la calle Fidelli, a la fecha de publicación de este artículo, ya fueron demolidos.
 

Aunque fueron edificados  hacia mediados del siglo XX, casi todos los predios ubicados en la cuadra 11 impar de esta avenida, ubicados entre la calle Pedro Martinto y la avenida El Sol,  están siendo demolidos o modificados.

 

Al igual que la mayoría de predios ubicados en las cuadras doce a la dieciséis, a pesar de existir residencias de la década de 1930 que merecían haber sido considerados patrimonio monumental.


Y aunque muchos no son considerados como monumento arquitectónicos, es lamentable haber crecido en medio de tantas hermosas casas que ya desaparecieron.

El predio con numeración 1540 - 1544 fue declarado Patrimonio Inmueble con RDE 739 del INC, con fecha 18 de diciembre del 2000, sin embargo hace unos años fue demolido.

 

En especial, el haber invadido los terrenos pertenecientes a la Huaca La Viñita, artículo próximo a publicar.



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5 comentarios:

  1. Hermoso relato.Gracias. Desató Ud.recuerdos,colores,sueños,sabores y aromas que creí olvidados.Barranco cuya formación fue diferente a los demás distritos, dónde un almirante era vecino de un empleado municipal, o un coronel del ejército vecino de un sastre y a la siguiente puerta un fondero. Yo nací en 1955 y en la esquina de la Av. Cajamarca, con la Av.Union, se encontraba el Restaurant de mis abuelos (o fonda) y en la av. Unión la casa de la abuela, al frente vivían Los Trivelli, al costado Los Saldaña al frente de ellos Los Biggio y al frente de ellos Los San Román y entre La fonda y Los Biggio un pequeño bar de Los Olmedo,curioso no?.A unos metros La Plaza Espinoza, al frente de ella,una enorme casona donde vivían Los Castagnola, a un costado de la Plaza otra casona de Los Galvez y a su costado la Cia de Bomberos Grau.De niño, cruzaba e iba donde mi amigo José Trivelli, en su patio tenía un columpio. Cuantas veces con el triciclo, destrozamos algunas macetas que adornaban la entrada. Dentro de la casa, a la derecha de la entrada ,había un cuarto cerrado de paredes de puro vidrio y dentro habían sillones Luis XVI, con un espejo enorme también dorado, hermoso y prohibido para la gente menuda.Asi también algunos días a la semana nos era prohibido entrar al salón, porque sus hermanas (algo mayores que nosotros) recibían clases de baile español y nosotros nos burlábamos al verlas con esos vestidos y el sonido de las "castañuelas"con el taconeo flamenco. Así, aprendí las reglas educadas a la hora de almorzar, entre los codazos de mi amigo y las sonrisas de sus hermanas, imitando los movimientos de mi amigo será por eso que agarro los cubiertos al revés, mi amigo era zurdo. Mi familia luego alquiló una casita al frente,para estar cerca de la abuela, en la misma calle Unión, cuya puerta principal daba exactamente a la puerta trasera de Los Saldaña, entonces yo empezé una relación con la familia Saldaña, Pepe Saldaña unos 4 años mayor que yo, su papá el coronel Alberto Saldaña, un gran hombre que siempre lo recordaré con mucho cariño,y respeto. Fue padrino de aros de mis tíos y mi padrino de confirmación, cuando se fue de vacaciones a los EEUU, me envió una postal, siempre me consideró como parte de su familia. Pepe me enseñó a jugar ajedrés y el primer libro que "leí" fue el "Quijote de la Mancha",aun me acuerdo era un libro grande de pasta azulada y brillosa, con letras grandes y dibujos a color, era una versión para niños yo tendría 6 ó 5 años y Pepe lo leía en voz alta enseñándome; así también tenía un juego, en donde venían las banderas de los países, en forma de cartas, por una cara tenía la bandera flameando con fondo caracteríztico del país y por el otro una reseña, y jugábamos a adivinar a que país correspondía,a veces me confundía como:Australia -Nueva Zelanda,Puerto Rico - Cuba, Irlanda . Costa de Marfil,etc. Disculpe,tal vez le estoy haciendo perder el tiempo,egoístamente con mis recuerdos, nuevamente muchas gracias. Estaré esperando su próximo relato.

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    1. Gracias por sus recuerdos, nací en Barranco en 1956, y viví ahí la mitad de mi vida, hoy resido en Miraflores, pero cada vez que puedo, camino por esas románticas calles barranquinas que ningún turista visita.
      En este blog he publicado más de 60 artículos sobre distintos lugares de nuestro hermoso balneario todos acompañados con fotografías recientes y algunas antiguas, en el lateral se encuentra el índice de mis publicaciones.
      Artículos que siempre desee leer porque forman parte de mi vida.
      Un abrazo barranquino.

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    2. Que buen y magnífico relato de la historia en parte de mi Barranco. Y lo digo así porque nuestro balneario tiene historia como las grandes ciudades. Soy barranquismo con orgullo terminare así Gracias por su relato estimada Fátima, me ha hecho recordar muchas épocas de mi vida. Gracias

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  2. Buenos días
    Me encantó leer y mirar las fotos de este hermoso y bohemio distrito de Lima. Es mágico y apacible. Mi mamá vivió en Barranco cuando llegó de provincia para estudiar en un internado de monjas, no se cual es su nombre ni tampoco donde quedaba, estoy en su búsqueda para poder tomar nota y así fortalecer los recuerdos de mi señora madre. Calculo que se trataría de los años 40 probablemente. ¿Alguien tiene un dato de ese posible espacio?

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    1. Gracias por su comentario.
      En el distrito de Barranco existían varios internados, recuerdo que uno se ubicaba hacia el final de la Av. Pedro de Osma pero sólo hasta finales del siglo XX, otro fue el actual colegio Tacna (que queda en la calle García y García) también tuvo un internado de señoritas hacia principios del siglo XX pero con otro nombre.
      Otro internado quedaba en Chorrillos, el colegio Chalet, el cual se ubica al final de la avenida Militar (continuación de Pedro de Osma).
      Voy a tratar de recordar. ¡Suerte!.

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