En el distrito de Barranco existen calles por las que únicamente caminan sus residentes, inclusive muchas de las que se encuentran muy cerca o limitan con los malecones.
Una de ellas es la calle Las Mimosas, ubicada entre la avenida El Sol y la calle
Las Magnolias.
Estos terrenos pertenecieron al Pacayar del Premio Real hasta finales del siglo XIX.
La calle Las Mimosas es una vía de dos cuadras, paralela al
Malecón Paul Harris, pocas veces transitada por nativos o turistas ajenos a este sector del balneario.
Desde su urbanización hasta la fecha, se considera una calle netamente residencial, y hasta hace unos pocos años, solamente con casas de uno y dos niveles.
Se inicia al final de la primera cuadra de la calle las Magnolias.
Su primera cuadra es ligeramente ondeada, continuando totalmente recta en la segunda cuadra, posiblemente por seguir la topografía del balneario.
Hasta la década de 1940, en parte de la zona de esta calle era visible el cauce de uno de los ríos barranquinos, el cual abastecía de agua a la antigua
Laguna de Barranco, ubicada a unos metros de la
avenida Grau.
Se le asignó el nombre de Las Mimosas el 2 de octubre de 1947, siendo urbanizada a principios de la década de 1950, con amplios espacios para las áreas verdes en la zona de la berma.
Hacia la década de 1960 se construyó un edifico multifamiliar de cuatro niveles, muy cerca a la avenida El Sol, uno de los pocos en la zona.
Estando muy cerca a las instalaciones del parque zoológico y a la antigua laguna, la construcción de viviendas en esta segunda cuadra fue un poco más lenta, posiblemente por ser la ruta de un antiguo ramal del río Surco, y porque aparentemente la zona era algo pantanosa.
Una primera característica de esta segunda cuadra, fue la importante cantidad de árboles plantados a ambos lados de la vía, algunos de los cuales sobrevivieron al siglo XXI.
Todas las fotografías del presente artículos fueron captadas durante la década del 2010, y en la mayoría de ellas se observan los mencionados árboles, que adornan las veredas.
Hacia principios de la década de 1950 se habían construido varias residencias de uno y dos niveles en la segunda cuadra de esta calle.
Sin embargo algunos de los propietarios de estás casas decidieron eliminar parte de las bermas municipales para acondicionar una zona de estacionamiento vehicular.
Siendo eliminadas totalmente desde que las autoridades ediles provinciales autorizaron la construcción de edificios de ocho niveles, en esta singular calle, la mayoría realizadas durante la última década, lo cual eliminó inclusive algunos árboles.
En el catastro aún se mantiene en la segunda cuadra algunas casas con pasajes interiores, en los cuales también se habilitaron residencias unifamiliares.
Sin embargo con el tiempo, algunos de estos predios han sufrido importantes modificaciones en cuanto a su altura.
Cabe resaltar la existencia de una peculiar quinta entre las edificaciones de la primera cuadra, que a pesar de no tener espacio para las áreas verdes, está simpáticamente adornada con algunas macetas con plantas y flores.
Mientras en otros sectores permanece las tupidas áreas verdes, con árboles, arbustos y plantas, pero casi no se aprecian flores.
Durante varias décadas este sector de Barranco era considerado como viviendas de un grupo económico de mayores recursos, teoría inválida, porque entre sus residentes se encontraban vecinos de diferentes estratos económicos y laborales, inclusive algunos de ellos realizaban fiestas infantiles en los jardines de su hogar, o los alquilaban para determinados eventos.
Lo que si era uniforme entre sus residentes, era la cordialidad y camaradería con otros vecinos del distrito, lo cual se notaba cuando se realizaban las fiestas de carnavales sobre la avenida El Sol, entre ambas cuadras.
Las fotografías han sido captadas en distintos momentos, sin embargo, a la fecha de publicación de este artículo, casi todos los arboles de pino ubicados al inicio de la segunda cuadra de esta calle lamentablemente han desaparecido.
