Toda la zona de la avenida Piérola fue urbanizada recién hacia finales del siglo XIX.
La zona formaba parte del Pacayar de Premio Real, y sólo tenía algunas pequeñas casas que servían de paso para el personal que laboraba en esas zonas agrícolas.
Tanto la avenida Nicolás de Piérola como la calle Manco Capac se estableció en el catastro municipal el 12 de junio de 1898.
Sin embargo hacia principios del siglo XX aún no había algún predio construido sobre la calle.
El catastro estaba detallado sólo para la zona derecha, habilitando como vías transversales, las calles Manco Cápac, Huáscar y Atahualpa.
Las tres vías son cruzadas por las calles Cora y Miraflores.
La urbanización de estas tres calles fue muy pintoresca, pues se establecieron hermosas residencias de clase media, casi todas con un mínimo retiro municipal y algunas zonas para las áreas verdes.
La demanda por viviendas para ese sector económico, motivó que a mediados de la década de 1910 la Municipalidad de Barranco decidiera prolongar la acequia de regadío, que venía desde la Plaza Butters, continuar por la avenida Piérola, cruzar la avenida Grau para llegar al acantilado por la calle Centenario.
Planificada de una cuadra hacia el lado derecho y de dos cuadras en el lado izquierdo, por esos años se construyeron muy pocos predios sobre esta pequeña calle, ni siquiera la avenida Piérola tenía edificación alguna.
Un dato interesante observado en un antiguo plano del año 1910 muestra que las calles Atahualpa y Huáscar podrían haber tenido continuidad hasta la calle Cajamarca y posiblemente la avenida Grau.
En los trazos catastrales figuraba senderos rectos y diagonales desde la avenida Piérola hasta la avenida Grau en el caso de la calle Atahualpa, bajo ese concepto no hubiera existido la calle San Antonio.
Igual con la vía nominada Huáscar, esta cruzaría la puerta principal del Templo Francisco Solano, y llegaría hasta la intersección de las calles Merino y Bregante, omitiendo la calle Morelli Colón.
Pero al parecer esa estructura catastral no se aceptó, y la configuración quedó como la conocemos.
En el año 1931 se instaló en el sector el sistema de agua potable y desagüe.
Quizá por esa razón hacia mediados de la década de 1930 la mayoría de lotes de la calle Manco Capac estaba construido para viviendas unifamiliares.
Sin áreas de retiro para árboles y plantas, el diseño fue parte de la historia del balneario más o menos hasta finales del siglo XX.
Un detalle que pocas veces es advertido por los ciudadanos, es que mientras la avenida Piérola tenía hermosos y frondosos árboles, las calles laterales del lado izquierdo no tenían ni espacios dentro de sus hogares para las áreas verdes, ni plantas en las zonas externas.
Sólo prevalece una zona, que nunca fue calle, sino un pasaje, ubicado en la primera cuadra de la avenida Piérola, donde existían frondosos árboles frutales, los cuales existieron hasta finales de la década de 1980.
En cuanto a los hermosos predios edificados en la década de 1930, quedan muy pocos.
Sobresalen una bella casita que parece salida de un cuento de hadas ubicada en la primera cuadra de la calle Manco Capac.
Actualmente esta calle está adornada con algunos árboles, plantados los últimos años, por donde sólo caminan los residentes y algunos vecinos barranquinos.
Siempre es un placer caminar por este singular sector de nuestro bello balneario.
Como dato histórico, algunos documentos nombran a esta calle con el nombre de Alberto Lafont, quien fuera alcalde del distrito entre los años 1881 y 1884.
