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viernes, 30 de noviembre de 2018

Poema “Soledad”

 

“Soledad”

La soledad forma parte de nuestras vidas,  a veces porque no tenemos otra alternativa otras porque la necesitamos.

Quizá sea la única que realmente nos conozca, sabe de nuestras alegrías y temores, y en ambos casos está con nosotros para compartirlos, y recordarnos que todo es pasajero.

La soledad es necesaria cuando deseamos pensar, realizar alguna tarea personal, queremos descansar, o simplemente estar a solas, pero existen muchos seres sobre el Planeta Tierra que no pueden estar solos.

Las mariposas siempre vuelan en pareja, una planta pocas veces crece si no tiene a otra cerca, los mares están habitados por miles de seres que de una u otra forma se acompañan, y la existencia de comunidades es frecuente, pero aún así, hay tiempos en que estamos solos.

Casi nadie se acostumbra a la soledad, en especial cuando amamos y somos correspondidos, pero como siempre existe un final, es en ese momento cuando la “Soledad” se re integra a nuestras vidas para volver a acompañarnos.

Estos versos parecen irónicos, pero son reales,  por ello es preciso saber vivir con ella.




Poema "Soledad"





jueves, 22 de noviembre de 2018

Calle del Padre Abregú en Barranco



La calle Abregú formaba parte del amplio sendero del acantilado que correspondía a la calle Sucre.


La calle Sucre, se iniciaba en la actual avenida prolongación San Martín, aplanado por los antiguos nativos barranquinos, con la finalidad de acceder a un amplio terreno que permitía llegar a las playas.


Hacia finales del siglo XIX, empezaron a instalarse algunos pobladores que se dedicaban a la pesca y comercialización, se ubicaron en la ladera de dicho acantilado, en rústicas viviendas de barros y caña, algunas de las cuales aún se mantiene.

Desde el 7 de enero de 1894 la Municipalidad de Barranco lo reconoce como un pasaje urbano, con posibilidades de edificación de residencias.



Pero recién el 26 de agosto de 1948 recibe el nombre de padre Gaspar Abregú, en homenaje a quien había administrado la capilla Ermita.

Don Gaspar Abregú también fue el responsable de ordenar la nivelación de la calle Sucre, así como la ampliación del edificio del local parroquial, construyendo algunas habitaciones par que sean usadas como viviendas, y un salón para sus servicios.




Fue la misma persona responsable de la reconstrucción de dicha iglesia y del Puente de los Suspiros tiempo después de la Guerra del Pacífico, con el aporte monetario que el General chileno Lynch (quien estaba a cargo de las tropas chilenas afincadas en el distrito de Barranco en la Mansión Renancentista), quien recolectó 600 pesos de plata de los ciudadanos chilenos en la ciudad de Santiago de Chile, y que llevó a Barranco, además de la contribución de algunos vecinos barranquinos.



La zona continuó siendo un sendero hacia las playas, comprobado por el Escudo de Barranco, creado en el año 1921, considerando que la puesta del sol era visible al lado derecho de la capilla, ya que hasta ese año, sólo existían algunas casuchas de madera en el acantilado, que permitía observar la inmensidad del mar.


Fue unos años después que se habilitó la calle Abregú como tal, pero siendo áreas verdes, que aparentemente fueron vendidos a terceros porque a ambos lados de dicho sendero, existen casas particulares.



Hasta la década de 1960, esa zona no estaba cercada, por ello era posible mirar y descender hacia las playas, porque la pendiente aún existe.
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Para llegar a la calle Abregú, es preciso caminar por el sendero del parque Villarreal.


Al culminar el parque Villarreal, se llega a un complejo grupo de escaleras en el lado izquierdo.



 y al parque De la Cruz al lado derecho, ese es el inicio de la calle Abregú, paralela a la calle Ermita.

    

En un extenso trecho, del lado izquierdo, sólo se ha edificado una residencia, antiguo terreno que habría sido de propiedad de la parroquia, vendido con la finalidad de subsanar algunos gastos de mantenimiento.



Al igual que en la calle Sucre, existe una ancha pendiente empedrada, por la cual transitan vehículos automotores


Las casas construidas con adobe, barro y caña son observadas al lado izquierdo de dicha pendiente.


Hasta llegar al pasaje Sucre, hacia el lado derecho de la pendiente.


Pasaje de casi 100 metros de extensión, que culmina en la calle Sucre.

 

La zona es de libre acceso para el público en general, y hasta hace unos años era posible admirar el mar desde ambas pendientes.


Continuando por el sendero deja de ser en declive, para convertirse en una vía plana, pero siempre empedrada.

  

Lugar donde se edificaron un par de casas, ambas construidas en caña, madera y barro, las cuales tienen más de 100 años de antigüedad.


Lo que durante muchos años fue un malecón de acceso libre para el público, desde hace unos años se  ha levantado un muro y tapiado las rejas, que impide la vista al mar y las Playas de Barranco.


En dicho muro existe un azulejo con el nombre de la vía "Calle del Padre Abregú", al cual se le ve montado sobre una mula, por su costumbre de trasladarse desde el centro de Lima hacia el balneario los fines de semana para realizar sus actividades en la capilla, épocas en que aún no se habían construído las habitaciones personales.


Un par de fotografías, captadas a principios del siglo XX, demuestran que en todo el acantilado no existía algún muro. 

Fotografía Derechos Reservados

   Hasta comienzos del siglo XX, ese sendero era aún un camino hacia el mar.

Fotografía Derechos Reservados


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jueves, 15 de noviembre de 2018

Unión civil y los solteros con hijos



Los derechos del individuo de decidir por el destino de sus bienes y beneficios sociales

El individuo debería ser libre de ceder sus bienes y beneficios según sus preferencias, siempre y cuando no tenga hijos menores de edad.


Cuando un individuo mayor de edad genera rentas y beneficios asistenciales solo él debería decidir con quien compartirlos.


Así como en el matrimonio entre hombre y mujer, las partes son copropietarias de partes iguales de los bienes y beneficios que han generado durante el tiempo que han estado casados, cuando un individuo decide residir con otra persona (del mismo u otro sexo y ambos son solteros o divorciados) las leyes actuales no les permiten repartir en partes iguales lo generado en el tiempo que han estado juntos, así hagan un contrato, ni siquiera de beneficiarse con los sistemas asistenciales, los cuales no se pueden compartir.


En esta situación el individuo, por razones sentimentales puede verse manipulado por un tercero para ser su beneficiario. Si el individuo decide residir con otra persona y formar una familia con ella (independientemente de su sexo) las partes se comprometen en cuidarse y protegerse, brindarse mutuamente la seguridad social y médica.


En el caso de las enfermedades femeninas, las estadísticas del Ministerio de Salud indican que las enfermedades son de corta duración y provocan el fallecimiento, como ejemplo: la diabetes, el cáncer al útero, a la mama, al colon. 
En el caso de las enfermedades de los varones, predomina la gastritis y las de transmisión sexual, los cuales tienen un largo periodo de tratamiento.


La tasa de segundas nupcias en los hombres es mucho mayor que en el caso de las mujeres, lo que implica que las parejas del mismo sexo masculino insistan en tener los mismos beneficios por razones de cobertura médica que la primera esposa, en esas circunstancias las compañías de seguros y las clínicas se verían perjudicadas porque tendrían dos o más pacientes por un solo titular (si es que la primera esposa no vuelve a casarse), así como muchos más niños que el de un hombre de un solo matrimonio.


Los niños sin protección paterna

Los últimos veinte años, en la sociedad urbana, han disminuido los contratos matrimoniales, las parejas heterosexuales conciben niños fuera del matrimonio, la mayoría de esos niños viven exclusivamente con el ejemplo de la figura materna, acarreando los problemas psicológicos que ello origina, la sociedad no interviene en nada para que esa situación de engendrar niños por parte del padre sin la responsabilidad de la crianza diaria no culmine en un problema para el niño.


Muchas de esas mujeres no tienen beneficios económicos ni médicos y están en similar situación que las parejas del mismo sexo que se unen en convivencia, porque no firman algún documento que lo prueben, debiendo recurrir a la justicia para lograr algún tipo de ayuda económica y vivencial para su niño.  
Por ello es falso que no se aprueben las leyes de convivencia con individuos del mismo sexo por razones religiosas, porque existen miles de mujeres que tienen hijos que no tienen ningún tipo de protección.


En conclusión, el no brindar atención médica a muchas mujeres que no tienen vínculo matrimonial o de convivencia con los hombres, ni tampoco a los niños concebidos en esa relación, es similar a no brindarle ningún tipo de ayuda médica a la pareja homosexual del individuo, aparentemente ninguno de esos grupos tendría derechos por no existir documentos legales que los amparen.


Quizá la principal razón de evitar las uniones civiles y la proliferación de niños nacidos fuera de los matrimonios legales recae en los principales beneficiarios de dichas incongruencias, los cuales serían las empresas aseguradoras, los centros médicos públicos y privados, las empresas de fondos de pensiones públicos o privados, las instituciones bancarias y financieras, las empresas que fabrican productos farmacéuticos entre otros.



Fotografías Derechos Reservados

domingo, 4 de noviembre de 2018

Barrio Leuro en Miraflores siglo XXI



El Barrio Leuro fue un apacible sector en el distrito de Miraflores, donde se habían edificado variadas residencias alrededor, teniendo justo al centro un espacio de esparcimiento, una hermosa fuente de agua rodeada de esculturas y sobre todo muchas áreas verdes.


Sin embargo, los años provocaron que se perdiera casi toda esa arquitectura.


De los predios que fueron edificados sobre la manzana de la sexta cuadra de la avenida Benavides, la sexta cuadra de la avenida La Paz, la Por una fotografía panorámica, al parecer eran seis residencias construidas sobre la avenida La Paz, la quinta cuadra de la calle Shell y la segunda de la calle Grimaldo del Solar, quedan muy pocos.


De ese grupo de residencias, sólo queda una sobre la avenida Benavides, aunque por el diseño, el área donde estuvo ubicada pareciera que ha sido recortada.


Ni sobre la avenida La Paz ni sobre la calle Shell quedan alguna de las residencias que formaban parte de este barrio. Sin embargo, sobre la calle Grimaldo del Solar, aún se encuentran en perfecta condiciones dos de esas casas.

Una ubicada en la esquina de la calle Shell, la cual mantiene toda la belleza inicial.


Y la segunda justo al lado de la anterior, hermosa residencia de tres niveles, con balcones con cercos adornados, ventanas de distinto estilo: rectangulares, redondeadas, y sobre todo, expuesta a la vista pública, manteniendo sus áreas verdes.


Un detalle interesante, es que el torreón del tercer piso de este predio puede ser observado desde la calle Shell.


Hasta antes del año 2010, sobre la avenida Benavides existían varias residencias consideradas del Barrio Leuro.


La única que queda, ha sido totalmente refaccionada y funciona como un local de comida, ubicada en la numeración 730, en la fotografía puede observar el diseño de las ventanas centrales, todas con arcos, mientras que las laterales tenían adornos en los bordes.


Seguido existían varios predios con similares características, como techos altos de dos aguas, tres niveles, y acabados similares a los torreones en las azoteas del tercer nivel.

Es de destacar que entre las dos residencias existía un pasaje donde se encontraba otro predio rodeado de áreas verdes.


Ubicado sobre la avenida Benavides con el número 786, quedaba un predio que fue sede durante mucho tiempo por un organismo mundial, con las mismas características de las edificaciones de la década de 1920 y 1930, fue una de las últimas en ser demolidas.


Otro predio demolido los últimos años era el ubicado sobre la calle Grimaldo del Solar 242, imponente residencia de dos niveles, mantenía la belleza arquitectónica hasta de sus áreas verdes.


Algunos predios que pertenecen a la Urbanización Leuro, pero que se encuentran a los alrededores aún forman parte del patrimonio monumental miraflorino.


En la cuadra séptima cuadra aún existen varias de esas residencias, en la esquina con la calle Grimaldo Del Solar, hay una residencia cuya extensión abarca ambas calles, por sus características pareciera haber sido construida a inicios del siglo XX.

 Lo curioso de este predio es su cerco de ladrillos, que permiten mirar las características de su arquitectura.


Otro predio sobre la avenida Benavides ha sido modificado en varios aspectos, manteniendo algunos detalles de su diseño original.


Sobre la misma cuadra, algunos metros antes de llegar a la avenida Paseo de la República, hay otra impresionante mansión, con un área que incluye un hermoso jardín que es tres veces el área construida, con una singular torre que culmina en punta, que puede ser observada desde varias cuadras.


Junto a esta se encuentra otra residencia, con otro estilo arquitectónico, pero igual de hermosa, de tres niveles, con distintos adornos en los techos, azoteas y ventanas.


Sobre la avenida La Paz, aunque quedan algunos predios de la época dorada de la Urbanización Leuro, en especial el pasaje El Suche, comentado en un anterior artículo.


Así como un predio recién demolido, ubicado en la numeración 670, el cual tenía un hermoso ventanal.


Junto a este, aún se mantiene una casa de dos niveles, en el cual se ha habilitado un pequeño centro comercial, el cual engalana con un hermoso balcón de madera.


Lo singular del predio es su bello patio de ingreso, cuyo techo tiene forma oval, con detallados adornos que conducen a la escalera para el segundo nivel.


Con singulares detalles en las barandas, y soportes de la escalera y de los techos inclinados.


Un par de predios ubicados en la calle Shell también forman parte de esta urbanización, uno escondido entre los números 475, el cual, al parecer mantiene el segundo nivel con las mismas características de su diseño.


Y otro predio ubicado en el número 531, el cual se encuentra con un permanente aviso de venta, y que es el único visible desde las antiguas fotografías de este hermoso Barrio miraflorino.


Para culminar algunos predios ubicados sobre la vereda del frente de la calle Grimaldo del Solar, con varios predios de aquella época, con ventanas decoradas y acabados curvos junto a pequeños balcones.


Existe una singular casa de un solo nivel que se mantiene a unos metros de la avenida Benavides, la cual siempre está en perfecto estado de conservación, con delicados diseños en las cornisas, y con pintorescos techos a dos y cuatro niveles. Predio que felizmente sólo tiene una reja de protección que permite admirarla.

   

Si desea observar la belleza de lo que queda del Barrio Leuro, les recomiendo caminar por dicha zona los domingos por las mañanas.


Barrio Leuro siglo XXI

Barrio Leuro Siglo XX








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