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lunes, 30 de septiembre de 2019

Poema "Infierno"


“Infierno”

En la vida a veces nos encontramos con seres que se comportan de una manera incomprensible.

Inclusive puede ser una persona ligada a nosotros por mucho tiempo, ya sea por ser un familiar, un amigo, o alguien por el cual sentimos cariño y/o amor.

Lo lamentable es descubrir que ese ser sólo estuvo a nuestro lado para obtener algún provecho, y a pesar que sus actos ocasionan que nuestra vida sea un tormento, nuestros deseos por lograr descubrir la razón de ese comportamiento nos motiva a tolerarlo, pero todo tiene un límite.

Y así como llegó a nuestra vida, un día decidimos que la relación debe concluir, que ese lazo, sea cual fuere debe romperse, y la mejor manera es distanciarse, aunque nos apene.

Esa fue la inspiración de mi poema “Infierno”, versos que fueron difíciles de escribir, porque traté de asumir la posición de aquellos que se sienten en esa situación.


La mayoría de mis poemas no son autobiográficos, sin embargo, en todos incluyó algunos versos que forman parte de mi existencia, porque en nuestras vidas siempre existen semejanzas.

“Infierno”





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domingo, 22 de septiembre de 2019

Av San Martin en Barranco XXI


Residí durante varios años en la avenida San Martín, inclusive evoqué sus frondosos árboles y aves que siempre estaban presentes en cualquier momento del año, por ello decidí escribir este artículo pensando en aquellos momentos.


Es curioso que primero existiera como sendero la avenida Prolongación San Martín, que empezaba en la calle Domeyer,  antes que a avenida San Martín.


La Prolongación se inicia en la intersección de la calle Colina con la primera cuadra de la avenida San Martín, justo donde actualmente se encuentra la Comisaría de Barranco, con destino hacia el Sur, culminando en el local de la Municipalidad de Barranco, a unos metros de la Plaza Municipal.


Esa zona estuvo urbanizada desde principios del siglo XIX, debido a que justo a la altura de la actual calle Domeyer, se encontraba la principal ruta hacia el mar, y hacia los frutos marinos y el agua dulce desde los chorrillos de los acantilados.


La zona de la actual avenida San Martín pertenecía al Pacayar Premio Real y al Pacayar de Larion, extensas zonas de cultivo, donde sólo existían algunas precarias casas para los vigilantes.


A principios del siglo XX, y lo que actualmente es la Alameda Sáenz Peña, se inició la lotización de los terrenos alrededor de la nueva futura avenida.


También se había independizado los lotes correspondientes a la primera cuadra de esta avenida.


También existía un ingreso, al parecer peatonal y/o para los burros, a un lado del antiguo mercado de Barranco, ubicado sobre la calle Domeyer, pero la vía entre la calle Alfonso Ugarte y la calle Colina, era un solo lote que se iniciaba en la av. Grau y culminaba en la calle Batallón Junín, por lo tanto no había sendero para caminar desde la av. San Martín hacia el antiguo mercado.


En la década de 1920, seis cuadras de la avenida San Martín ya habían sido urbanizadas.


Principalmente las esquinas de la intersección con Martínez de Pinillos/Carlos Zegarra, así como los lotes cercanos a la Alameda Sáenz Peña, 


manteniendo el centro de ésta con áreas verdes, sin embargo en el centro de ambas calles casi no existían predios, los existentes fueron construidas con la puerta principal hacia la calle


Mientras que en la recta entre la Alameda Sáenz Peña y la calle Pérez Roca, si se construyeron varias residencias, muchas de las cuales aún se mantienen porque forman parte del Patrimonio Inmueble del Distrito de Barranco.


entre ellas la casa Morisca, que lamentablemente se encuentra abandonada hace mucho tiempo.
Es una casa emblema del distrito de Barranco.


En la cuarta cuadra, ubicada entre la calle Pérez Roca y Centenario sólo existían un par de predios construidos, uno de los cuales se mantiene a la fecha.


Las otras dos cuadras, hacia la calle Pedro Martinto el sector hacia la futura avenida El Sol estaban deshabitadas.


A finales de la década de 1930, el sector entre las calles Alfonso Ugarte y Colina ya había sido habilitado como sendero vehicular en forma diagonal para continuar con la calle Domeyer. 


Justo en ese sector se puede observar un amplio terreno que forma parte del retiro municipal, porque el sendero vehicular se encontraba en esa zona.


Hacia el lado norte, la avenida San Martín había sido delimitada, habilitando la zona para una pista, recibiendo la nueva urbanización el nombre de “La Viñita” en homenaje a la antigua Huaca.


En las cuatro primeras cuadras del lado impar ya se habían edificado residencias de una y dos plantas, en el lado par, aun existían algunos lotes sin construir.


Hasta el año 1940, la avenida San Martín no tenía continuación hacia la zona del Parque Municipal de Barranco, la bloqueaba la calle Colina, cuyos predios continuaban lo que hoy es la calle Génova


Después del terremoto del año 1940, y debido a la demolición de los inmuebles de esa zona, se habilitó un sector para que la pista continuará hasta el actual Parque Municipal y por lo tanto a la av. Pedro de Osma.

  
Hasta finales de la década de 1950 o quizá principios de 1960, la Av. San Martín tenía el sentido de Sur a Norte. Cuando se suspendió el funcionamiento del tranvía y llegaron los buses de servicio público que modificaron el sentido.


En la década de 1960 ya se habían edificado todos los lotes correspondientes a las 5 y 6 cuadra de esta vía, y la zona impar de la cuadra 7.


En casi todo el lado par de la cuadra 7 de esta avenida se encuentra el Estadio Confraternidad, mientras que en la acera de enfrente se encuentra el Parque de los Héroes. 


Acondicionado en la década de 1930, ha tenido varias modificaciones, manteniendo el Pasaje Arbocco con salida a la avenida Grau


parte del área destinada para el esparcimiento del vecino barranquino fue cedido, donde se encontraba la Laguna de Barranco, por un plazo determinado, un área a un club privado justo hacia el final de esta calle.


Culminando la avenida con diversas edificaciones como una amplia quinta con muchas áreas verdes a unos metros del Malecón Paul Harris limite con la Quebrada de Armendariz.


Así como una serie de edificios construidos los últimos años, algunos con algunos detalles estéticos, pero otros carentes de belleza arquitectónica.


Es interesante conocer que durante varias décadas toda la avenida San Martín tenía al menos media docena de árboles en cada una de sus cuadras, además de un tupido complejo de plantas en la séptima cuadra.


Esta antigua fotografía de la década de 1970 demuestra los frondosos árboles que existían a ambos lados de la avenida, los cuales han ido desapareciendo y lamentablemente no han sido reemplazados.


Y justo en la esquina con la calle Martínez de Pinillos se puede admirar esta hermosa residencia de principios del siglo XX.


Cuyos propietarios han conservado los detalles que la hacen un valor patrimonial barranquino, a pesar que han modificado casi toda la estructura interna.


En la quinta cuadra de esta avenida se encuentra la iglesia Santa Rosa, que ocupa todo el perímetro, desde la avenida San Martín hasta la calle Tacna, así como desde la calle Centenario hasta la calle Pedro Martinto, área donde se encuentra el centro educativo


Justo al frente de la iglesia, se ha colocado esta pintoresca escultura de forma de bicicleta, para el estacionamiento de estos vehículos.


Durante varias décadas en la sexta cuadra existía un centro de abastecimiento de gasolina, a pesar de encontrarse a pocos metros de las viviendas, el negocio fue clausurado hace algunos años.


 A principios de la década del 2010 se instalaron varias oficinas municipales en la esquina con la avenida El Sol, un local de serenazgo, y otro para las actividades de los ancianos.


La fotografía que antecede es un hermoso predio sobre la sexta cuadra de la avenida San Martín, empleado para múltiples negocios pero demolido hace unos años.


En toda la zona lateral del parque de los Héroes y del Confraternidad se habilitó un talud para ampliar las áreas verdes a ambos lados de la vía.


Siempre es un placer caminar por esta antigua avenida barranquina.


miércoles, 4 de septiembre de 2019

Avenida La Paz en Miraflores


La Avenida La Paz es una de las más antiguas vías de la ciudad de Miraflores. Quizá su nombre se deba al simbolismo que ésta representa o a la capital de Bolivia, país limítrofe con nuestra patria.


Conocida simplemente como La Paz, hacia finales del siglo XIX, fue una de las primeras vías transversales de la Alameda Miraflores, hoy avenida Ricardo Palma.


Seguida por la calle Bonilla, aunque trunca hacia el lado derecho, continuaba hasta la carretera a Chorrillos por el lado izquierdo, para llegar a la estación del ferrocarril, y luego la del tranvía.

Predio en la sexta cuadra - Demolido
Es también una de las principales avenidas miraflorinas, habilitadas para las residencias de familias desde aquellos años, proyectada para continuar hacia el sur, pero con características de una pequeña calle hasta la altura de la avenida 28 de Julio, luego al urbanizarla, se amplió el ancho de la pista, convirtiéndose en avenida.


Hacia la década de 1930, todas las cuadras desde la Alameda Palma hasta la calle José Gonzales estaban totalmente urbanizadas, siendo sus principales residentes familias de ascendencia extranjera.


Forman parte de esta avenida muchos predios del Barrio Leuro, dado que uno de sus ingresos estaba ubicado sobre la misma vía, así como la Quinta Prado, de igual manera un sendero que conducía a las viviendas también tenía acceso directo a esta.


Gracias a las antiguas fotografías de la década de 1930, se podría asegurar que dicha avenida era totalmente recta, sin embargo en algún momento, modificó su sentido con algunos grados de inclinación a la altura de la avenida 28 de Julio.


Esas mismas vistas permiten inferior que casi toda la zona derecha de dicha vía estaba urbanizada, prácticamente hasta la calle Juan Fanning, pero hacia el lado izquierdo, al parecer, eran terrenos de cultivo.


Si bien, por esos años ya transitaba el tranvía eléctrico por la actual avenida Reducto, la zona estaba casi despoblada, a ambos lados de ella.


Hacia la década de 1940 se mantenía esa soledad en los terrenos que continuaban a la calle José Gonzalez, la demarcación de los lotes fue realizada para terrenos agrícolas, antiguos relatos comentan sobre las productivas parcelas, 


además porque el interés por el crecimiento de las urbanizaciones miraflorinas se había fijado en las calles alrededor de la nueva avenida Arequipa.


Es de destacar las dos hermosas columnas de árboles que adornaba el trayecto entre la avenida 28 de Julio y el malecón Armendariz, la cual hacia mediados de la década de 1940 aún continuaba casi desierta, al menos hacia el lado izquierdo, con productivas áreas de cultivo.


Mientras que por el lado derecho, se notaba el inicio de las edificaciones de algunos predios, de uno y dos niveles, siempre con áreas verdes externas e internas,  como los ubicados en la esquina con la calle Juan Fanning, y otro sobre la calle Núñez de Balboa.


También se empezó a poblar con familias, gracias a la construcción de algunas residencias construidas alrededor de la intersección con la calle Aljovín así como la calle San Ignacio de Loyola.


La avenida La Paz se inicia en la Alameda Ricardo Palma, hoy avenida Ricardo Palma, con un trazado recto hasta la actual avenida 28 de Julio que modifica su ruta de manera diagonal hasta el malecón Armendariz.



En las primeras cuadras se instalaron diversos negocios de todo tipo, aprovechando que a unos metros, en la intersección de las calles Esperanza y Alcanfores, se encontraba el mercado de abastos. Seguidas por las calles Manuel Bonilla, la Esperanza, el pasaje Blondet por el lado izquierdo, Cantuarias, Ernesto Diez Canseco,  Shell, para llegar a la avenida Alfredo Benavides.


En todas esas cuadras se edificaron elegantes mansiones de uno y dos niveles, pero lamentablemente la mayoría han sido demolidas durante los últimos 20 años, quedando alguna arquitectura relacionada gracias al Pasaje El Suche, ubicado en la secta cuadra de esta avenida.


A pesar de encontrarse a pocos metros del centro de la ciudad, a partir de la sexta cuadra de la avenida La Paz las calles son relativamente tranquilas, con poco movimiento comercial, aunque existen muchos negocios, así como hoteles y hostales, quizá por ello sólo transita un ómnibus de servicio público, que ingresa por la av. Benavides y culmina en la av. Palma.


Continúa el sentido de la calle de Sur a Norte, con las calles Bolívar y San Martín.


Entre estas calles, se edificó un grupo de viviendas de dos niveles, todas con las mismas características, con detallados adornos, siempre con áreas verdes, muchas de las cuales aún se mantienen, aunque la mayoría con muchas modificaciones, así como rejas y cercos de seguridad que no permiten apreciar la belleza arquitectónica de sus fachadas.


En la siguiente cuadra, casi no existen vestigios del patrimonio arquitectónico miraflorino, hasta llegar a la avenida 28 de Julio.


Casi toda esa manzana aún conserva hermosos predios construidos hacia la década de 1930 y 1940,  muchos de los cuales forman parte de la Quinta Prado.


Con menos densidad poblacional cruza las calles Manco Capac, Jose Gonzalez, y sólo por el lado izquierdo con la calle Juan Fanning.

Justo la esquina con la calle José Gonzales, aún se preserva una hermosa residencia de dos niveles, y por las características, pareciera que mantiene los mismos detalles con los que fue contraída.


Justo al frente de dicha residencia, la vía se bifurca, formándose una con la calle Grimaldo del Solar, predio un pequeño parque que culmina a mitad de esa cuadra.


La avenida Vasco Núñez de Balboa la cruza de manera diagonal, para continuar con las calles Aristides Aljovin, también diagonal por el lado izquierdo pero recto por el lado derecho, seguido por la calle San Ignacio de Loyola pero sólo por el lado izquierdo y también de manera diagonal, por las Acacias de manera recta y por el lado derecho.


Las siguientes residencias fueron edificadas alrededor de la década de 1940, todas con los detalles preferidos de sus arquitectos y/o residentes, por ello se ve una variada y muy distinta fisonomía a lo largo de estas cuadras.


En la década de 1970 limitando con la calle Núñez de Balboa, se construyó una serie de viviendas de dos y tres niveles, con características bastante rústicas para la zona, que aparentemente eran bastante distintas de toda la arquitectura que los rodeaba, pero la cantidad de áreas verdes, lo disimuló.


Y antes de culminar esta vía, se cruza por el lado izquierdo con la calle Las Acacias, con hermosas residencias con diferente clases de balcones y ventanas, pero siempre con muy bien cuidadas áreas verdes, que incluye árboles, flores, plantas y arbustos variados y césped.


para culminar el trazado de esta avenida en el malecón Armendariz, siendo una de las últimas con diseño arquitectónicos dignos de ser valorados, el predio de la fotografía, demolido hace unos meses.



Primera cuadra de la avenida La Paz

Residencia ubicada en la quinta cuadra de la avenida La Paz - Demolida

Residencia ubicada en la quinta cuadra de la avenida La Paz - Demolida
Residencia ubicada en la cuarta quinta de la avenida La Paz - Demolida
Conjunto de predios ubicado en la esquina de la av. La Paz y la calle Diez Canseco

Residencias ubicada en la octava  cuadra de la avenida La Paz - Muchos de los predios aún se conservan


Un detalle curioso fue observado mientras captaba fotografías, una cesta para jugar basket colocada en uno de los árboles.


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