La calle Santa Rosa del distrito de Barranco no se estableció hasta mediados del siglo XVIII, sin embargo ese sendero fue asentado por los pobladores de la zona de Surco muchos siglos antes.
En toda esa estuvieron ubicados los restos de una antigua Huaca Barranquina, por ello era normal que los residentes utilicen la zona para las actividades relacionadas con el lugar.
Además toda esa zona debe haber sido muy fructífera, debido a que muy cerca se encontraba un antiguo cauce de la acequia de Talama.
Quizá esa habría sido la razón de habilitar una Alameda a pocos metros del sendero, porque era normal que cuando en la zona existían muchos canales de agua, era prioritario para evitar futuros desbordes en los alrededores.
Aunque aún no había sido construido el templo San Francisco de Solano, a mediados del siglo XIX, la congregación que la planificó ya había tomado posesión de todo el terreno, en especial por ser un signo representativo de la cultura originaria del balneario.
El Templo "San Francisco Solano de Barranco", fue construido a mediados de la década de 1880, sin considerar que ese terreno había sido durante muchos siglos un área húmeda, por esa razón la duración de esa construcción duró poco tiempo.
Además era totalmente incomprensible que ese edificio fuera construido en una calle solitaria y muy estrecha.
Hacia principios del siglo XIX ya estaba establecida la calle Santa Rosa, tomando singular importancia debido a que intercepta con la calle Miraflores, sendero por donde empezó a transitar una ruta del tranvía Lima Chorrillos.
La calle Santa Rosa se inicia en la avenida Bolognesi, cruza la calle San Francisco por el lado izquierdo, para continuar con la calle Colón también solo por el lado izquierdo.
Después de un largo sendero llega a la esquina con la calle San Antonio y también solo por el lado izquierdo.
Para culminar en la esquina con la segunda cuadra calle Miraflores a la altura de la desaparecida Plaza Pekín.
La edificación urbana de esta calle es irregular, debido a que se ha ido urbanizando por zonas, a pesar de ser sólo cuatro cuadras.
Hacia finales del siglo XIX se construyeron algunos predios hacia la plazuela San Francisco, o calle San Marcos, con salida a la calle Santa Rosa.
A principios del siglo XX se inició la construcción de dos elegantes mansiones ubicadas en la esquina con la avenida Bolognesi, las cuales se mantienen a la fecha, por ser considerados patrimonio Monumental inmueble.
Sobre la segunda y tercera cuadra de esta calle se construyeron algunos predios que serían ocupados por vecinos con nivel económico medio y bajo, predominando las obras de adobe.
El desarrollo inmobiliario de esa zona del distrito de Barranco fue importante, porque a pesar de ser una vía muy solitaria, sus residentes fueron seres que interactuaban directamente con la zona comercial del balneario.
Casi todos los predios eran muy pequeños, ubicados justo al borde de la vereda, sin espacio para áreas verdes, aunque siempre existía algún pequeño patio interior.
En la primera cuadra existió una extensa residencia cuyos jardines que abarcaban tanto la calle Santa Rosa como la calle Miraflores, lamentablemente fueron eliminados hacia finales del siglo.
A pocos metros se encuentra una congregación así como un centro educativo de las hermanas franciscanas de la inmaculada, que ayudan personas con discapacidad auditiva.
La calle Santa Rosa modificó sus características hacia finales del siglo XX, al construirse una serie de viviendas de tres y cuatro niveles, sin mantener las características propias de la zona.
Muros al borde de la vereda se continuaron construyendo a principios del siglo XXI, con una casi nula interacción vecinal, lo cual deteriora la calidad de vida de los antiguos residentes.
Como el urbanismo contribuye a que desaparezcan predios importantes, realicé la impresión de dos fotografías que representan al predio ubicado en la tercera cuadra.
A pesar de ser una calle muy solitaria, siempre caminan los vecinos y residentes barranquinos.
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