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viernes, 30 de octubre de 2009

Noche de Arte 2009 en el Perú

Arte Óptico Rojo 96 


Nuevamente fui seleccionada para participar en Noche de Arte 2009, mis obras de Arte Óptico Rojo 96 y Azul 59, son expuestas entre los días 23 al 25 de octubre.



Noche de Arte, es una actividad cultural desarrollada gracias a la Embajada de Estados Unidos en el Perú, este año celebra su 40º Aniversario.




Noche de Arte es una actividad solidaria, debido a que los artistas donan entre el 40% y el total de la venta de su obra,  para que la Embajada de Estados Unidos pueda realizar diversas obras sociales.



Asimismo, busca promover el arte peruano y brindar ayuda a diversas instituciones sin fines de lucro.

El evento se efectúa en el local principal del BBVA Banco Continental, avenida República de Panamá 3055, San Isidro, Lima, Perú.




"Seamos artistas de un mundo mejor ", es el lema que lleva esta edición de Noche de Arte.

Se exhibirán más de 400 expositores, entre maestros consagrados y nuevos talentos, que reunirán cerca de 800 obras, entre pintura, escultura y fotografía.


Arte Óptico Azul 59















jueves, 22 de octubre de 2009

Calles Tumbes en Barranco


Yo he residido en varias calles y avenidas del distrito de Barranco, pero a pesar de nunca vivir en las calles Tumbes y Fidelli, ambas fueron parte importante en mi vida.

Calle Tumbes


Hacia finales del siglo XIX, ambas vías no existían, formaban parte del Pacayar de la Condesa.


Fue a principios del siglo XX en que la zona se convirtió en la Urbanización La Condesa, 


quizá por ello uno de los principales cines barranquinos fue denominado alguna vez con dicho nombre.


La calle Tumbes fue delimitada en tres cuadras y un pasaje, porque la intersección con la calle Mainas,


 no tenía acceso a la calle Carlos Arrieta, convirtiéndose en un camino trunco.


La calle Tumbes, fue nominada inicialmente calle San Luis, por el colegio recién edificado en la esquina con la avenida Piérola, la cual mantuvo sus mismos linderos hasta la fecha, pero bautizada Tumbes el 26 de junio de 1945.


Hacia la década de 1930, el lado izquierdo de las cuadras 2 y 3 de la calle Tumbes ya existían residencias de dos niveles, algunas de las cuales mantienen a la fecha las mismas características de edificación.


mientras que el lado derecho de la primera cuadra, sólo habían viviendas de un nivel, desde la mitad de la cuadra hacia la avenida Piérola.


Hasta casi mediados del siglo XX, todo el resto de la calle Tumbes, estaba sin construir, poblándose con predios de material nombre, todas con áreas verdes en el exterior e interior.


Pasaje Tumbes



A la mitad de la segunda cuadra de la calle Tumbes, habilitaron una calle de sólo una cuadra con acceso por ambos lados, denominado pasaje Tumbes, el cual culmina en la calle Jaén.



Alrededor de la década de 1930, toda esa calle estaba totalmente edificada, con viviendas de un nivel, como la de la fotografía.



Calle Fidelli 


La calle Fidelli, hasta principios del siglo XX, fue llamada inicialmente calle Concordia.

Compuesta por tres cuadras, se inicia en la avenida Grau y culmina en la calle Condesita, llamado también pasaje Tumay.


A principios del siglo XX, sobre el lado derecho de todas las cuadras de esta calle, se construyeron muchas viviendas de un nivel.

Al lado izquierdo sólo se edificó en la esquina de la calle con la avenida Grau, y a mitad de la cuadra, varias viviendas multifamiliares.

Con el transcurrir de los años se edificaron hermosas residencias de dos plantas, con jardines exteriores e interiores,  algunos con pequeños muros que lo separaban de las veredas.


Lo que siempre me agradó de ambas vías, es que tenían hermosas bermas entre la vereda y las pistas, las cuales siempre estaban con césped, flores y árboles, muy bien cuidados, aún existiera una larga pared, como la del colegio San Luis.


A pesar de la modernidad, las nuevas edificaciones, siempre trataron de mantener un valor arquitectónico, para que el distrito de Barranco preserve su belleza.

La belleza de las calles barranquinas, radica que siempre cuida con esmero sus áreas verdes, inclusive aquellas ubicadas en las bermas públicas.

Pasaje  Fidelli



Yo nací en un hermoso pasaje denominado Fidelli, en el distrito de Barranco. La calle es una vía con acceso de ingreso por sus dos extremos, la cual se inicia en la calle del mismo nombre y culmina en la avenida El Sol, pero por alguna razón la llamaron Pasaje.

En dicho pasaje, existía una escuela, donde aprendí a leer y a escribir, para luego continuar mis estudios en el colegio San José de Cluny de Barranco.

Lugares llenos de historia y recuerdos, que pretendo inmortalizar con estas fotografías.





1529



jueves, 1 de octubre de 2009

Alguien que se desea levantar del sub suelo


En la calle Buenaventura Aguirre en el distrito de Barranco reside una persona con habilidades distintas, tiene la posibilidad de descubrir lo que la mayoría de nosotros no puede ver,  y lo más grave es que pensamos no existe.

La historia se remonta a finales de la década de 1980, aquella persona a quien nombraré Alberto solía mirar hacia el piso de su vivienda, y en cualquiera de las habitaciones se le escucha decir en voz alta

“¿qué haces viviendo ahí?”, 

“¿por qué estás ahí abajo?”,

“¿qué quieres?”,

Pero en su hogar nadie notaba que hablara con otra persona o con algún animal, simplemente lo escuchaban hablar.

Transcurrieron los años, y el comportamiento de Alberto fue similar, aunque el ruido de los vecinos, la bulla del tránsito, las nuevas edificaciones y otros sonidos motivaron que aquella actuación y aquellas preguntas pasaran desapercibidas para su familia.


A principios del siglo XXI, Alberto era una persona muy conversadora, pero en lo posible evitaba hablar sobre los momentos en que hablaba mirando al piso, aunque su madre siempre intuyó que algo estaba escondiendo, reduciendo a hacerlo sólo en su habitación, luego de lo cual salía rápidamente.

Un día que estaba leyendo en la sala de la casa, dejó de leer y empezó a hablar con un tono amenazante (este es el relato de su madre, quien estaba presente), aquél, mirando fijamente el piso de parquet empezó a decir:

“no te levantes”

“quédate ahí enterrado”

Esas palabras no solo asustaron a la madre, sino que a uno de sus hermanos mayores que se encontraba en una de las habitaciones contiguas.

La madre inquirió a Alberto preguntándole ¿a quién le estaba hablando?, pero éste no le quiso responder, manteniendo la mirada con algo o alguien que estaba, aparentemente, debajo del piso.

El relato continuó con

“no se te ocurra levantarte”

y

“mantente ahí”,

La sorpresa de la madre se convirtió en miedo, era obvio que su hijo estaba hablándole a alguien, o tenía un problema mucho más serio que el diagnosticado cuando era niño.


Horas después, cuando el asunto parecía olvidado, la madre se acercó a la habitación de Alberto, con el deseo de escuchar alguna versión del evento, ante lo cual, éste comenzó a relatarse a su madre lo que sucedía.

Dijo que desde que él era pequeño empezó a ver a un sujeto a través del piso de parquet de cualquiera de las habitaciones de la casa, inclusive alguna vez lo vio en el patio, cuyo piso era de cemento, al principio no comprendía lo que sucedía, por ello se lo contó a su hermano mayor, pero debido a la poca diferencia de edades, éste no le dio importancia.


Transcurrieron los años, y eventualmente aquel sujeto que aparecía en el sub suelo empezó a entablar una conversación con Alberto.

Al parecer era un sujeto que vivía muy cerca a unas montañas, con su familia (mujer e hijos), tenía varios hermanos que residían en los alrededores además de otras familias, la mayoría se dedicaba a la pesca, algunos a la agricultura y el acopio de frutos, acostumbrando los pescadores ir por la quebrada hasta el acantilado y desde allí a la orilla del mar.


Afirmó tener seis hijos, a los cuales no veía desde hacía mucho tiempo, el último recuerdo de sus hermanos y compañeros de pesca fue una tarde en que tuvo un problema en el mar, y que mientras lo ayudaban a regresar a su casa, sintió desmayarse por alguna razón, hasta que un día se despertó, pero observó que nada alrededor le era conocido.

Ni las casas, ni los ambientes, ni el mobiliario, tampoco existían chacras ni animales alrededor, hasta el sendero por el cual iba al mar era distinto, ¡había cambiado!, la tupida vegetación había desaparecido, y lo peor era que no existían señales de su familia.

No tenía idea de cuánto tiempo había estado enfermo y/o durmiendo, pero reconocía la antigua ruta hacia el mar, así como los restos de una antigua construcción al borde.


Alberto continuó relatando que, dicho sujeto aseguró que ante distintos sonidos con voces que no identificaba, decidió investigar que sucedía, fue así que vio a varias personas desconocidas para él (en idioma, vestuario y entorno), hasta que lo descubrió, que al principio simplemente lo empezó a mirar, hasta que sin saber cómo, supo traducir o interpretar su idioma.

Fue en una de esas primeras apariciones, que el sujeto (cuya apariencia se mantenía en el tiempo), trató de elevarse, por ello Alberto le habló en forma imperativa, diciéndole que no se levantara.

La madre, trataba de asimilar esa conversación, porque para ella no tenía sentido, lo escuchó calmada y sin interrumpir.

Preocupada por la salud de su hijo trató de indagar por hechos similares entre sus amistades, hasta que una de ellas (una amiga en común), le comentó que conversara conmigo, tiempo después, una tarde me llamó, identificándose, porque deseaba relatarme esta historia. 


De una manera calmada, un día decidí ir a visitarla, para conversar de manera disimulada, ambas con un tono de voz muy baja; hasta que de pronto empecé a escuchar a su hijo quien al parecer hablaba con alguien, pero por sus palabras, parecía que ese alguien estaba enterrado en alguna parte, quizá un antiguo cementerio ubicado en los alrededores de su predio.

La conversación era fluida entre ambos, aunque yo sólo escuchaba a Alberto, como si estuviera hablando con alguien vía el teléfono, por sus palabras, especulé que el sujeto aparentemente había fallecido hace siglos, pero que al parecer, él estaba seguro que continuaba vivo.

Esta historia tiene al menos diez años de relatada, cuando traté de volver a localizarlos, descubrí que la madre de Alberto ya no reside ahí, ignoro si aquel sujeto continua tratando de elevarse del sub suelo.


Fotografías Derechos Reservados

Dibujos Geométricos: Ángulos 43



Dibujos Geométricos: Ángulos
Dibujo Geométrico 43


Mis figuras geométricas angulares, tiene como característica que en cada obra, se dibuja el mayor número de ángulos posibles, esas esquinas puntiagudas, difíciles de pintar.

Muchos de los dibujos están acompañados con rectángulos o simples rectas, aunque en algunas, sólo son ángulos.

Las rectas de cada ángulo empieza en cualquier lugar en el espacio, trazando líneas diagonales todas de distintas dimensiones, pero casi siempre con simetría.

Estas obras fueron realizadas sobre Cartulina Canson, pintadas con témpera, con pinceles número 0 y 2.

Las obras de este artículo, fueron nominadas # 36#37# 39# 42# 43, y # 46.


Op Art Azul 05

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Dibujo y Pintura de Op Art a la venta. $500

Op Art Verde 69

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Dibujo y Pintura de Op Art a la venta. $500

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