Plaza Butters de Barranco

La plaza Butters fue durante muchos años una extensa zona de cultivo, por la que pasaba un cauce de la acequia Talama, que transitaba por la actual avenida Jorge Chávez.

Toda esa zona fue habitada durante siglos por nativos peruanos, dedicados a las labores agrícolas, así como a otras actividades de pesca, tejido y comercio.

El lugar era conocido como “Señorío de Sulco”, abarcando  hasta las orillas del mar de los actuales distritos de Barranco y Chorrillos.

Hasta finales del siglo XVIII, en el lugar no era frecuentado por extranjeros, fue a partir de principios del siglo XIX en que se le designó Tejada Alta, quizá por su cercanía con el barrio Tejada ubicado entre los distritos de Barranco y Miraflores.

Por ese mismo tiempo, en los alrededores de la actual Plaza Butters, en especial donde actualmente queda el distrito de Surco, fue que se empezaron a lotizar grandes extensiones de terrenos con el propósito de ubicar viñedos, los cuales existieron hasta finales del siglo XX.

La plaza limita con la calle Balta, la cual es la continuación de la avenida Piérola, interrumpida por un antiguo ovalo, denominado también con el nombre Balta, ubicado en la intersección de la avenida Bolognesi y la avenida República de Panamá.

Entre el Ovalo Balta y la Plaza Butters sólo existen dos cuadras, ambas habilitadas para viviendas a principios del siglo XX, algunas de las cuales se construyeron sin haber delimitado los linderos de la plaza.

En la década de 1920, las calles perpendiculares a la plaza Butters fueron urbanizadas con la finalidad de edificar viviendas destinadas para las clases de condición económica media y baja, instalando alrededor diversos servicios básicos como colegios y mercados.

A unos metros de donde sería la plaza, se instalaron unos rieles para que transite el ferrocarril Lima Chorrillos, el cual continúo por la calle Lima, hasta la calle Corpancho, para continuar por la calle 28 de Julio.

Hacia la década de 1930 ya existían algunos predios de un sólo nivel en la zona derecha de la plaza Butters, así como la mayoría de los predios de las calles Lima y Luna Pizarro, construidos con distintas características, algunos suntuosos y otros precarios.

La plaza Butters fue delimitada como tal el 18 de diciembre de 1939 como la Plaza de las Delicias.

pero su nombre fue modificado en Septiembre de 1957 por el de William Butters.

William Butters fue un vecino barranquino, quien participó activamente con la Municipalidad de Barranco.

El espacio ocupado por la plaza estaba dividido en cuatro pequeñas áreas verdes con un paso peatonal en forma de cruz.

Por esos años, casi todos los lotes alrededor de la plaza estaban ocupados por predios de uno y dos niveles, con excepción del área donde alguna vez estuvo un colegio barranquino así como el ubicado justo en la esquina de la avenida Jorge Chávez, pero ambos terrenos se encontraban cercados.

Relatos de los vecinos de la zona comentan que inclusive hacia la década de 1950 los predios eran pequeñas casas ocupadas por personas de condición económica media y baja.

Es de recordar que toda esa zona carecía del abastecimiento de agua, así como de los sistemas de desagüe, y tampoco estaba instalada la energía eléctrica en las calles, la mayoría de los senderos para los vehículos automotores eran trochas asentadas, quizá porque por la zona continuaba inundándose producto de las zonas de cultivo y los canales de regadío.

Hace unos años toda la plaza fue remodelada, colocando un cerco de protección, bancas de distintos estilos, así como un espacio para los juegos infantiles.

También se han habilitado soportes y bancas para los distintos juegos de mesa como el ajedrez o las damas, instalando en la zona central un pequeño anfiteatro.

Y sobre todo muchas áreas: árboles, plantas, arbustos, flores, con césped muy bien cuidado.

El recuento de la historia de esta Plaza está ligado con los miles de ciudadanos barranquinos que lo frecuentamos, en especial la segunda mitad del siglo XX, las importantes empresas comerciales y el surtido mercado de abasto ubicado en la calle Arica, lo hacía un lugar de mucho tránsito peatonal y vehicular.

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