El distrito de Miraflores fue creado en el año 1857, con importantes residencias alrededor del parque central, con áreas consideradas terrenos baldíos o zonas de cultivo.
Durante muchos años, miles de metros del malecón y del acantilado miraflorino, a la espalda de la Av. del Ejército, de la Urbanización Santa Cruz, fueron terrales sin cuidado de las autoridades municipales.
Uno de los malecones más solitarios fue el Malecón de la Marina, a pesar de existir varias residencias cuya puerta principal estaba en ese sendero.
La zona era considerada algo insegura por haberse instalado personas con recursos escasos en las laderas del acantilado, ciudadanos que fueron retirados hacia mediados de la década de 1990.
Tiempo en que el lugar empezó a ser concurrido por diferentes vecinos, en especial por ser un excelente lugar para admirar los atardeceres de verano.
Fue por ello que las autoridades miraflorinas decidieron poner en valor una zona del acantilado, a varios metros por debajo de la vereda.
En el año 1996 a esa zona de Miraflores, se bautizó con el nombre María Reiche, en honor a la investigadora alemana, que estudió las Líneas de Nazca.
María Victoria Reiche Neumann, fue una arqueóloga y matemática alemana nacionalizada peruana, nacida en Dresde, Alemania el 15 de mayo de 1903.
Falleció en Lima el 8 de junio de 1998.
María Victoria Reiche Neumann, fue una arqueóloga y matemática alemana nacionalizada peruana, nacida en Dresde, Alemania el 15 de mayo de 1903.
Falleció en Lima el 8 de junio de 1998.
Acondicionando varias de las principales representaciones como la lagartija, la araña, la mano, el pájaro, el mono, el colibrí y la flor.
Fue recién a finales del siglo XX que esa zona del balneario empezó a cobrar interés para los vecinos de la ciudad.
Tanto por los hermosos paisajes como por la tranquilidad de la zona.
La posición del acantilado permite admirar casi toda la Bahía de Lima.
Y fue así que un atardecer fue posible admirar el destello verde justo en el límite entre el cielo y el mar.
Sin embargo cualquier tarde es oportuna para observar bellísimos atardeceres.
En especial las tardes de otoño y primavera
Están cordialmente invitados a visitarlo.
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