Hasta principios de la década de 1920, el malecón Cisneros era un área ignorada por los residentes miraflorinos
Sin embargo se habían construidos algunos elegantes predios muy cerca al acantilado del Malecón Balta.
Antiguas fotografías muestran que existían algunas delimitaciones de senderos, en forma de triángulo, muy parecidos a los antiguos campos de cultivo
Todos los acantilados de ese malecón eran muy verticales, no siendo posible el acceso al mar de manera sencilla, aunque algunas grietas eran visibles, quizá al haber sido alguna ruta del cauce de un río.
Hasta la década de 1960, la zona conocida como el parque Raimondi, era un área baldía.
Fue recién en la década de 1980, que a la altura de la calle Roma, se colocó un monumento en homenaje a Antonio Raimondi, rodeando una pequeña zona con áreas verdes.
Con el transcurrir de los años, ese sector del malecón empezó a ser concurrido por parejas de enamorados, remodelándose en el año 2005 convirtiéndose en un parque ecológico, con más de 35,000 metros cuadrados.
Se sembrando arbustos y laberintos con flores de colores, plantaron árboles de pinos, palmeras y otras variedades, así como una pileta iluminada, que adornaba el paisaje.
También se habilitaron varios mini gimnasios, juegos infantiles y una ciclovía al borde del acantilado
Y se instalaron algunos miradores en la zona alta para una mejor vista al mar, en especial para admirar los hermosos atardeceres.
Toda la zona se encuentra inclinada, con pocos grados entre sector y sector, por ello es posible mirar los atardeceres desde cualquier lugar del parque.
Por la amplitud del horizonte, en cualquier fecha del año son visibles las diferentes estaciones del año.
Es así que existen momento en que el Sol puede verse muy cerca al parque Del Amor y en otros momentos muy junto al Faro de Miraflores.
Cada atardecer es irrepetible, la variedad de colores del firmamento ocurren inclusive en muchas tardes de invierno.
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