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sábado, 22 de noviembre de 2025

Calle 28 de Julio en Barranco


El distrito de Barranco fue urbanizándose poco a poco a partir del siglo XIX.


La primera zona de viviendas estuvo alrededor de un antiguo cauce del río Surco, proveniente de la Acequia de Talama, que irrigaba la actual plaza Raimondi, cruzaba la antigua carretera y ruta del ferrocarril Lima Chorrillos, y continuaba por la calle Unión, atravesando la avenida Grau para seguir por las calles Domeyer, Sucre y diversas zonas de la actual Bajada de los Baños.


Hacia mediados del siglo XIX sólo la zona de los alrededores de la ruta del agua estaba poblada, aunque existían algunas precarias casitas en las zonas apartadas, por haber sido áreas de cultivo donde residía el personal que ahí laboraba.


La popularidad del transporte público motiva el desarrollo en cualquier comunidad,  esa es una de las condicionantes económicas para el progreso de los pueblos, por esa razón el ferrocarril que transitaba por la actual avenida Bolognesi logró un rápido crecimiento poblacional alrededor de su recorrido.


Fue así que para principios del siglo XX la calle 28 de Julio ya había sido totalmente planificada y algunos de sus lotes edificados con elegantes residencias.


Sin embargo los terrenos cercanos a los acantilados permanecieron casi desiertos.


A excepción de una singular construcción de propiedad de la Oficina del Cable Submarino con vista a la pequeña plazuela, y de otro predio ubicado justo al frente.


Hacia la década de 1920 la construcción de viviendas continuó sobre la calle 28 de Julio, la mayoría para ser ocupadas por familias, las cuales, por esos años tenían numerosos niños, por lo cual se necesitaban importantes extensiones de terreno.


Lo curioso es que la primera cuadra de esta calle nunca fue ocupada, ambos lados fueron las paredes laterales de los predios construidos tanto sobre la av. Bolognesi como la av. Grau.


Sin embargo en la segunda y tercera cuadra si se construyeron diferentes modelos de vivienda, y en algunos casos algunos funcionaron como locales comerciales, en especial los instalados en las esquinas.


Mientras tanto la cuarta cuadra, la que daba al acantilado continuaba casi desierta.


Fue en la década de 1930 cuando prácticamente todos los lotes de las primeras tres cuadras de esta calle estaban construidos, y algunos correspondientes a la cuarta cuadra, en esta cuadra, con espacio para las áreas verdes y árboles.


Por alguna razón en las primeras tres cuadras nunca se dejó espacio para la clásica berma ni se destinó espacios para plantar árboles.


En esta cuarta cuadra se habilitaron hermosas residencias, algunas de las cuales tenían pintorescas quintas en la parte posterior, habitada, por ciudadanos de diversas nacionalidades.


El terremoto de 1940 deterioró varios de los predios de toda esta antigua calle, lo cual motivó la demolición y reconstrucción de nuevas residencias.


Al final de esta calle se encuentra la Plazuela 28 de Julio, una hermosa zona llena de plantas, árboles, arbustos y flores cerca al acantilado.


Esta plazuela ha sido modificada múltiples veces, cambiando los senderos, para llegar al malecón desde el cual es posible admirar el mar.


Es uno de los malecones de esta zona del distrito de Barranco que continúa con la siguiente calle, en este caso es posible salir por la calle Bresciani.


Hasta finales del siglo XX era posible caminar por todo el acantilado de esta zona de Barranco, porque ninguno de los predios habían invadido los acantilados.


Desde la calle 28 de Julio se podía acceder a los malecones de las calles Bresciani, Solari, del Pasaje Lavalle, y la calle Tisson, no siendo posible caminar solamente por el sector de la calle Alfredo Silva, para ello era necesario dar la vuelta por la avenida Pedro de Osma para llegar al Malecón.


Admirar la inmensidad del mar desde los acantilados barranquinos es un beneficio que se está perdiendo, al igual que el oxígeno, porque con la invasión privada también desaparecieron muchos árboles y arbustos que adornaban el malecón.


Vía de sólo cuatro cuadras, pocas veces se observan flujo turístico por alguna de ellas, eventualmente para ingresar a alguno de los locales comerciales, pero no como parte de la belleza arquitectónica de nuestra ciudad.


Sendero donde se instaló un importante colegio barranquino, mantiene residencias hermosas, algunas no consideradas en el listado del patrimonio monumental inmueble de Barranco.


La belleza arquitectónica de varios de ellos, en los elementos de su construcción denota que han sido cuidados y mantenidos a través del tiempo, muchos con 100 años de antigüedad.


Puertas, ventanas, balcones, barandas, pisos, escaleras, vitrales, hasta los detalles de las paredes y cornisas son obras de arte que son apreciadas por los pocos visitantes que reparan en que cada una de ellas relata una parte de la historia de nuestro balneario.


Lamentablemente así como hay predios en perfecto estado de conservación, también hay los que se están deteriorando con el paso del tiempo, posiblemente por efectos de la nefasta Ley del Inquilinato que destruyó de alguna manera nuestro patrimonio arquitectónico.


Mi intención de promocionar estas bellas calles y casas de mi ciudad natal, tiene como finalidad desear que se mantengan por siempre igual.



sábado, 15 de noviembre de 2025

Calles con nombre de Ciudades en Jesus Maria

 

Las calles del distrito de Jesus María mantiene su belleza y prestancia desde casi un siglo, por alguna razón el catastro urbano de esa comuna, fue diseñado con amplias veredas, bermas y pistas. 

Quizá por ello se ha mantenido la belleza arquitectónica.

He captado fotografías de las calles Huamachuco, Junín y Talara que corresponde a provincias de nuestra patria, así como diversas ciudades como Milán, Rio de Janeiro y Republica de Chile, observándose el deseo de recordar aquellas ciudades importantes para la comunidad de Jesús María. 


Las características de los predios de las mencionadas vías son similares, amplias zonas de berma municipal, siempre con árboles, plantas y arbustos, aunque pocas flores. 


Retiros dentro de las mismas casas, casi siempre con áreas verdes, árboles pequeños, y si variadas flores. 


La mayoría de predios son de dos niveles, y por sus características pertenecen a grupos familiares de nivel económico medio. 


Entre ellos se aprecian varias mansiones con hermosos balcones de madera tallada, así como varias viviendas multifamiliares en edificios de tres niveles.


Algunas casas son de tres niveles, estando el tercero  acondicionado con alguna torre o con techos a dos inclinaciones.


Muchos de los predios construidos hacia la mitad del siglo XX han sido modificados, ya sea en la fachada, o agregándole un tercer y cuarto nivel.


El distrito de Jesús María  es uno de los cuarenta y tres distritos de la ciudad de Lima.


Limita al Norte y el Este con el cercado de Lima, una zona del Norte con el distrito de Breña, al Este nuevamente con el distrito de Lince; al Sur con los distritos de San Isidro y Magdalena del Mar; y al Oeste con el distrito de Pueblo Libre.

Fue fundado el 17 de diciembre de 1963, funcionando como desde finales de la década de 1950.

Tiene una superficie de 4.57 km², con una población, según el censo del 2017 de 71,589 habitantes.


Sus pobladores iniciales residían en la zona hace más de 500 años, habiendo sido territorio de los Señoríos de Maranga y Cuismancu.

Desde el siglo XVIII se empezaron a modificar los linderos, con la adecuación de haciendas, chacras y parcelas, todas destinadas a la agricultura.


A principios del siglo XX, el área no definida eran terrenos agrícolas que formaban parte de los distritos Magdalena del Mar, Pueblo Libre y Cercado de Lima.


El distrito era considerado como un lugar donde residías personas con alto nivel socio económico y cultural. Motivado también por la instalación de la urbanización Jockey Club en el año 1910, en los alrededores del entonces hipódromo de Santa Beatriz (1904), lo que hoy es el Campo de Marte.


En las principales avenidas y calles se construían elegantes residencias con estilos arquitectónicos foráneos, propios de sus habitantes, en especial moriscos y neocoloniales; con muchos balcones, jardines y ventanales.


Por ello fue el centro de operaciones de numerosas embajadas, consulados y misiones diplomáticas, además de las residencias de los extranjeros.


Hacia la década de 1920 se crea la urbanización Jesús María, con la construcción de viviendas de uno y dos niveles para sectores económicos pudientes, pero por alguna razón siempre había un callejón o corralón en la parte trasera.


Desde la década de 1940, debido a la construcción de la avenida Salaverry, el lugar empezó a poblarse con ciudadanos de diversos niveles económicos, así como se inició la construcción de pintorescas quintas en especial en las calles.


Las zonas populares con la construcción de edificios multifamiliares de tres y cuatro niveles, la mayoría sin espacios para estacionamientos se inició en la década de 1960.


Por la belleza arquitectonica de la mayoría de sus predios, es muy entretenido y cultural caminar por estas antiguas calles.





martes, 4 de noviembre de 2025

Parque malecón Marina en Miraflores


El terreno donde actualmente se encuentra el parque de la Marina (también conocido como el parque Villarreal)  era hacia la década de 1940 un solitario acantilado.


Ubicado entre la doceava y novena cuadras del malecón De la Marina, se inicia en la cuadra 12 de la av. Del Ejército bordeando todo el acantilado hasta la altura de la calle Villarreal y el parque Federico Villarreal.


Tiene como vías perpendiculares sólo al lado izquierdo a la calle José Domingo Choquehuanca.


Una zona del parque limita con el Complejo Deportivo Chino Vásquez.


Aunque antiguos planos muestran que quizá si se habían trazado senderos desde la av. Del Ejercito hacia el Malecón de la Marina, que nunca se habilitaron.


Se observan rectas del catastro de las calles Jorge Polar, José Choquehuanca, Mariano Melgar y Mateo Pumacahua.


Hasta la década de 1930 no existía un sendero establecido para el malecón de la Marina, pero si para la calle Contralmirante Villar, que pareciera haber sido la continuación de este malecón, por encontrarse en la misma recta.


Sin embargo, al ser totalmente ondulante todo el malecón miraflorino, al parecer, se optó por modificar la ruta desde el parque Villarreal, aprovechando el área sobre el actual parque María Reiche.


Las laderas de este malecón demuestran que es poco probable que haya existido algún sendero para acceder al mar.


El parque fue acondicionado como tal a mediados del siglo XX, sin embargo, la zona continuaba siendo un lugar extremadamente solitario.


Por ese mismo tiempo se habilitaron un par de canchas deportivas en una zona plana del malecón. El parque fue habilitado recién después de la década de 1940.


Hacia la década de 1960 se empezaron a construir distintas viviendas multifamiliares, siendo un edificio de ocho niveles uno de los primeros, con vista a una zona totalmente árida.


La afluencia de vecinos hacia las canchas deportivas motivaron cercar el espacio, en especial para que la pelota no llegue al mar.


En el año 2005 se decidió remodelar toda esa zona del malecón para convertirla en un espacio más amigable para los vecinos y visitantes.

Se instalaron bancas de madera, cercos protectores, así como un sendero mixto, entre tablones y lajas, y numerosas farolas.


El parque continua siendo un lugar solitario, sin embargo, es mucho más atractivo por las mencionadas remodelaciones.

Además tiene una maravillosa vista al horizonte
.




Parque Chino

Plaza Aviación

Parque Porras

Parque Meliton Porras

Parque Armendariz

Parque Champagnat

Parque Domodossola

Parque Villarreal

Parque Carossio

Parque Letonia

Parque Intihuatana

Parque Ferrero






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