En la provincia de Ica, existe un hermoso oasis en medio de un desierto.
Habitado por unas pocas personas a principios del siglo XX, fue un pueblo que fue creciendo manteniendo las características de su origen, actualmente residen alrededor de cien personas, pero sus visitantes los superan.
Las aguas iniciales del oasis provienen del afloramiento de corrientes subterráneas, por ello existe mucha vegetación compuesta de palmeras, eucaliptos y el algarrobo (huarango), siendo un lugar de descanso de las aves migratorias.
La zona se estableció con unas pocas cuadras y pequeñas casas, todas con vista a la laguna y
un pintoresco malecón, con algunas entradas para acceder al agua que aún mantiene el color esmeralda.
Aunque la zona no lucía de la misma manera hace algunas décadas, las vistas a continuación son de la década de 1920.
Los predios eran de un sólo nivel, habitado especialmente por lugareños y algunos visitantes de la provincia de Ica.
En el año 1940, Huacachina se convirtió en un balneario popular, pero visitado solamente por los vecinos y algunos visitantes de Lima. Fue a partir de la década de 1960 en que empezó a tener importancia internacional.
Por ese motivo en el pequeño pueblo se empezaron a instalar hoteles, hostales, y fue una oportunidad de negocio para los residentes, los cuales también ofrecen alojamiento, lo cual es muy interesante porque tiene la oportunidad de escuchar las largas conversaciones sobre el origen del lugar.
La calidad sanadora de sus aguas en sustancias sulfurosas y salinas, del siglo XX prácticamente han desaparecido, por ello no es recomendable bañarse en sus aguas.
El malecón se encuentra decorado con barandas, alamedas y escaleras por si los visitantes desean pasear cerca al agua.
El clima de la zona es extremadamente seco, posiblemente por encontrarse rodeado entre enormes dunas de arena.
En algunas épocas del año, es preciso bombear agua desde la ciudad de Ica para mantener viva a la laguna obtiene agua.
La etimología de Huacachina proviene de las palabras Huaca que en quechua significa llorar, y china que significa mujer, y que fue debido a ese llanto que se formó la laguna.
Pero también existe el mito que se escucha el canto de una mujer, en especial en las noches de luna llena.
Está ubicado a 350 km al sur de Lima, alrededor de 4 a 5 horas de viaje en bus, que culmina su recorrido en la ciudad de Ica, desde ahí deberá solicitarle a un taxista que lo transporte hasta el oasis.
Existe un sendero asfaltado desde la ciudad de Ica para que los visitantes no tengan problemas con los desniveles del lugar.
También habilitaron pequeñas tiendas con recuerdos y productos locales, así como locales de comida.
En la zona también se expenden algunos productos originales de la provincia, como las mermeladas de frutas de Ica, en especial los higos y los mangos, o también distintas bebidas alcohólicas, como pisco y el vino.
Huacachina recibe visitantes durante todo el año, porque el clima siempre es cálido y soleado, con una temperatura media de 25º, aunque en verano se eleva un poco.
De todas maneras es necesario usar algún tipo de bloqueador porque el sol podría dañar su piel, así como un labial para cuando se resecan los labios.
Un gorro de ala ancha así como anteojos que lo protejan de la luz del sol y de la arena también sería importante que considere en su mochila.
Es recomendable emplear una cámara fotográfica, por ser más versátil que el celular, el cual fácilmente se llena de arena, aunque en cualquier caso siempre le saldrán hermosas fotografías.
Alrededor de la laguna existe el servicio de alquiler de botes de remo o pedales para pasear por esta durante un tiempo determinado.
También es posible ingresar al agua, aunque por las razones expuestas no es recomendable por no ser un agua natural, sino que buena parte de ella proviene de los camiones cisternas.
Además de caminar por el pequeño pueblo, cambiar de ambiente, es posible realizar algunas actividades típicas de las zonas arenosas.
Puede practicar sandboard, viajar por una hora en carro arenero o simplemente correr por la arena.
Los servicios turísticos también ofrecen paseos a pie pero requiere de un guía para no perderse entre las dunas, al igual los servicios de cabalgatas con caballo también con guías, o acampar en zonas cercanas a la laguna.
Y a partir de las 6 de la tarde podrá acceder a los lugares estratégicos de las lomas para admirar el atardecer.
Por la noche es necesario estar abrigado porque la temperatura puede descender hasta 14º, en especial durante el invierno.
Y aprovechar para ubicarse cerca al malecón para admirar el hermoso cielo y la cantidad de estrellas, luego puede animarse y asistir a alguna de las fiestas que organizan los hoteles y los bares, los cuales son visitados inclusive por personas que no están hospedados en el Oasis.
Por ser una zona bastante informal, el servicio de los hoteles y hostales es muy sencillo, con las características similares a los hospedajes de las playas.
Aunque existe el Hotel Mossone, antigua hacienda colonial que ha acondicionado habitaciones para un determinado grupo de visitantes, en el cual no se encuentran ni los mochiles ni los jóvenes, aunque igual puede ir a conocerlo y de paso servirse alguno de sus exclusivos platos a la carta.
A unos minutos, también en taxi, existen otros hoteles con los servicios similares a un hotel de cuatro estrellas, con piscinas, y algunos auquénidos que pasean libremente por los amplios jardines.
O sentarse a admirar las bellísimas glorietas.
Fotografías Derechos Reservados.
Algunas fotografías han sido retocadas.
Un lugar muy bonito y recomendable para ir a visitar.
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