La zona antigua del distrito de Barranco estuvo centralizada cerca a la estación del ferrocarril, al altura de la actual Plaza Espinoza, y en los alrededores de la avenida Pedro de Osma.
Y es que quizá por la cercanía al distrito residencial de Chorrillos, es que existía el interés por residir muy cerca a ese grupo poblacional, aún tiempo antes a que por dicha avenida transitara el tranvía.
Hasta principios del siglo XX, la única forma de transporte era el ferrocarril, que transitaba por la actual avenida Bolognesi y luego continuaba hacia Chorrillos por la actual la avenida Militar, y a pesar de ello, no se conoce la construcción de viviendas familiares en esa zona límite del distrito de Barranco con el de Chorrillos, inclusive hasta hoy, toda la zona pertenece al Ejército Peruano, con viviendas y áreas destinadas únicamente para los militares, pero edificadas hacia mitad del siglo XX.
Quizá por estar cerca a la plaza principal del distrito, los senderos transversales de la avenida De Osma empezaron a tener interés para construir sus predios, en especial los senderos al local Municipal, y debido a que ya estaba lotizada la calle 28 de Julio, se habilitó un sendero en el acantilado para llegar al pasaje Bresciani.
Modelo para armar de la nave USS Enterprise NCC 1701 D Generations de la serie Star Trek The Next Generation. Mide aproximadamente 50 centimetros. Producto nuevo fabricado por AMT. |
La Municipalidad de Barranco trazó los linderos de los pasajes Bresciani y Pedro Solari hacia principios de la década de 1910, iniciando las construcciones hacia el año 1913.
Star Trek Modelos para Armar a la Venta USS Enterprise NCC 1701 - Romulana - Klingon Primeras versiones de las naves Romulana y Klingon de la serie Star Trek que se estrenó el 8 de septiembre de 1966 |
Ambos senderos fueron ocupadas por vecinos de condición económica media, la mayoría ciudadanos dedicados al comercio, la agricultura en la zona de Surco y la pesca en las playas chorrillanas y barranquinas.
Las fuentes de información aseguran que esta zona carecía de agua potable, como casi todo el distrito hasta mediados del siglo XX, y las necesidades eran abastecidas con aguas de pozo o de los acantilados.
Un detalle que respalda la situación económica de los futuros habitantes de estas vías, es que los predios fueron construidos al borde de la vereda, sin dejar áreas para los jardines, tanto en la parte externa como en la interna, reflejo de la necesidad de vivienda.
Los materiales de construcción fueron la madera, el barro y la caña, todas de un sólo nivel, algunos de los cuales aún son visibles en el pasaje Solari.
Hacia mediados del siglo XX, la capacidad económica de algunos nuevos residentes motivo edificar residencias con otras características, con jardines externos e internos, de dos niveles, e inclusive con detalles en puertas, ventanas y techos, permaneciendo a la fecha algunos predios en el pasaje Bresciani.
La situación económica de los pobladores de los predios al otro lado de la avenida Pedro de Osma eran similares, predios de un nivel y siempre junto a las veredas.
Esa característica se mantuvo hasta finales del siglo XX. cuando algunos predios fueron demolidos para construir edificios multifamiliares en especial con vista a la avenida, pero también sin áreas verdes, pero sí zonas para el estacionamiento de sus vehículos.
A principios del siglo XXI, las constructoras tuvieron preferencia por edificar viviendas con vista al océano, "invadiendo" las zonas de los acantilados de uso público para dicho propósito.
Es posible que hayan adquirido dichos terrenos a la Municipalidad de Barranco, porque desde esos años es imposible caminar por los acantilados de piedras de canto rodado ubicado entre las calles 28 de Julio, Bresciani, Solari y Lavalle, como solíamos hacerlo durante el siglo XX.
Inclusive el sendero del acantilado era tan ancho que era posible hacerlo pedaleando la bicicleta.
Un detalle interesante en la construcción de los edificios multifamiliares de esas zona, es que los precios promedio de venta de las viviendas construidas sobre el acantilado son extremadamente onerosas considerando que el distrito de Barranco siempre ha sido un pueblo de ciudadanos de condiciones económicas medias y bajas.
Ese resurgimiento económico es favorable para la ciudad por la mayor recaudación en temas relacionados con el autovaluo y la edificación, ingresos que lamentablemente no se ven reflejados en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Ambas vías considerados pasajes por no tener conexión vehicular entre sí, fueron planificadas para que tuvieran áreas verdes y jardines, lo que tampoco se observa en esas nuevas edificaciones.
Tanto los constructores de esas edificaciones valoradas en siete cifras, como sus actuales residentes, están viviendo de manera similar que los primeros residentes de la década de 1910, al borde de la vereda y del acantilado, sin dejar espacio para las áreas verdes ni para sembrar árboles.
Esa actitud compromete el normal desenvolvimiento de los acantilados barranquinos, los cuales ya sufrieron un deslizamiento de casi cinco metros durante el terremoto de 1940.
Y la actitud de los constructores y residentes, motiva que se encajonan el final de cada una de las calles, convirtiéndose en zonas de peligro.
Pero igual ambos pasajes forman parte de la historia de nuestro hermoso distrito de Barranco.
A pesar de los muros y rejas de los nuevos vecinos.
Felizmente aún podemos admirar las hermosas playas barranquinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario