Calle Arica en Miraflores

La calle Arica es una vía que continua de manera recta de la calle Bolognesi, empieza a la altura de la cuadra 7 de la avenida Pardo en Miraflores.

Recibe el nombre de Arica, en homenaje a la otrora provincia peruana ubicada al sur, con más de once mil años de historia ocupada por pueblos precolombinos.

Como resultado de la Batalla de Arica del 7 de junio de 1880, debido a los eventos de la Guerra del Pacífico, la ciudad pasó a ser territorio chileno, luego de un plebiscito, debido al Tratado de Ancón del 20 de octubre de 1883.

Hasta finales de la década de 1920, la calle Arica no estaba delimitada. Toda casi toda la calle eran terrenos sin construir, y en algunos casos pequeñas parcelas con cultivos.

Sólo las tres primeras cuadras hacia la avenida Pardo tenían algunas viviendas,

pero cómo por esos años no existía sistema de agua ni desagüe en la zona, ni tampoco energía eléctrica, es posible que haya sido residencia de los agricultores de la zona.

Esta vía es cruzada por la calle 2 de Mayo, seguida por Enrique  Palacios, para continuar en la calle Piura, rutas lotizadas hacia la década de 1930.

Otra calle que la cruza es la Chiclayo, continuando la avenida Angamos, vía que se encontraba afirmada por esos años, y con varias habilitaciones de viviendas por esos años.

Hacia la década de 1940, la calle Arica quedaba trunca debido a los terrenos ocupados por la Huaca Pucllana, pero incursiones inmobiliarias lograron eliminar esa área de la Huaca y la calle continuo de manera recta.

Entre la avenida Angamos y la calle Santa María, la cruzan en el siguiente orden las calles Larco Herrera pero sólo por el lado derecho, Eduardo De Habich y Enrique Meiggs por ambos lados.

El parque Juana Alarco de Dammert, para continuar con la calle Daniel Carrión, Bartolomé Herrera, hasta la calle Santa Maria.

En la década de 1940, ya habían sido trazadas las rectas de cada cuadra, pero que fueron modificadas porque un área de la Huaca Pucllana llegaba hasta unos metros de la av. Angamos Oeste. Con el tiempo dicha área fue eliminada, habilitándose para viviendas.

Casi todos los predios de la primera cuadra de la calle Arica, del lado par, fueron construidos a mediados del siglo XX, 

con detalles en las ventanas, puertas y balcones que ya no son instalados en las actuales edificaciones.

Aunque en esa misma calle aún existen casas que parecieran haber sido construidas en la década de 1940, la mayoría de un solo nivel.

En la segunda cuadra existe un predio con unas curiosas escaleras externas, que amenizan la vista.

Todavía quedan algunas casas con jardines exteriores muy bien conservados.

En la tercera cuadra aún se mantienen algunos predios construidos en la década de 1940, con la peculiaridad de incluir una angosta quinta. 

La cuarta cuadra tiene predios de distintas características, con techos a dos aguas, ventanas en forma de arco, detalles en los umbrales de las puertas y ventanas, así como en los muros de las azoteas.

Y existe un singular predio, cuyo frente es muy pequeño, pero aún mantiene muchas macetas y plantas en él, lo que lo hacen muy hermoso.

En la quinta cuadra, entre distintos grupos de residencias de dos niveles, existen varias quintas, la mayoría bastante estrechas, 

cuyos residentes tratan de mantener en perfecto estado, inclusive con macetas y hermosas plantas.

Pareciera que la mayoría de residencias a partir de la sexta cuadra fueron construidos a partir de la década de 1960.

La mayoría con áreas verdes en el frente y en la parte posterior, tenían pocos detalles en las puertas, ventanas y balcones.

Aunque existe una casa ubicada en la esquina con la calle Meiggs, que mantiene la prestancia de las residencias de un solo nivel edificadas a principios de la década de 1950, adornos en las entradas y en las paredes, pero como ha sido modificada, el aspecto de las ventanas es moderno.

Las cuadras octava y novena prácticamente han sido invadidos por edificios sin valor arquitectónico, y sólo se mantiene el predio ubicado en la esquina con la calle Carrión, preciosa casa con distintos ambientes cada uno con preciados detalles que la hacen inolvidable, muy cerca al Ovalo Gutierrez

En la décima cuadra se vuelve a encontrar pequeñas quintas, siempre con áreas verdes que la adornan.

Así como algunas residencias con importantes adornos en la fachada, puertas, ventanas y balcones, algunas con indicios de haber habilitado una chimenea.

Hacia el inicio de la cuadra once, se observa una hermosa residencia construida a dos aguas, de varios niveles, con tejas de color rojo, y un trabajado muro de ladrillos que permite observar el hermoso jardín exterior. 

Metros antes de la calle Santa María, se encuentra una residencia que parece un antiguo castillo medieval, por las paredes en forma de torre, los techos a dos aguas, y los adornos en puertas, ventanas e inclusive en los balcones.

Aunque el predio se encuentra un poco escondido entre los árboles de la zona, siempre es posible admirar aquel hermoso predio de la calle Arica.

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