Durante mi vida he conocido personas con distintas actitudes, algunas me saludan eventualmente, otras que luego de haber sido amigos por décadas eluden mi mirada, seres que hacen como que nunca me conocieron, o entes que me encuentran en la calle y creen que somos amigos de toda la vida.
Fue así que hace 8 años, estando sentada en el salón del club Social Miraflores, asistiendo a un Recital de Poesía, empecé a escuchar a mi lado izquierdo, la voz de una dama, quien no me dijo que se apellidaba Palma, quien no cesaba en decir que era poeta, que había publicado varios poemarios, y prácticamente me los colocó sobre mis piernas, insistiendo que los lea y que se los compre, yo varias veces hice el gesto de silencio, empleando mi dedo sobre mis labios, pero la tipa no se callaba,
En un instante inesperado, una mujer sentada delante de la señora Palma, se volteó y me dio un fuerte golpe en la rodilla, diciendo, con un alto tono de voz: “cállate”, cuando yo nunca había hablado.
Esa actitud agresiva me mortificó, la primitiva acción de esa mujer, denotaba su carácter, ya que nunca se solicita el silencio con un golpe.
Además, su actuar, demostraba ser una mujer agresiva y violenta, y lo peor, que lo hacia la persona equivocada, porque la que hablaba estaba sentada justo detrás de ella.
El mayor problema es que yo tengo una herida en esa rodilla, por un antiguo problema de un derrame del liquido sinovial, por efectos de mis antiguas practicas de básquet, por lo cual no puedo arrodillarme, sin sentir malestar; y aquel golpe inesperado, me causó un gran dolor.
Al culminar el evento, me acerqué a la violenta, para inquirir el por qué de ese comportamiento, cuando yo no estaba hablando, además que el silencio no se consigue con golpes, pero la neurótica, insistió en asegurar que era yo la que hablaba, con una voz intimidatoria, por lo cual me alejé.
Transcurrieron los meses, y volví a ver a aquella mujer, en una actividad sobre el Distrito de Barranco, cuando la expositora, invitó a participar con preguntas o inquietudes al público, yo empecé a hablar sobre los cambios en la fisonomía del distrito, refiriéndome a la destruida Laguna y el Centro Cívico, sugiriéndoles que quizá podríamos hacer algo para recuperarlos; justo en ese instante, la neurótica me interrumpió, insistiendo que ya me calle, que parecía un monólogo, y que yo no tenía la exclusividad de la palabra, ignorando que antes de mi participación habían hablando al menos otra media docena de personas.
Los asistentes de la sala, se mantuvieron en silencio, pero la anfitriona supo responder, argumentando que siendo yo una ciudadana barranquina, era normal que me preocupara de un tema que estaba mortificando a los vecinos desde hacía muchos años, por ello me invitó para que culmine con mi comentario.
Ese día descubrí que la neurótica dice ser nacida en la argentina, se llama Ana María, y se presenta como médico y poeta.
Por los antecedentes, es difícil creer que sea médico o poeta, porque ellos son seres con una actitud muy serena y pasiva, diferentes a ese actuar, por lo que decidí mantenerme lejos de ella.
Sin embargo, las actividades poéticas me hicieron coincidir con la neurótica, en distintos escenarios, y hasta inclusive captarnos fotografías juntas, aunque yo hacía a lo imposible para evitarlo, los anfitriones tendían a colocarnos juntas, aunque en todas las oportunidades, yo no la miraba y menos saludaba, primero por su actitud agresiva, y luego porque nadie nunca nos había presentado.
Pensé, mientras esté lejos, mejor para mí, pero hace unos sábados sucedió algo totalmente incomprensible.
La Universidad de Piura, en su sede en Miraflores, desarrolló un evento cultural, donde se realizarían diversas actividades sobre historia, idiomas, gastronomía, vintages, poesía, micro relatos, entre otros temas.
La Universidad de Piura, en su sede en Miraflores, desarrolló un evento cultural, donde se realizarían diversas actividades sobre historia, idiomas, gastronomía, vintages, poesía, micro relatos, entre otros temas.
Me inscribí en las actividades de micro relatos y poesía, asignándome el horario de las 6 y 7 de la tarde respectivamente.
Ya en el salón de los micro relatos, me acerqué al moderador, para informarle que me habían asignado ese horario, y que para contar mis micro relatos, previamente debía informar a la audiencia sobre mis antecedentes.
Inicié mi presentación diciendo que desde hace 24 años administro el club de fans de Star Trek, con mi hermana Jacky, realizando actividades sobre Viaje a las Estrellas, Ciencia Ficción, Fantasía y Horror, y que en ese momento relataría tres historias sobre los Eventos Paranormales como efecto de la Batalla de Miraflores.
A los 30 segundos de iniciarlo, me percaté que la neurótica estaba entre la audiencia, la cual interrumpió mi presentación diciendo más o menos estas palabras: “que haces ahí parada”, “yo te conozco como poeta”, “tú no tienes nada que hacer ahí”, “yo sé que eres poeta no narradora”.
Yo traté de continuar con mi relato, pero la neurótica seguía hablando, “nadie entiende lo que dices”, y otras frases poco comprensibles, ante esa actitud, me dirigí al moderador, para preguntarle si esa señora iba continuar interrumpiéndome todo el tiempo, por ello le dije: "¡por favor modere!", ya que así no podía continuar.
Pero el moderador se quedó callado, parecía asustando, actitud que demostraba que no era la persona idónea para dirigir ese evento, mientras la mujer trastornada continuaba hablando en voz alta palabras que insistían en que me debía retirar, porque yo no tenía nada que hacer ahí, y frases por el estilo.
Ante la indiferencia del moderador, y la continua falta de respeto de esa mujer ignorante, decidí seguir relatando la historia, que se inició en la década de 1950, en la zona cercana al Ovalo de la Av. Pardo, cuando un niño veía a un soldado con ropa del siglo XIX, parado cerca al jardín, y que 50 años después, el ahora adulto, continuaba viéndolo.
Empecé con el segundo relato, identificando que se trataba de un extraño suceso que ocurría en la esquina de la Av. Benavides y la calle Ramón Ribeyro en Miraflores, pero la neurótica, interrumpió con estas palabras: “¿Cuál es el título?”, respondiéndole “Un haz de luz”.
Al culminar ese micro relato, continúe con el tercero, titulado “Una niña vestida de blanco”.
Al culminar mi participación, la intensidad de los aplausos fue muy distinta a la de los demás participantes, lo cual me alegró, pues fui la única de todos los participantes, que transmitió los micro relatos sin necesidad de leer, mirando a los rostros de cada uno de los asistentes.
Ello se debe a que antes de cualquier presentación, yo me aprendo de memoria aquello que voy a relatar, porque me parece una falta de respeto "esconder su rostro leyendo" en un cuento tan breve.
Al regresa a mi asiento, escuché con atención a los siguientes participantes, pero debí retirarme, pues pronto debía participar en la actividad de poesía.
¿Por qué de este artículo?
Escribo este artículo, como medida de seguridad ante la constante agresión de aquella mujer neurótica, considero que su actitud agresiva, grosera, déspota e ignorante, es un peligro para mi integridad.
No comprendo, por qué la neurótica insistía, que una persona que escribe y recita poemas, no puede ser también relatora de historias de ciencia ficción, cuando en el medio local, he ofrecido decenas de entrevistas a los medios de prensa nacionales e internacionales desde el año 1993, hablando sobre la ciencia ficción.
Obviamente esa mujer ignora que debido a nuestra persistencia (que incluye a mi hermana Jacky), se abrió el camino para la difusión de la literatura nacional de ciencia ficción. Gracias a la constancia y continuidad de nuestras actividades culturales y recreativas sobre este género de la literatura.
Espero que este articulo, aleje de mi vida a esa neurótica, ya una vez me golpeó, y otras dos veces me faltó el respeto, ojalá que pronto sea internada en un centro de rehabilitación para orates.
Visitantes nocturnos
Me ha gustado tu artículo, esa es una mujer sumamente agresiva, sería conveniente que te acerques a la comisaría a denunciarla. Y si es cierto que es de nacionalidad argentina podrías mandar copia de la denuncia al Consulado de Argentina, ahora que se ha puesto de moda poner en órden a algunos y regresarlos a su país de origen. Salvo mejor parecer. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarFui a la Comisaría, pero como no tengo ni pruebas ni testigos, ni siquiera una filmación, ¿como si fuera fácil filmar a alguien que te golpea de imprevisto?, no pude denunciarla.
Desde del golpe en mi rodilla, cada vez que la veo, me alejo, pero en la Universidad de Piura me sorprendió verla, sobre todo interrumpiéndome.
Saludos.
¡Hay muchas locas sueltas! Agresivas e intolerantes....Te doy toda la razón Fatima, cuídate y anda siempre alerta con ese tipo de personas desquiciadas Un Beso
ResponderEliminarGracias por tu preocupación Susy, hace unas semanas, en la Universidad de Piura en Miraflores, mientras yo estaba relatando una de mis obras de ciencia ficción, me interrumpió, delante de más de 40 personas, diciendo que ella me conocía como poeta, que nunca había sabido que fuera narradora, que deje de hablar y me retire del escenario . . . yo no se si se hacía la loca o ignora que desde hace casi 25 años hablo por todos los medios sobre Star Trek y la Ciencia Ficción . . . . . el tema es que yo no sé quien es, no la conozco, a raíz del escándalo que me hizo en Barranco, averigüe su nombre.
EliminarY como se llama la loca...?
ResponderEliminar"Ana María", pero prefiero no divulgar su apellido, pero dice que es argentina. médico y poeta . . . .En Barranco había un dentista que había estudiado Medicina por correspondencia, desde Argentina, cuando tenías una carie, te taladraba la mitad del diente, prácticamente te lo destrozaba. . . Tampoco digo el nombre del dentista, pero en los años 1970 y 1980, su consultorio estaba en la Av. Grau en esquina con la calle Miraflores.
EliminarQueeeee.....????? Una loca suelta !!
Eliminar¡De terror!, conozco gente extraña, pero no locos agresivos, esta es la primera.
EliminarFátima, por suerte te caracterizas por ser una persona tranquila, además de carismática...Nunca te he visto perder el control y eso dice o refleja mucho de tu Paz interior, que por ende supera a esa clase de personas perturbadas que suelen pasearse por toda clase de Eventos pues de esa manera parecen llenar una vida vacía... Sigue tu vida tal cual la conocemos, todos quellos que si reconocemos y admiramos tu Poesia... Saludos besos para ti...
ResponderEliminarGracias por tu solidaridad Marilu, lo delicado es que una tiene que estar escondiéndose de los violentos, para evitar conflictos, pero en el último caso no pensé encontrarla entre el auditorio, y eso fue el colmo. . . Un abrazo querida amiga.
EliminarPor suerte te sobra la inteligencia amiguita... Besos
EliminarFaty ten cuidado con esa enferma,deberias poner una constancia por si acaso Uno nunca sabe
ResponderEliminarIntenté hacerlo, pero no tengo pruebas, y tampoco conozco a las personas que estuvieron en la Universidad de Piura como para decirles que sean testigos . . . lo que me confundió fue la actitud del moderador, el cual parecía que también le tenía miedo, porque no le solicitó que dejara de interrumpirme. Besitos Poly.
EliminarEs raro todo. Si te pasa nuevamente trata de grabarlo con tu celular, si es que tienes cámara grabadora de voz para que tengas por si acaso un respaldo. besitos a ti que estés bien
EliminarCierto, se me pasó esta vez.
EliminarFátima, no permitas que te falte el respeto, grábala con tu phone¡
ResponderEliminarEstaré atenta a grabarla si ocurre otra vez, gracias por tu solidaridad Gustavo.
EliminarLa Universidad de Piura en Lima, ha sido antes el Champagnat en José Olaya(Miraflores)? deben de tener cámaras de seguridad y debes pedirlas a la administración de la Universidad y con eso sentar la denuncia, esa sujeta debe ser conocida en el medio.
EliminarFue una actividad en un aula, pero los moderadores de la actividad Microrrelatos: organizado por la Asociación de Microrrelatos del Perú, el sábado 26 de noviembre del 2016, supongo que la conocen, porque fueron testigos que me interrumpía e interrumpía y no le dijeron nada, a pesar que yo les pedí que le soliciten a la señora que me permita continuar relatando mi historia de ciencia ficción . . . ¡quizá ya la conocen como orate!. o tal vez es amiga de ellos.
EliminarFátima , grabala y pon una denuncia por agresión psicógica por lo menos...👹😈
ResponderEliminarNo pude hacer la denuncia, porque no tenía pruebas, pero lo de grabarla es una buena idea, aunque aquella vez "el manazo sobre mi rodilla me tomó desprevenida". Un abrazo Rocío.
EliminarQue pena prima, no había algún vigilante o sereno cerca para denunciarla ....? Loca agresiva suelta !! De pánico 😨
ResponderEliminarEl moderador del evento de la Universidad de Piura: sobre el tema Microrelatos, y otra persona de la misma Universidad estuvieron presentes, escucharon la interrupción y ninguno dijo nada . . .quizá ya la conozcan como agresiva y neurótica. . . .creo que voy a ir un día a la Universidad de Piura a notificarle al Jefe de Cultura sobre este percance. El evento fue el sábado 26 de noviembre del 2016.
EliminarQue horrible, uno no puede entender que en lugar donde nos recargamos de energía positiva y el alma y el corazón se alegran, te haya sucedido una cosa así. Pon la denuncia, es para tu proteccion
ResponderEliminarCierto Maria Elena, la Universidad de Piura organiza muchos eventos culturales, yo he asistido a varios en el distrito de Miraflores, todos muy bien presentados, . . . . en este caso, sus organizadores ( o los encargados del Aula de microrrelatos: organizado por la Asociación de Microrrelatos del Perú) . parece que se quedaron "mudos de miedo". Saludos.
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