La calle El Bosque es un sendero con muy pocas cuadras, pero que mantienen casi todas las residencias de principios del siglo XX bien conservadas.
Predios de dos niveles, con techos a dos aguas, balcones y ventanas decorados, la mayoría con revestimientos de madera predomina en las edificaciones.
Lo histórico de esta calle, es que hace honor a su nombre, por la cantidad de áreas verdes, y sobre todo frondosos árboles, algunos de casi cien años de vida.
La vía tiene en algunos tramos tres carriles y en otros solo dos, pero en ambos lados de la acera se acondicionó amplias bermas para los jardines y para mantener los antiguos árboles.
Se inicia en la intercepción de las calles Ollanta y Machaypuito, a unos metros de la av. Arequipa.
Continua hacia el sur hasta la esquina con la calle Santa Luisa por el lado izquierdo, metros más adelante con la calle Manuel Bañón hacia ambos lados.
En honor a uno de los principales escritores peruanos, las siguientes intersecciones evocan al famoso escritor y tradicionalista Ricardo Palma, siendo la calle paralela, ambas de sólo dos cuadras nominada con el nombre de Tradiciones.
Las calles se encuentran a ambos extremos.
La calle El Bosque culmina en la avenida Paz Soldán, que es la continuación de la avenida Juan de Arona, y a su vez la más importante del distrito, por ser sede de la mayor cantidad de empresas del sector bancario y financiero de la ciudad de Lima.
Cruzando la av. Paz Soldán se encuentra la avenida Los Incas, importante vía en la que alguna vez se instaló la oficina central de la comuna sanisidrina.
Durante varios siglos el lugar era realmente un bosque, con frondosos árboles entre los que predominaban los olivos.
Con el transcurrir de los años, al igual que muchas de las zonas de cultivo de esta parte de San Isidro, fue urbanizándose, con la construcción de hermosos predios de casi 500 m2 de extensión.
Predominando amplios balcones, adornos en las fachadas, distintos decorados, talladas puertas de madera, así como extensiones de áreas verdes.
La supuesta modernidad y los considerables costos de mantenimiento motivaron que la mayoría de esos predios sean destinadas a empresas comerciales de distinto rubro, algunas de las cuales mantienen los detalles originales de su arquitectura.
Calle Manuel Fuentes
Calle Cervantes
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