La calle José Gonzales forma parte del grupo de barrios con viviendas edificadas a principios del siglo XX como parte de los nuevos residentes miraflorinos.
Como el poder adquisitivo de sus habitantes era variado, en la zona se construyeron predios uni y multi familires, incluyendo varias quintas de distintos diseños, con amplias entradas o pequeñas puertas de ingreso.
Muchas de sus calles aún conservan hermosos árboles.
El sendero se inicia a la altura de la quinta cuadra del Malecón 28 de Julio.
Al finalizar la primera cuadra se encuentra con la calle Buenos Aires por el lado derecho, para continuar por ambos lados con la calle Porta, Ocharan, Colon hasta llegar a la altura de la cuadra once de la avenida Larco.
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Hasta la década de 1930 no se había planificado la extensión de los límites de esta calle.
Continúa con la intersección de la calle Las Dalias por el lado derecho, continuando con la calle Alcanfores, siendo interceptada nuevamente por el lado derecho con la calle Santa Isabel, y por ambos lados por la calle San Fernando.
para cruzar a altura de la cuadra 12 con la avenida La Paz.
Prosigue con la intersección por ambos lados con la calle Grimaldo del Solar hasta finalizar a la altura de la quinta cuadra de la avenida Vasco Núñez de Balboa,
el sendero que continua recibe el nombre de Melitón Porras, que conduce al parque del mismo nombre.
Esta calle fue urbanizada hacia la década de 1930, estableciéndose distintos barrios debido al interés de la población de habitar en esa zona de la ciudad.
Por las características de construcción es obvio que en la primera cuadra de esta calle existían predios cuyos estilos provienen de los propietarios, con techos a dos aguas y las características propias de las construcciones de principios del siglo XX.
Sin embargo el edificio multifamiliar ubicado justo en la esquina con dicho malecón ha preservado sus áreas verdes para la zona del retiro, dado que en dicho sector no existe berma pública.
En la siguiente calle, pero aún con la numeración de la primera cuadra se encuentra un antiguo predio de un nivel, con unas pintorescas barandas en el segundo piso, propio de las azoteas.
El estado de conservación externo del predio es excelente.
En la misma primera cuadra aún se mantiene algunos predios unos con retiro externo y otros construidos al borde de la vereda.
Y en la segunda cuadra se ubicaba un bello predio con listones de madera en la fachada así como en el cerco perimétrico que permite admirar su arquitectura.
En la esquina con la calle Ocharan existen varios predios con distintas características, algunos al parecer edificados en la década de 1940 y otros de principios del siglo XX.
El deterioro de los inmuebles motiva que en el espacio donde antes existía un predio actualmente puedan construirse varios,
y es importante cuando los arquitectos deciden habilitar espacios para las áreas verdes como el conjunto de viviendas ubicado en la tercera cuadra.
En esquina con la calle Colón existe un predio cuya tupida vegetación ha superado los techos,
siendo un bello ejemplo de cómo se puede conservar las áreas verdes en predios de casi un siglo de antigüedad.
Otro singular conjunto de viviendas se encuentra en la cuarta cuadra, rodeado de hermosas plantas que parecieran reemplazan sus paredes.
Uno en particular se encuentra ubicado en la parte exterior del conjunto de viviendas, el cual hasta hace unos años sólo tenía un pequeño muro que lo separaba de la vereda, desde hace unos años han colocado una reja, que permite admirar la belleza arquitectónica de la casa.
Justo al frente de ese conjunto de viviendas se encuentra un predio que parece haber sido edificado en la década de 1930, pero su estado de conservación no es el óptimo
A unos metros se encuentra otra casa, también de dos niveles, el cual ha sido totalmente amurallado,
hasta hace poco tiempo debió sostener parte del techo con un par de columnas de madera, debido a la fragilidad de sus cimientos.
Sin embargo existen otros predios que han mantenido la consistencia, quizá también por el interés de sus propietarios y/o residentes.
Un pintoresco predio de un solo nivel se observa en la cuarta cuadra, local que funciona como negocio de hospedaje desde hace mucho tiempo, siempre se mantiene en perfectas condiciones de presentación externa.
.Justo en esquina con la avenida Larco existe un predio con una torre redonda, local donde ha funcionado diversos negocios desde hace varias décadas, pero que lamentablemente ha sido modificado casi en su totalidad.
Los predios ubicados después de la avenida Larco parecieran haber sido construidos hacia la década de 1940 o los años siguientes, por las características arquitectónicas, así como por los estilos en los acabados.
Algunos han sido modificados de forma disimulada para que se continúe luciendo como un predio de mediados del siglo XX:
Manteniendo dichos detalles inclusive en las zonas internas, donde también se construyeron viviendas.
Un hermoso predio que por sus características podría haber sido construido en la década de 1940 fue demolido hace algunos años, era uno de los pocos que conservaba una amplia fachada con áreas verdes y permitía admirar la belleza de la construcción.
En la sexta cuadra existen algunos predios multifamiliares, que se encuentran muy bien conservados, tanto en lo que corresponde a la estética como a las áreas verdes.
Por la arquitectura se nota que la mayoría de estos predios fueron construidos hacia mitad del siglo XX, y debido a distintas razones han ido desapareciendo los espacios de áreas verdes para ser reemplazados para zonas de estacionamiento.
Una singular quinta con diversos detalles externos se aprecia en la sexta cuadra de la calle José Gonzales.
Con un peculiar arco que conecta los predios ubicados al borde de la vereda.
Y manteniendo diversas áreas verdes dentro de la zona, como este hermoso arbusto que supera el segundo nivel.
Todos los predios fueron pintados con colores vistosos que hacen resaltar aquellos pequeños detalles que las hace distintas.
En especial los acabados en los techos, puertas y ventanas.
Lo que es hermoso en mi paseo fotográfico por las calles de Miraflores, es observar hermosos árboles plantados en las pequeñas bermas públicas que crecen y se desarrollan, alegrando el panorama.
Lo simpático de varios propietarios de estos predios es que mantienen los adornos inclusive en las adicciones a las fachadas, como este muro que tiene diversos adornos en los marcos de sus puertas.
A pesar que estos predios fueron construidos a mediados del siglo XX; entre costumbres arquitectónicas más simples con relación al siglo XIX, siempre pensaron en incluir algunos detalle para marcar la diferencia entre sí.
Techos aligerados, paredes curvas o esquinadas, son características que se pueden admirar en este lado de la ciudad.
En otros casos las puertas y ventanas tienen arcos así como pequeños adornos en las paredes.
Debido a factores coyunturales, algunos predios tiene elevados muros que impiden observar la belleza de su concepción,
pero al menos es posible admirar los segundos niveles.
Claro que esa seguridad también puede ser mitigada por cercos de reja, que nos permite mirar la fachada del predio.
Conforme voy captando fotografías observo que los propietarios de los predios acostumbran realizar modificaciones, como en realizado a uno ubicado en la sexta cuadra.
Las fotografías fueron captadas en distintas época, y si no fuera por la numeración, nadie pensaría que el lote tiene el mismo predio.
Justo en la intersección con la avenida La Paz se preserva un predio revestido de plantas, similar al de la cuarta cuadra, aunque con menor cantidad que permite visualizar los detalles de la infraestructura ideados para este predio.
La calle Gonzales culmina en la séptima cuadra, en la cual sólo permanece este simpático conjunto de viviendas multifamiliares.
Los cuales además de mantener los balcones, y adornos en su fachada, preserva el piso inicial de este predio.
Las baldosas son visibles desde la parte externa, por ello se puede apreciar su excelente estado de conservación.
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