Calle Colón en Miraflores

La calle Colón es un antiguo sendero que conecta el centro de la ciudad de Miraflores con el acantilado, es una de las primeras vías en ser urbanizada.

Existe desde mediados del siglo XIX.

Paralela a la avenida Larco, se inicia en la segunda cuadra de la avenida Óscar Benavides, para culminar en la cuadra siete, junto al Malecón de la Reserva.

Aparentemente bautizada en honor a Cristóbal Colón, durante más de un siglo, fue una zona netamente familiar, con hermosas casas de uno y dos niveles con jardines alrededor.

Modelo para armar de la nave USS Enterprise NCC 1701 D Generations  de la serie Star Trek The Next Generation.

Mide aproximadamente 50 centimetros.

Producto nuevo fabricado por AMT.

Pintorescas quintas también fueron construidas teniendo similares diseños, casi todas ubicadas al borde de la vereda. 

A excepción de algunas imponentes residencias, que aún quedan en la calle, la mayoría tiene el mismo perfil arquitectónico de mediados del siglo XX.

Pero con distintos diseños en los acabados que las hace ser inmuebles únicos.

Aunque la belleza de esta zona miraflorina son las áreas verdes, tanto dentro de los predios como en las bermas junto a las veredas.

Es muy difícil encontrar fotografías antiguas, pero muchas de las residencias de esta calle fueron construidas con techos a dos aguas, chimeneas, ventanas decoradas con maderas, puertas talladas, y pequeños cercos que permitían admirar la belleza de los jardines.

Gracias a las antiguas fotografías panorámicas, se puede observar que la mayoría de estas residencias fueron planificadas sobre un área de 300 metros cuadrados, con piscinas interiores, así como patios y hermosas áreas verdes. 

En toda la calle existían angostos canales entre la berma y la vereda, por donde fluía el agua de los ríos que llegaban a desembocar en los chorrillos del acantilado. Lamentablemente desaparecidos.

La calle Colón tiene como intersecciones a la calle San Martín, a la avenida 28 de Julio justo en un círculo que aparenta haber sido un óvalo.

continuando con las calles Manco Capac, José González, Juan Fanning, las tres vías por ambos lados. 

A principios de siglo, por el lado derecho de la calle Diego Ferré, la cual aún no tenía salida a la avenida Larco, y casi hacia el final, con la calle O'Donovan, la cual es un semi círculo, para culminar en el malecón De la Reserva.

El bus urbano de la ciudad de Miraflores, transitaba a la altura de la tercera cuadra de la calle Colón, para ingresar al pasaje Los Pinos y llegar a la calle Shell.

Al realizar la compilación fotográfica, descubrí que aún existen antiguas casonas, convertidas en locales comerciales en la primera cuadra, las cuales, felizmente conservan su belleza arquitectónica. 

Por los acabados, el material utilizado en las ventanas, las cornisas y otros detalles, pareciera que fueron construidas a principios del siglo XX.

Hacia el lado derecho, hay una playa de estacionamiento, que ha mantenido parte de una antigua edificación, la cual fotografíe para la posteridad.

Una antigua y valiosa quinta de pocos departamentos en el interior, pronto será demolida, pero por sus diseños, balcones y techos redondeados, así como áreas verdes, podía haber sido un excelente lugar para un centro cultural.

Otra hermosa residencia, con ventanas de madera y techos de dos aguas, edificada en tres niveles, ya no existe.

Ubicada en la intersección de las calles Colón y San Martín, en la numeración par, fue durante mucho tiempo un excelente lugar para admirar la arquitectura de principios del siglo XX; los detalles en los balcones, ventanas y hasta la forma de la puerta del garaje, lo hacían un valioso predio.

Lo lamentable, es que justo al frente, existía otra residencia similar., pero menos suntuosa, aunque con bellos detalles en los adornos de los balcones, ventanas y cornisas.

Algunas fotografías fueron captadas hace más de diez años, por ello es distinta su la nitidez, pero igual se puede ver la belleza arquitectónica que tenía la ventana que tenía vista a la calle Colón.

Otra residencia contemporánea, es la ubicada a unos metros del lado derecho, aún mantiene los adornos en las ventanas, y los techos con tejas rojas. 

Unos metros más hacia el sur, otra hermosa residencia, con adornos en los marcos de las puertas y ventanas, así como estilizados muros, forman parte del patrimonio monumental de la calle Colón, así no se encuentren registrados como bienes nacionales.

Siempre en la segunda cuadra, existe un grupo de pequeña casas, ubicadas al borde la vereda, con singulares diseños de la década de 1930 aproximadamente.

inclusive uno de ellos mantienen una pequeña gruta en su interior.

Al final de la tercera cuadra, se observa una casa, que por su diseño pareciera haber sido construida a mediados del siglo XX, aún continúa siendo muy hermosa.

Culminado, al lado impar de la tercera cuadra, otra bella y peculiar residencia, de la cual no estoy segura si era de dos niveles o el segundo nivel se le añadió hace poco tiempo, manteniendo algunos detalles de la primera planta, aunque posiblemente se cambiaron los diseños de las ventanas del segundo nivel.

Un acabado común entre los predios de principios del siglo XX, se observa en esta casa, por el piso de loseta de distintos tonos y diseños que se encuentra en la entrada.

 Una belleza que debería perdurar.

Las residencias de la cuarta cuadra aparentemente fueron edificadas a mediados del siglo XX, pero lo que resalta entre ellas, son sus pintorescas quintas.

Todas rodeadas de flores y arbustos, que enriquecen su valor y hacen amigable residir dentro de ellas.

Los predios de la quinta cuadra son todos diferentes, aquellos construidos hace más de 50 años, aún mantienen la belleza de su tiempo, a pesar de los muros y rejas de protección.

Cabe destacar sus hermosas quintas, rodeadas de áreas verdes, flores, árboles y arbustos que forman parte del panorama, tanto en las áreas de ingreso, como en el interior.

La sexta cuadra tiene muy pocas residencias con valor arquitectónico, algunas con el garaje prácticamente al borde de la vereda, que las obliga a utilizar parte de esta para un adecuado deslizamiento.

La belleza de estas residencias radica, en los detalles en los balcones, puertas, marcos, muros, y sobre todo espacio destinado a las áreas verdes.

Para culminar con un par de hermosas casas gemelas, cuyo aspecto ha sido modificado por sus propietarios, retirando a uno el balcón y al otro el hermoso marco de la entrada.

Pero aun así, siguen siendo bellas.

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