Durante muchos años escuché sobre la existencia de zonas arqueológicas cerca a la Quebrada de Armendáriz, y que aquellos vestigios ancestrales llegaban hasta la actual avenida Piérola.
Se referían a una zona de la calle Medrano Silva, la cual pertenecía a antiguos pacayares, aunque también era conocida como La Viñita.
Esa zona limitaba con el Pacayar de la Condesa y el Pacayar del Premio Real, así como las Haciendas Venegas y Tejada.
Por casi todo el distrito de Barranco, fueron visibles hasta la década de 1970 diferentes canales de regadío, en los bordes de la vereda, y cerca de la pista, que provenían de la Acequia de Comuco, ramal del antiguo Río Surco.
Por mucho tiempo toda esa zona barranquina no estuvo poblada, a excepción de algunas covachas habitada por nativos de la zona, o provenientes de la zona de Surco.
Hasta inicios del siglo XX esos eran terrenos aparentemente abandonados, pero existían muchos árboles frutales así como distintos arbustos, debido a la fertilidad del campo, así como diversas especies marinas pescados en el pequeño cauce que transitaba por la Quebrada de Armendáriz, los cuales formaban parte de la alimentación de los vecinos
Fue recién hacia la década de 1930 en que se decidió urbanizar esa parte del distrito de Barranco, debido principalmente al tránsito de la nueva línea de transporte público: el tranvía, que circulaba por la avenida Grau.
La Municipalidad de Barranco, realizó el trazado de varias calles de forma perpendicular a la avenida Grau, siendo la primera calle nominada Medrano Silva, en honor al Sargento Mayor graduado Capitán don Manuel Medrano Silva, quien falleciera en el campo de batalla de Miraflores el 15 de enero de 1881.
La calle Medrano Silva se inicia a la altura de la cuadra 16 de la avenida Grau, sin embargo hasta hace unos años, sólo fue habilitada para la edificación la zona derecha de la primera cuadra, por ser todo el lado izquierdo parte de la Huaca La Viñita
Situación similar se observó en la segunda cuadra, con habilitación urbana prácticamente para toda la zona derecha pero con pocos predios en la izquierda,.
Esta segunda cuadra se encuentra con la tercera cuadra de la calle Soldado Cabada hacia el lado derecho, y permanece como calle trunca hacia el lado izquierdo por ser parte de la antigua huaca.
Continúa la calle Medrano Silva con la intersección con la calle Enrique Barrón, para finalizar en la calle Rosendo Vidaurre, también conocida como la subida del circuito de playas.
Desde el año 2013 toda la zona ocupada por la Huaca La Viñita ha sido invadida por un centro de estudios, que no ha respetado aquella zona arqueológica, la única que quedaba en el distrito de Barranco.
Así mismo, los predios de la primera cuadra construidos hacia principios de la década de 1930 han desaparecido, siendo reemplazados por edificios de siete niveles, sin alguna belleza arquitectónica.
Sin embargo, en la esquina con la calle Delucchi aún permanece uno de los elegantes predios, con vistosos balcones, ventanas y adornos sobre las paredes de la fachada.
En la segunda cuadra, escondido entre varias hermosas plantas, se encuentra uno de los predios edificados en la década de 1940.
Igual hacia el final de la misma segunda cuadra, otro singular predio con adornos de techos inclinados en las ventanas, así como detalles de arcos en las zonas internas de la casa.
Otra elegante residencia de dos niveles, que es mantenida en perfecto estado, así como los árboles en la berma municipal, se encuentra en la segunda cuadra.
A la fecha de escribir este artículo, aún formaba parte de los inmuebles un antiguo predio de principios del siglo XX, cuya puerta principal se encuentra sobre la calle Soldado Cabada.
En la tercera cuadra se pueden observar construcciones realizadas entre las décadas de 1950 y 1960, todos en buen estado de conservación.
El nombre de la calle figura en una de las paredes de la tercera cuadra, a pocos centímetros de la calle Enrique Barrón, identificación que pronto será demolida.
Culmina la calle con un local comercial que ocupa toda una manzana, aunque irregular, porque abarca las calles Enrique Barrón, Juan Fanning y Rosendo Vidaurre.
Es otro de los senderos escondidos del distrito de Barranco, que merece ser visitado.
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