La calle Enrique Palacios estuvo planificada desde mediados de la década de 1920, habiendo establecido siete manzanas de distintos tamaño, habilitadas para la edificación de viviendas uni y multifamiliares, además de algunos negocios minoristas.
Vía nombrada en homenaje a don Enrique Palacios de Mendiburu, militar peruano, considerado héroe de la guerra del Pacífico, fue uno de los últimos comandantes del monitor Huáscar.
Es una de las vías más antiguas del distrito de Miraflores, planificada en varias etapas.
Inicialmente el sector entre la avenida Arequipa y la calle Elías Aguirre hacia principios del siglo XX.
Hacia la década de 1930 se urbanizó desde ese sector hasta la altura de la décima cuadra, construyéndose predios con amplias zonas verdes.
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Para culminar el proceso de urbanización hacia mediados del siglo XX.
Se inicia a la altura de la cuadra 51 de la avenida Arequipa, como continuación de la calle Gonzales Prada.
La atraviesan las calles Atahualpa, Coronel Inclán, Independencia, General Borgoño, Elías Aguirre, y Arica, hasta llegar a la altura de la segunda cuadra de la avenida Comandante Espinar.
Con un movimiento de aproximadamente cinco metros hacia la izquierda continúa esta vía, siendo interceptada por la calle Marqués de Torre Tagle de forma diagonal, y totalmente perpendicular con la calle General Iglesias.
Continúa esta calle siendo atravesada por las calles General Varela, Cesáreo Chacaltana y 27 de Noviembre, para culminar a la altura de la cuadra 13 de la avenida Santa Cruz.
Casi todos los predios construidos a principios del siglo XX han desaparecido de las dos primeras cuadras de esta calle.
Algunas han sido refaccionado pero han perdido casi toda la belleza arquitectónica por la que fueron concebidas.
Hacia el final de la segunda cuadra en esquina con la calle Coronel Inclán aún existe un hermoso predio de un nivel, con detallados adornos en muros, puertas, ventanas y tragaluces.
En el lugar actualmente funcionan varios negocios, desde una librería, ofreciendo arreglos, florales, ropa y joyería, y un amplio espacio para degustar los productos que ahí se sirven.
Algunos predios se encuentran escondidos entre sus muros, las plantas, y variados toldos, de los que se puede rescatar algunos detalles en la ornamente de los pisos superiores.
En toda esta calle existen varias viviendas multifamiliares, reconocidas como pequeñas quintas o edificios de departamentos, la mayoría sin áreas de estacionamiento, construidas entre la década de 1940 y 1960.
Es común encontrar antiguos predios de principios del siglo XX en las esquinas, la mayoría continúan siendo las típicas bodegas de barrio.
Sobre la vereda de la quinta cuadra es posible admirar la imponente construcción de un antiguo colegio miraflorino ubicado en esquina de la calle General Borgoño.
La belleza arquitectónica de esta calle prácticamente ha sucumbido a la cantidad de modificaciones realizadas a sus predios, desde altos muros, hasta añadidos de uno y dos niveles a la infraestructura original de los predios.
Un antiguo solar aún es visible en la sexta cuadra, por lo angosto de la fachada es obvio que el poder adquisitivo de sus ocupantes es precario, sin embargo la condición del predio es acorde con la ciudad donde se encuentra.
Un peculiar conjunto de viviendas se construyó en la sexta cuadra, con salida hacia la calle Elías Aguirre, los predios tienen áreas de estacionamiento y diversos detalles en la edificación.
Hace unos años la Municipalidad de Miraflores invirtió dinero de los contribuyentes en solucionar algunos problemas en el sistema de agua y desagüe, así como modificar parte de su infraestructura, que por el poder económico de sus habitantes, para mi, no debió haberse realizado.
Otros predios de la misma sexta cuadra mantienen diversos adornos en sus fachadas, que sus residentes y/o propietarios han sabido conservar.
Los predios de la séptima cuadra tienen características de construcción de mediados del siglo XX; algunos con puertas y ventanas redondeadas, y pequeños muros que separan el área verde del predio con la vereda.
Justo en la esquina con la avenida Comandante Espinar se mantiene un predio con hermosos balcones de madera, ubicados en la zona de la calle Palacios.
Dicho local funciona como un hostal desde hace muchos años, sin embargo sus estructuras también han sufrido muchas modificaciones.
Este predio parece haber sido inicialmente de sólo dos niveles, desde hace unos meses se encuentra cerrado.
Importantes detalles en las fachadas de algunos predios de esta antigua vía son apreciados en especial en los predios construidos hasta mediados del siglo XX.
Hasta hace unos años en la zona impar de la octava cuadra existían una serie de predios cuya construcción parecía ser de la década de 1940, todos ellos demolidos hace unos meses.
Sin embargo en la zona par aún permanecen un par de predios, convertidos en negocios, con diseños originales a su concepción original.
En la novena cuadra hay una bella residencia en esquina con la calle Iglesias, local que también ha servido para múltiples negocios, trata de mantener sus características originales de edificación.
Los edificios de viviendas multifamiliares son comunes en la calle Enrique Palacios, predios de dos niveles que desde hace unos años han sido convertidos en tres y cuatro pisos,
pero en algunos casos respetando algunos diseños arquitectónicos.
En el recorrido de esta calle, encontré varias bellas casas de dos niveles, con balcones, puertas talladas, muros decorados, techos aligerados y hasta inscripciones sobre los muros que indican el año o el nombre del predio.
Junto a elegantes residencias se encuentran singulares quintas de un nivel, a veces acondicionados a dos pisos, los cuales contrastan en dimensiones pero no en estado de conservación.
La cuadra onceava de esta calle tiene hermosos predios de dos niveles, predominando las áreas verdes, por lo que me hace pensar que son viviendas familiares,
En esta cuadra también existen varias quintas de un piso.
Culmina el recorrido por esta calle con la vista de varias residencias con esmerados detalles en los muros, puertas, ventanas y techos.
La ubicada en la esquina con la calle 27 de Noviembre tiene una singular torre y varios adornos en la fachada, tanto sobre las paredes como en las ventanas.
Y lo más importante, es la constante en mantener sus áreas verdes en la zona, aunque los árboles no tengan más de 15 años de vida.
Un edificio multifamiliar de ocho niveles ha sido construido últimamente en la décima cuadra de esta calle, con dos aspectos equidistantes entre sí, hermosos arbustos en la zona de ingreso, pero un sistema de energía y ventilación sobre la vereda, que es vía pública.
Y los contrastes continúan en esta calle, porque a los antiguos solares, se les ha habilitado nueva infraestructura e instalado negocios diversos.
Mientras que varias áreas verdes han sido eliminadas para dar espacio a un lugar para los vehículos automotores.
Dos importantes predios de dos niveles se miran entre sí a la altura de la cuadra once, con pequeños muros divisorios de la vereda, permiten admirar la calidad arquitectónica de mediados del siglo XX:
Lo que deseo rescatar de el recorrido por esta calle, es el buen gusto de algunos vecinos de mantener cercos de fierro como protección, los que incluyen algunos adornos en el diseño.
Así como permitir observar el estado de los pasajes hacia las casas ubicadas en las pequeñas quintas, en este caso con hermosas plantas a ambos lados del sendero.
Enchapados con diseños similares a las piedras son apreciadas en este edificio multifamiliar, con negocios en el primer nivel ubicado a la altura de la cuadra doce.
Así como el adorno alrededor de la puerta y el techo de esta antigua quinta.
Es la calle con el mayor número de predios de un nivel de la zona, quizá debido al menor interés de las inmobiliarias en construir edificios de ocho niveles.
Ya en la ultima cuadra se encuentran varios predios edificados alrededor de la década de 1960,
Algunos con inmensos muros que han sido bien aprovechados para iluminar diversas escenas de la década de 1920.
Por el nivel de congestión de las primeras cuadras, le será algo tedioso caminar por esta calle, pero le sorprenderá observar la maravilla arquitectónica que aún queda en la ciudad de Miraflores.
Precioso relato Fatima. Que maravilla que todavia queden personas en Peru que tengan una gran vision de nuestro pasado historico y arquitectonico. Te felicito!
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