El relato me fue confiado por
ella, meses antes de morir, a raíz de preguntarle ¿por qué no
solicitaba exoneración de arbitrios?, al ser jubilada tenía ese derecho, pero su
respuesta me sorprendió.
Me confesó que no podía hacerlo,
debido a que ella ya se había inscrito ante las autoridades civiles con una
partida de nacimiento y que se había jubilado con otra acta de nacimiento, y no
deseaba que nadie se entere.
Ella había laborado desde muy
joven en una empresa que confecciona productos derivados del cuero, unos años después empezó a laborar
en un importante firma que quedaba en la Plaza San Martín, pero en el año 1962, la empresa suspendió sus
actividades, y ella, ya de 35 años debía buscar donde trabajar, intentándolo
sin éxito pues en todas le decían que era una mujer muy mayor.
35 años en el año 1962 era
considerada una mujer no apta para el mercado laboral, el promedio de vida
bordeaba los 65 años, y a pesar de encontrarse a la mitad, las
puertas laborales ya estaban cerradas. Según ella, alguien le sugirió buscar
como alternativa “corregir” sus documentos para tener acceso a laborar en un
prestigioso banco.
Yo sabía que ella era tres años menor
que mi padre (1924), que había nacido en la ciudad de Arequipa en el año 1927,
sin embargo, la difícil situación de no encontrar trabajo parece que la llevó a
una acción no legal.
Ella me confesó, que buscó la
manera de obtener un Acta de Nacimiento con 10 años menos, y lo consiguió en el
departamento de Ica, mantuvo todos los datos a excepción del año y lugar de
nacimiento, en el nuevo documento había nacido en Ica en el año 1937.
Ella ya no está entre nosotros,
se fue hace unos meses, y yo no sabía si escribir este relato, debido que en él
existe un delito. Delito confesado a mí por ella, prácticamente en un
estado de enfermedad muy avanzado, muchas veces deliraba y comentaba historias
que parecían inventadas, pues no concordaban con las que yo había escuchado de
mi padre, y habiendo fallecido él en el 2004, no había a quién recurrir para
conocer si era otra alucinación o si era cierto.
Sin embargo, revisando documentos
de defunción, descubrí que figura que falleció a los 75 años, cuando en realidad
tenía 85 años en el momento de su muerte, es así, que me animé a escribir este artículo.
Del cual rescato algunos
pensamientos:
- Que siempre fue difícil para una mujer mayor de 35 años buscar un trabajo, por alguna razón el mercado laboral no está preparado para acoger a una dama que los supera.
- Que son muchas mujeres que han laborado toda su vida, no es verdad que recién la mujer ocupa un lugar en el mercado laboral, siempre ha habido damas profesoras, enfermeras, secretarias, tenderas, cajeras, etc. y algunas profesionales.
- Que al no encontrar un puesto de trabajo, puede llevar a la desesperación y en extremos cometer delitos.
- Y que siempre es bueno prestar atención a los relatos de las personas mayores, muchas veces callan por años alguna tristeza o problema, y justo en el límite de la muerte confiesan, a alguien relativamente lejano, como mi caso, que a pesar de ser su sobrina, diversos factores nos mantuvieron casi siempre alejadas.
Culmino mi artículo, con estas
líneas, a fallecido la dama inscrita en el departamento de Ica en el año 1937,
pero no mi tía, la hermana de mi padre, nacida en la ciudad de Arequipa en el
año 1927, ella continúa viva, y no morirá nunca.
La situación laboral siempre es problemática cuando te acercas a los 40 años, ya te quieren despedir, buscan pretexto por cualquier cosas para que dejes el trabajo, hasta te dan incentivos económicos, muchos no se dan cuenta que todos podemos pasar por ese difícil momento de vernos obligados a renunciar, pero generalmente piensan a mi no me va a pasar, y pasa.
ResponderEliminarTu articulo va mas a la de lamentable perdida de tu tia, es un tema laboral.
Siento mucho la perdida de tu tía Fátima, la recuerdo cuando vivía en Barranco, en la calle Fedelli, hace muchos años.
ResponderEliminarDesde que se implantó el neo liberalismo, se destruyó todos los sistemas de protección al trabajador, no hay estabilidad, no en planilla, no vacaciones, no nada, pero no sabía que en esa situación desprotegida también se encontraban las mujeres en la década del 60, y es interesante tu comentario como lo que sería un delito, por mucha gente es considerada una alternativa para sobrevivir.
ResponderEliminarNi modo, todo el tiempo el trabajador peruano está desprotegido, y ahora peor con lo de las AFP.
Gustavo
Hola Fatima, es triste ver lo que las personas tienen que hacer para conseguir o conservar su trabajo, hoy tanto hombres como mujeres. Se de amigos, que se han hecho cirugía plástica, se han teñido el pelo, o como tu tía han alterado su partida de nacimiento; y como te comente antes las leyes laborales prácticamente son para proteger al empleador... así que los trabajadores están se su cuenta...
ResponderEliminarCuídate mucho
Saludos
María Elena
Gracias Fátima por compartir este testimonio, es una gran realidad y yo la comprendo, se que tu tía ahora está descansando, en manos de Dios. Hasta cuando las conciencias no valoraran a las personas por sus conocimientos y experiencia y no por la edad, en mi caso yo tengo una buena hoja de vida laboral pero no pongo fecha de nacimiento al postular, si debo conseguir un trabajo tendrá que ser por amistades, quien va a querer una secretaria de 56 años así tenga diplomados, así mi espíritu siga siendo joven...así representemos menos edad de la que tenemos...mucho para dialogar y como concientizar amiga, esa parte es muy interesante. Espero verte pronto.
ResponderEliminarCariños,
Rosa María
Querida Fátima siempre sorprendiendo con tus notas, lamentable la perdida de tu tía que ya debe estar en un lugar mejor, creo no es el único caso de bajarse la edad inclusive muchos de la TV
ResponderEliminarUn abrazo amiga
Querida Fàtima, lamentable la pérdida de tu tia.....una mujer que sin duda mostro valor y nobleza, para ella fue su mejor decision. Sabemos que existen otro tipo de circunstancias deningrantes, es su historia que quiso develar antes de partir. Un abrazo
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