Y fue así, que incursioné en muchas actividades, culturales y deportivas, en la mayoría logré mis objetivos, y en las que no los alcancé, al menos queda en mi ser que lo intenté.
De todas mis aventuras, una muy hermosa fue cuando decidí plantar unas cuantas semillas de tomate italiano en la parte delantera de mi casa, en un espacio de 40 centímetros de ancho por 2 metros de largo, en el otoño de 1999 logré cosechar mediante un par de matas, casi 20 kilos de tomates.
Por la cercanía con la reja de seguridad que daba a la calle, al principio tenía temor de comerlos, debido a que podría ser que algún can hubiera marcado su zona en mi reja, y no consumí los primeros frutos, pero los siguientes fueron utilizadas en mis deliciosas ensaladas.
Cuidar dichas matas me llevó mucha dedicación, debí retirar las hojas que empezaban a malograrse por efecto del mosquito dejando un día, en medio de la cual, siempre resultaba picada por alguno de ellos.
Mi experiencia con este par de matas, la trasladado hacia una maravillosa vivencia de hace unos días, con una líneas de agradecimiento hacia una querida amiga y compañera de escuela, quién con mucho amor ha conseguido darle vida a un desierto.
No es fácil toparse con seres inteligentes que dedican parte de su vida humana en crear vida vegetal, aquella que nos alimenta, nos ofrece oxigeno y alegra la mirada.
Lo que hasta hace unos años fue un desierto, hoy son kilómetros de vegetación alrededor de un hermoso y productivo Valle pleno de plantas y frutos, rodeado de majestuosas montañas entre el cual se aprecia un frágil canal de agua fuente de vida, que es utilizada para que muchos de nosotros podamos seguir alimentándonos.
Quiero felicitar, a quien de manera silenciosa, pues la humildad de sus propietarios traspasa fronteras, a mi generosa amiga Rosanna, por darme la oportunidad de conocer tan hermoso paraje, el cual vivirá por siempre en mi mente, y acompaño el artículo con algunas fotografías que deleitaron mi mirada durante un hermoso sábado de septiembre.
Las buenas fotografías revelan en verdad lugares hermosos.Qué bien que hayas estado paseando y observando todo ello Fátima y le dediques una buenísima prosa, Un beso. Diego Vicuña
ResponderEliminarFatimita
ResponderEliminarLas fotos estan preciosas! Que lindo es nuestro PERU.
Martha
Gracias Fátima, por este regalo, maravilloso por cierto, qué bien se siente uno cuando hace cosas que valen la pena, verdad? o cuando se hace algo que nos agrada, con pasión, con entrega, sin intereses preconcebidos; además quiero felicitarte por las tomas que muestras tan bellas, tan bien tomadas, que provocan estar en el lugar, es una magia y la imaginación te lleva a pasear por caminos no recorridos, brisas no sentidas, lugares donde la tranquilidad se respira. Gracias Fátima. Felicitaciones.
ResponderEliminarEstimada Fàtima: gracias por compartir esta importante vivencia, debemos darle gracias a nuestro Padre Todopoderoso por seguirnos dando tierras productivas para nuestra buena alimentaciòn, hasta pronto, saludos, Zoila.
ResponderEliminarHola querida Fatima, que tal don de hacer de un sito bello, y con tus palabras en un sitio fantástico.
ResponderEliminarQue lindas las fotos puestas en tu blog
besos
Hermosas fotografías junto a un bello paisaje de nuestra inmensa patria.
ResponderEliminarUn abrazo
son tus compañeras del colegio, por ahí reconozco algunos rostros de chicas de Barranco.
ResponderEliminarQue bueno que continúen reuniéndose después de tantos años de egresadas.
Bellas fotos de ese desierto, nuestra patria tiene muchas de esas experiencias, gracias a la mano del peruano, que día a día lucha por triunfar.
ResponderEliminarInteresante también tu experiencia con los tomates.
Un abrazo.
Bellas fotos de ese desierto, nuestra patria tiene muchas de esas experiencias, gracias a la mano del peruano, que día a día lucha por triunfar.
ResponderEliminarInteresante también tu experiencia con los tomates.
Un abrazo.
Hola Fatima. Muchas gracias por este mail de crear vida con las manos y la mente. Realmente es un gran aporte que ha realizado tu amiga para mejorar el ecosistema. Ojala estos ejemplos puedan replicarse en otros sitios y de esta forma ir revertiendo todo el daño que los humanos hemos hecho a nuestro hermoso planeta tierra.
ResponderEliminarSaludos
Oscar
Muy bonita experiencia
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