La urbanización Santa Cruz fue durante mucho tiempo un área de cultivo que limitan con otros fundos y chacras, muy cerca de un ramal del río Huatica, antiguo canal utilizado para el regadío de las áreas verdes.
Con los años la zona se fue urbanizando, un área cerca de los restos de la Huaca conocida como Santa Cruz fue adquirida por un particular y donada al Ejército Peruano, institución que lo usó como cuartel.
En el área colindante al mar se habilitó una zona de equitación, por la necesidad de tener un espacio donde cuidar a los caballos, que por esa época era el sistema de patrullaje de la ciudad.
En el año 1913 se habilita El Camino de la Magdalena, conocida como avenida del Ejército, con destino al distrito de Magdalena creado el mismo día que el distrito de Miraflores, el sendero conducía a la nueva ciudad conocida como Marbella.
El 10 de mayo de 1920, por Ley No. 4101 se crea oficialmente el distrito de Magdalena del Mar con distintos límites, pero manteniendo sus fronteras con Miraflores.
Durante varias décadas esa zona del distrito de Miraflores estuvo vacía, manteniéndose algunas áreas de cultivo, hasta principios de la década de 1930 en que se delineo las cuadras de las calles Córdova, La Mar y Mendiburu, perpendiculares a la avenida Del Ejército.
Por esos años aún no había agua potable en la zona, por ello fue necesario habilitar desde los pozos de los ranchos cercanos, diversas conexiones hacia las casas u solares.
Hasta hace unos años era visible el cauce de agua por una de las esquinas de la calle Córdova, era un antiguo canal de regadío también utilizado por los pobladores, dicho canal bordeaba el cuartel y desembocaba en una catarata en la ladera del acantilado que conduce al mar.
Años después, parte del desmonte y tierra retirada de la Quebrada de Armendáriz y de las laderas barranquinas y miraflorinas, fue colocado en la quebrada Del Ejército, construyendo una especie de pendiente artificial, para acceder por esa ruta a las playas miraflorinas
Con el tiempo se habilitó una vía asfaltada a la playa hacia los distritos de San Isidro y Magdalena.
La avenida La Mar se inicia a la altura de la cuadra 11 de la avenida Pardo, justo en el Ovalo Moraes Duares, de manera diagonal cruz la calle 2 de Mayo, esquina con la calle 27 de Noviembre, para continuar hasta la cuadra 14 de la avenida Santa Cruz.
Desde la avenida Santa Cruz mantiene un sendero recto hasta la pared del ex cuartel San Martín.
Hacia el lado izquierdo se encuentra la calle José Bernardo Alcedo.
Atraviesa las calles José de la Torre Ugarte, Manuel Tovar, Joaquín Capello, Toribio Pacheco e Ignacio Merino por ambos lados, donde también se cruza con la diagonal de la calle 8 de Octubre.
Sigue hacia el norte cruzando la intersección de la calle Toribio Polo.
Continuando se intercepta con la calle Federico Villareal, Mateo Pumacahua (Espejo).
Siguiendo con la calle Mariano Melgar, además de la calle diagonal Hipólito Unanue.
Prosigue teniendo a ambos lados a las calles José Choquehuanca y Jorge Polar.
Toda esta avenida es bastante ancha, con bermas municipales y/o zonas para el estacionamiento a ambos lados de la vía, así como tres senderos vehiculares.
La longitud de cada una de sus cuadras es similar, pareciera que se formaron cuadrados perfectos tanto hacia los laterales como hacia las calles Córdoba y Mendiburu.
La urbanización de esta avenida fue lenta, siendo la mayoría de viviendas de un nivel, y en aquellas con mayores áreas de terreno, se acondicionaron pintorescas quintas, a uno o a ambos lados.
Hacia mediados de la década de 1940 prácticamente todos los lotes tenían propietarios, sin embargo la mayoría no estaba construidos.
Quizá la razón de ser lotes vacíos era por encontrarse limitando con los terrenos de la Hacienda Santa Cruz, que comprendía desde una de las veredas de la futura calle Córdoba hasta llegar al actual Ovalo Gutiérrez.
Lo que nunca fue muy visible fue el sembrado de árboles, el cual se inició recién a principios del siglo XXI.
La primera cuadra de esta avenida tenía un gran sector hacia el lado derecho donde se ubicada un importante local de hospedaje, con amplios jardines y áreas verdes, lo preocupante es que a principios del siglo XXI toda la zona de la berma municipal desapareció para habilitar áreas de estacionamiento.
La situación no se repitió felizmente hacia el otro extremo de la misma cuadra, hasta la fecha son visibles los jardines, así como los frondosos árboles.
La mayoría de predios de la primera cuadra son, desde hace muchos años empresas, posiblemente sin autorización municipal, dado que ninguna tiene un letrero que la identifique, pero las características y el flujo de personas que ingresan a estos, me lo hace pensar.
Uno de los principales edificios con entrada a esta avenida es el colegio Scipion Llona, ubicado en la segunda cuadra.
Según diversas fuentes, inició actividades en la cuadra 6 de la calle Colina del distrito de Surquillo, mudándose al distrito de Miraflores tanto hacia las calles Juan Fanning como José Gonzales.
En la misma esquina de las calles Enrique Palacios y Veintisiete de Noviembre hacia finales de la década de 1940, funcionó la Escuela de Mujeres para primaria Nº 378 y Nº 379.
En abril de 1964 se creó el Colegio Nacional "Mixto Miraflores", y en agosto de 1967 se asigna el nombre del científico miraflorino Scipion Llona, con los alumnos del otrora colegio que quedaba en la calle Colina en Surquillo, y el cual se había mudado transitoriamente a otras calles del distrito de Miraflores.
En la calle del frente se ubica otro colegio, aunque de menor tamaño, en esquina con la avenida Santa Cruz.
Cruzando la avenida, en todo el lote que comprende las avenidas La Mar y Santa Cruz, así como las calles Mendiburu y José Bernardo Alcedo se ubica la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción.
En la tercera cuadra se construyeron varios edificios multifamiliares, existiendo hasta el año 2020 un conjunto de residencias de dos niveles, ambos con pocas áreas verdes.
En la cuarta cuadra son visibles un par de pintorescas quintas con viviendas sólo a uno de los lados, con hermosas plantas decorativas que le dan alegría a los predios.
La visibilidad en la construcción de las casas es posible debido a que al parecer la mayoría son negocios, por ello se pueden admirar las variadas fachadas, algunas con arcos en las ventanas, revestimientos en los muros, o curiosos cercos vivos en las paredes.
Aunque en la zona aún quedan predios construidos hacia principios de la década de 1940, de un nivel, cuyos techos superan los tres metros de altura, regularmente ubicados en las esquinas.
Una de las más hermosas casas de esta avenida se ubica en el número 725, predio que mantiene su cerco de madera, los ladrillos rojos y el techo inclinado de tejas, junto con un precioso jardín.
Cruzando la calle 8 de Octubre, existe una pared de más de 8 metros de alto, donde acostumbran dibujar singulares imágenes del mundo de la ciencia ficción.
Ignoro que funciona en dicho local, pero siempre tiene vehículos estacionados tanto en sus linderos como en la vía publica.
La avenida La Mar es uno de los senderos más comerciales del distrito de Miraflores, siendo la mayoría de negocios familiares o de un sólo propietario, además de centros de mecánica automotriz, muchos de los cuales han ido desapareciendo para volverse locales de comida o edificios de ocho niveles.
Aunque siempre encontrará alguna típica casita de mediados del siglo XX, con vistosos colores y techos a dos niveles.
Lo clásico de esta avenida así como de la calle Mendiburu es encontrar perros sobre las veredas.
Quizá por haber sido durante varias décadas zonas donde se establecieron los centros de reparación de vehículos automotores, pero casi siempre los caminantes debemos esquivar algún perro durmiendo.
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