Hacia principios del siglo XX, la mayoría de los terrenos en los limites con el distrito de Chorrillos eran áreas de cultivo, o al menos lo había sido, por la presencia de diversos cauces de las aguas que llegaban a las playas en forma de chorrillos.
Una gran cantidad de agua proveniente de la Acequia de Talama escogió el sendero de la calle Independencia para llegar al océano, lo cual procuro la habilitación de diversas canaletas en la calle 2 de Mayo.
Fue hacia la década de 1910 en que desde casi la mitad de la cuadra de la calle 2 de Mayo se habilitó un sendero hacia el sur, bautizándolo con el nombre de Tarapacá.
Pero recién se estableció como calle el 14 de junio de 1928.
Durante varios años la calle Tarapacá tuvo el nombre de Octavio Cavero.
La nueva calle Tarapacá también fue, al inicio, una sola cuadra que culminaba en la av. Independencia, calle que es el límite con el distrito de Chorrillos.
Por esos años ya existía algunos nuevos predios sobre la calle 2 de Mayo, en especial dos residencias ubicadas con frente a la nueva calle Tarapacá.
La década de 1930 fue el desarrollo inmobiliario del distrito de Barranco en distintas maneras, y esta calle fue una de sus principales protagonistas.
Quizá por ello se decidió habilitar una nueva calle paralela a esta vía, nombrándola Libertad, la cual, al igual que la calle Tarapacá, llegaba hasta el límite del distrito, en la calle Independencia.
En la década de 1930 casi todos los lotes del lado izquierdo de la calle Tarapacá habían sido ocupados, con viviendas de un nivel, la mayoría destinadas a sectores económicos medios y bajos.
Sin embargo hasta finales de la década de 1930 pocos de los lotes de la calle Libertad fueron habilitados como casas habitación, quizá por ser algunos la zona trasera de los predios de la calle Tarapacá.
Residencias que existen a la fecha de escribir este artículo están visibles en ambas esquinas con la calle Tarapacá, deterioradas por el tiempo pero resistiendo a las inmobiliarias.
En la década de 1930 tanto a la calle Tarapacá como a la calle Libertad se le habilitó un sendero hacia la av. Pedro de Osma.
El sector de la siguiente cuadra es muy pequeño, pero ese sendero nombrado Montero Rosas es como una continuación de la calle Alfredo Silva,
que se inicia a la altura de la cuarta cuadra de la av. Pedro de Osma hacia el malecón De Osma.
El lado derecho de la calle Tarapacá tuvo muchos lotes sin construir hasta mediados del siglo XX.
Sector barranquino con muchas rústicas viviendas, cuyos habitantes parecieran ser de menores ingresos económicos.
Quizá por esa razón es una de las calles que tiene un gran número de quintas con viviendas multifamiliares, con pasadizos muy estrechos.
El desarrollo urbanístico de esa zona del distrito de Barranco fue bastante lento, porque en la mayoría de los casos esos terrenos habían sido destinados a fundos potreros y áreas verdes.
Es de recordar que el afluente del rio surco regaba toda esa zona, lo cual hacía que el terreno sea muy fértil para el cultivo.
Las calles Libertad y Tarapacá comenzaron a despertar el interés en los nuevos barranquinos hacia mediados del siglo XX;
con la construcción de diversas viviendas de uno y dos niveles, con limitadas áreas verdes.
En la calle Tarapacá no existe ninguna berma municipal, y por lo tanto es una de las calles con menor belleza urbanística a pesar de mantener coloridos predios de un nivel.
Hacia finales del siglo XX, casi a la mitad de la primera cuadra de la calle Tarapacá se habilitó un pasaje, nominado Octavio Cavero, que con la numeración 142 forma parte del conjunto de senderos laterales de esta calle.
Hasta finales del siglo XX ese sendero era de libre tránsito peatonal, hace uso años instalaron una reja perimétrica que impide el libre paso, argumentando que la zona es un condominio privado.
Ninguna calle en nuestra patria debería tener esa condición.
Aunque también existen otras quintas con estrechos accesos, pero siempre con espacios para las áreas verdes.
A pesar de mostrar algunas limitaciones entre sus residentes, es una hermosa calle.
Además algunos predios aún mantienen la belleza arquitectónica con la que fueron concebidos.
No se necesita mucho esfuerzo para admirar los detalles en las puertas, ventanas, muros, barandas así como la variedad de azulejos, locetas y baldosas en los pisos.
A pesar de algunas modificaciones, al haber sido convertidos en negocios. Es un deleite caminar por esta antigua calle.
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