El distrito de San Isidro, quizá sea uno de los pocos que tienen una importante cantidad de áreas verdes, constituida por sus parques, además de sus siempre bien conservadas bermas pero sobre todo al interés por sus residentes de mantener sus jardines en el interior de sus hogares.
Creo que no existe fotografía sobre el distrito de San Isidro, donde no sea visible alguna planta o muy cerca un árbol, con más de 10 años de antigüedad.
Además de los tupidos y variados cercos vivos que forman parte de los perímetros de las residencias, en especial aquellas ubicadas en las equinas.
Detalles como plantas en los balcones de los nuevos departamentos también es importante destacar, por el interés de los nuevos o antiguos residentes en mantener aquel oxígeno necesario para la vida.
Y en aquellas calles, donde por razones de espacio, las bermas desaparecieron, algunos de sus residentes idearon la manera que siempre existan plantas.
El presente artículo realiza un recorrido por la calle Miguel Cervantes.
El sendero que se ubica de este a oeste, se inicia en la décima cuadra de la av. Camino Real.
Unos metros hacia adelante y sólo hacia el lado izquierdo intercepta con la calle Alberto Ulloa.
Entre la segunda y tercera cuadra se encuentra el parque Roosevelt hacia el lado izquierdo.
A la altura de la mitad del parque, por el lado derecho la intercepta la calle Santiago Basurco.
La ruta sigue interceptando las calles Francisco Eguiguren, David Samanez, y General Clement por ambos lados.
Y con la calle Olaechea sólo por el lado izquierdo.
Continua con las calles General Muñiz y Manzanilla por ambos lados.
Seguido por la av. General Juan Antonio Pezet hacia el lado derecho, espacio donde colinda con el Club El Golf de San Isidro.
Al parecer en la zona residen muchas personas con gran poder económico, debido a que en casi todos los predios existían sistemas de vigilancia y varias personas que al parecer ejercen el puesto de vigilante, porque en algunas ocasiones impedían que captara fotografías.
E inclusive algunos predios con muros muy altos que no permiten admirar la arquitectura, sin embargo, las plantas siempre son una constante en esta solitaria calle.
Entre las hermosas residencias se observan algunos edificios, los cuales mantuvieron áreas para los jardines y algunas plantas.
Una de las calles transversales de la calle Cervantes que llamó mi atención fue la nominada General Clement.
Porque a pesar de existir varios nuevos edificios para viviendas multifamiliares con pocas áreas verdes, quizá por ubicarse a unos metros del hermoso Boulevard Roosevelt.
Pero el interés por algunos antiguos residentes por mantener el balance ecológico en las plantas es para felicitarlos.
Al ser una vía netamente residencial, tiene muy poco transito vehicular, algunos ciclistas, pero bastante personal de seguridad y servicio doméstico, aún así, casi siempre luce desierta.
Calle Manuel Fuentes
Calle El Bosque
Calle Cervantes
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