Hasta principios de la década de 1980, toda la zona que actualmente corresponde al parque Maria Reiche era un lugar abandonado por la Municipalidad de Miraflores.
A pesar que existían viviendas individuales y algunos edificios de departamentos, la ladera y el acantilado que conduce a la playa, estaba invadida por decenas de ciudadanos miraflorinos.
Algunos se dedicaban a la pesca, antiguos agricultores, otros tejían cestillas, y la mayoría laboraban en distintos establecimientos de la urbanización Santa Cruz.
Aquel asentamiento humano, era conocido como “El Chaparral”, aparentemente invadido alrededor de la década de 1970.
La composición de dicho acantilado, no distingue alguna ruta de un río, sin embargo, existe cierta pendiente a la altura de la actual calle Toribio Pacheco, que curiosamente es una calle que se origina junto al parque Blume, y es conocido que todas las zonas donde se habilitó un parque, eran zonas por donde corrían los canales de los ríos.
Con la habilitación de las pistas en la Costa Verde, se instalaron espigones, que ampliaron la zona, reduciendo algunos metros la ladera.
En el año 1996, a aquellos residentes miraflorinos, el alcalde de turno, los trasladó hacia unos terrenos en la ciudad de Ventanilla, acondicionando dicha área para el futuro parque Reiche.
El sendero hacia el mar se mantuvo en la zona, a pesar que la playa tiene muy pocos metros acondicionados, es un buen lugar para descansar.
Fue a mediados de la década de 1980, que se acondicionaron gradas, en aquella pendiente, lo cual facilitó de alguna manera la ruta hacia el mar, aunque siempre existían variaciones creadas por el pie del humano.
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| Sendero a la playa desde el Parque Maria Reiche año 2001 |
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| Sendero a la playa desde el Parque Maria Reiche año 2005 - señalizado |
A principios del siglo XXI, y debido al aumento del flujo vehicular por esas vías, era muy difícil para el ciudadano, cruzar la pista de cuatro carriles para acceder a la playa, por ello se solicitó a las autoridades miraflorinas, que coloquen algún tipo de indicador en la pista, como advertencia que los peatones podrían cruzar la pista.
Puente y Sendero a la playa desde el Parque Maria Reiche 2011
En el año 2006, la Municipalidad de Lima, colocó varios puentes peatonales a lo largo de la Costa Verde, y uno de ellos se instaló en dicho lugar, manteniendo los accesos mediante las gradas.
En el año 2015, nuevamente la Municipalidad de Lima, instaló un nuevo sistema de puentes peatonales, refaccionando todo el sendero de escaleras, el cual recién fue habilitado hacia finales del año 2017.
Pero a su vez, amplió el número de carriles vehiculares, disminuyendo el tamaño de la zona junto al mar.
La Ruta hacia el mar
El sendero para llegar a la playa, durante mucho tiempo fue algo peligroso, tanto por la dificultad para cruzar la pista, como la cantidad de canto rodado muy cerca de las escaleras, que constantemente caen, inclusive a la pista.
El sendero se inicia, a la altura de la calle Pacheco y el Malecón de la Marina, para ello, es preciso descender por unas rústicas escaleras ubicadas en el parque Maria Reiche.
La zona se encuentra rodeada de muchas áreas verdes pero algo escondido, por ello es preciso caminar unos metros hacia el acantilado para poder descubrir esa bajada.
El acondicionamiento de las escaleras, incluye farolas elevadas y pequeñas luces de auxilio laterales, pero la zona siempre es muy solitaria, por ello es recomendable no llevar consigo objetos de valor.
Porque al ser una zona donde no es frecuente la asistencia de los tablistas ni bañistas, casi siempre es muy solitario.
El sendero de escaleras es bastante alto, y en sectores tiene mucha continuidad, existiendo un pequeño descanso cada un número indeterminado de gradas.
En otro sector de la bajada, se observan rampas inclinadas, con las cuales es preciso descender con cuidado, debido a que es cemento pulido, el cual resbala.
La ruta se nota que fue habilitada por el continuo caminar de los antiguos residentes del distrito de Miraflores, ya que casi siempre bordea los cerros, con inclinaciones hacia la derecha, izquierda, y curvas totalmente cerradas.
Y en medio del sendero, inmensas montañas de canto rodado, algunos protegidos con plantas silvestres y otras con mallas de protección.
En algunas zonas de las laderas son visibles las piedras que se han deslizado desde el acantilado.
Y en otros se observa la curiosa formación rocosa que la evolución del Planeta Tierra provocó en esta zona de Miraflores.
A pocos metros de llegar al puente Maria Reiche, encontrara una maya de metal con reforzadores de fierro, que protegerán de los futuros deslizamientos de esa zona del acantilado, razón por la que estuvo clausurada durante varios años.
Los metros de ese sendero, han aumentado en distancia con relación a la anterior bajada, debido a la necesidad de acondicionar el nuevo puente, que es de mayor tamaño.
Descender por todo el sendero de escaleras, es una grata experiencia, porque además de admirar el panorama, observará variadas especies de aves instalados en los postes de alumbrado público.
Habiendo acondicionado hacia el otro extremo, varias bancas de madera, en el cual se podrá sentar y disfrutar del mar, porque están protegidos por un techo de listones de madera.
Desde ese lugar, podrá observar la maravillosa formación rocosa del acantilado miraflorino, con sus imponentes cerros de canto rodado, protegidos, actualmente, con mallas metálicas.
Así como otras formaciones, rodeadas de áreas verdes silvestres.
En todo el sendero encontrará curiosas formaciones en la montaña.
Que le permitirá imaginar, las dificultades de los antiguos residentes del distrito de Miraflores, para poder llegar al mar, tratando de esquivar los peligros de las piedras.
El último sector de escaleras para llegar a la playa, está acondicionado con tablones de madera, con barandas de protección para evitar accidentes.
Como advertencia, si requiere ir hacia el otro lado de la pista, siempre utilice el puente peatonal, porque si antes era difícil cruzar cuatro carriles vehiculares, más peligroso será cruzar seis, considerando que la velocidad de estos, siempre supera los 80 kms/ hora.
Es de notar, que si desea ir a la playa Punta Roquitas, a la playa Los Delfines, o al parque Tres Picos, deberá caminar lejos de la pista, debido a que no existe una vereda, ni cerco de protección para el ciudadano.
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| Antigua fotografía de la bajada a la playa desde el parque Maria Reiche |
De todas maneras, es bienvenido si desea conocer este curioso complejo de escaleras, escondido, entre los acantilados miraflorinos.
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