La avenida Jorge Chávez (antes avenida Baquijano y Carrillo), se inicia en la esquina de la cuadra 7 de la avenida Pardo límite con la avenida Comandante Espinar, hasta llegar al malecón Cisneros.
Hasta mediados de la década de 1980, toda la zona era conocida con un sólo nombre, sin embargo la Municipalidad de Miraflores decidió nombrar a la alameda con el nombre de Cristina Gálvez.
La dama Cristina Gálvez, fue una artista plástica, que se mudó a unos metros de dicha alameda, sobre la calle Roma, donde instaló su estudio.
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El distrito de Miraflores, hacia principios del siglo XX, se fue poblando hacia las zonas costeras, teniendo como centro principal la Alameda Pardo.
En el siglo XIX se había urbanizado toda la zona alrededor de la Alameda Ricardo Palma, hoy convertida en avenida Ricardo Palma, pues ha perdido su condición de Alameda.
Es así, que a principios del siglo XX, un gran sector comprendido entre el parque central de Miraflores, la Alameda Pardo y los malecones, fueron habitados por ciudadanos de clase media y alta, habiéndose construido muchas residencias de más de 400 metros cuadrados de extensión.
Así como también pequeñas casas rústicas, en pequeñas quintas.
Sin embargo, una y otro predio estaba rodeada de jardines exteriores e interiores, con una edificación singular, propia del origen de aquel que la iría a residir.
Hasta la década de 1920, no existía la avenida Comandante Espinar, pero ya estaban trazados los límites de la futura avenida Jorge Chávez y hasta el Ovalo Gutierrez.
Fotografía Derechos Reservados |
En dicha intersección se habilitó un inmenso terreno, posiblemente con la finalidad de habilitar un óvalo, similar al que se encuentra en la intersección con la avenida Arequipa, o a los que actualmente se encuentran a la altura de las cuadras 11 y 15 de la Alameda Pardo.
Fotografía Derechos Reservados |
Hacia la década de 1930, la zona todavía no estaba pavimentada, pero ya se habían construido hermosas residencias a ambos lados de la futura alameda.
Un antiguo plano, que informa sobre el recorrido del ómnibus Urbano Miraflores, salía de la estación del tranvía (Alameda Ricardo Palma), indica que el vehículo recorría por toda la alameda Pardo justo hasta la intersección de las avenidas Espinar y Chávez, para retornar hacia la Alameda Ricardo Palma.
En la segunda cuadra, todas las residencias fueron construidas a dos niveles.
En el año 1935, en el centro de la intersección entre la Alameda Pardo, la avenida Espinar y Chávez, se colocó una hermosa fuente de granito, y en el centro una pileta, que adornaba la perspectiva, de la no habilitada Alameda Pardo hacia el oeste, pavimentando toda la alameda.
Esa fuente de granito actualmente se encuentra en el parque Reducto Nº 2.
Por esos años, un anuncio publicitario, promocionaba la zona como el Moderno Barrio Aristocrático Miraflorino, pero sin considerar la avenida Jorge Chávez.
Habiéndose lotizado cinco cuadras de esta calle, siendo el sendero vehicular de las tres primeras, el doble de ancho que las dos siguientes. Por esa razón, se creyó conveniente adecuar las dos primeras cuadras como una hermosa alameda, la cual se mantiene hasta la fecha.
Vía en la que se estaban construyendo hermosas residencias de una y dos plantas, con amplios jardines, lamentablemente, casi ninguna forma parte del patrimonio arquitectónico miraflorino.
Al inicio de la Alameda, se encuentra una escultura de la artista Cristina Gálvez, y hacia el lado izquierdo se observan dos antiguas residencias, edificadas a principios del siglo XX, algo modificadas, al haber sido convertidas en negocios, pero manteniendo algunos detalles como los techos inclinados.
Hacia el lado derecho, se han edificado edificios sin algún valor arquitectónico, hasta principios de la década de 2010 en la esquina con la calle Berlín, existía una hermosa residencia que funcionaba como centro educativo, pero que lamentablemente fue demolido.
Fotografía Derechos Reservados |
Por esos años, un anuncio publicitario, promocionaba la zona como el Moderno Barrio Aristocrático Miraflorino, pero sin considerar la avenida Jorge Chávez.
Habiéndose lotizado cinco cuadras de esta calle, siendo el sendero vehicular de las tres primeras, el doble de ancho que las dos siguientes. Por esa razón, se creyó conveniente adecuar las dos primeras cuadras como una hermosa alameda, la cual se mantiene hasta la fecha.
Vía en la que se estaban construyendo hermosas residencias de una y dos plantas, con amplios jardines, lamentablemente, casi ninguna forma parte del patrimonio arquitectónico miraflorino.
Al inicio de la Alameda, se encuentra una escultura de la artista Cristina Gálvez, y hacia el lado izquierdo se observan dos antiguas residencias, edificadas a principios del siglo XX, algo modificadas, al haber sido convertidas en negocios, pero manteniendo algunos detalles como los techos inclinados.
Hacia el lado derecho, se han edificado edificios sin algún valor arquitectónico, hasta principios de la década de 2010 en la esquina con la calle Berlín, existía una hermosa residencia que funcionaba como centro educativo, pero que lamentablemente fue demolido.
Así como tres antiguas casas ubicadas sobre la segunda cuadra de esta alameda.
En otros casos, se han habilitados zonas de estacionamientos.
Pero lamentablemente, la zona se ha llenado de edificios sin alguna belleza arquitectónica.
Hoteles, empresas de viaje y oficinas se han instalado en esas edificaciones.
Ni siquiera han pensado en la ecología, porque han colocado lunas de color negro que oscurecen aquella otrora hermosa alameda.
Durante varios años de la década de 1990, el lugar fue sede de la feria del libro Ricardo Palma.
En una de las hermosas residencias, existía una casa de hospedaje para ciudadanos judíos, pero por un hecho lamentable ocurrido en la Argentina en el año 1994, los ocupantes fueron trasladados y la casa demolida.
Al momento de escribir este artículo, hacia el final de la segunda cuadra de la Alameda Cristina Gálvez, quedan dos antiguas residencias.
Una ubicada en la esquina de la calle José Gálvez en esquina con la tercera cuadra de la avenida Jorge Chávez.
Y la demolida hace unos meses, ubicada justo al frente de la Alameda, en esquina con la calle José Gálvez, con una hermosa chimenea, la cual puede ser vista en la fotografía captada en el año 2013.
En otros casos, se han habilitados zonas de estacionamientos.
Pero lamentablemente, la zona se ha llenado de edificios sin alguna belleza arquitectónica.
Hoteles, empresas de viaje y oficinas se han instalado en esas edificaciones.
Ni siquiera han pensado en la ecología, porque han colocado lunas de color negro que oscurecen aquella otrora hermosa alameda.
Durante varios años de la década de 1990, el lugar fue sede de la feria del libro Ricardo Palma.
En una de las hermosas residencias, existía una casa de hospedaje para ciudadanos judíos, pero por un hecho lamentable ocurrido en la Argentina en el año 1994, los ocupantes fueron trasladados y la casa demolida.
Al momento de escribir este artículo, hacia el final de la segunda cuadra de la Alameda Cristina Gálvez, quedan dos antiguas residencias.
Una ubicada en la esquina de la calle José Gálvez en esquina con la tercera cuadra de la avenida Jorge Chávez.
Y la demolida hace unos meses, ubicada justo al frente de la Alameda, en esquina con la calle José Gálvez, con una hermosa chimenea, la cual puede ser vista en la fotografía captada en el año 2013.
Forma parte de la belleza de la Alameda los frondosos árboles de ficus.
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Esa fuente en el centro de la intersección entre la Alameda Pardo, la avenida Espinar y Chávez, queda a media cuadra de nuestra casa construida el año 1936 (un año despues de la foto). Ya se vé la casa de nuestro vecino (la que tiene columnas blancas a la izquierda) que ahora es una llantería, nuestra casa un estacionamiento de carros al frente de lo que era uno de los primeros Supermarkets construida en el terreno de su casa. La casa con una torrerecita a la derecha terminó como un colegio, detrás habia una quita linda que llegaba de Pardo a Berlín. Lindo ver los ficus chiquititos. Tengo bastante fotos de ésta zona.
ResponderEliminarHasta la década de 1980, ambas Alamedas tenían hermosas residencias.
EliminarFelizmente se han mantenido la mayoría de árboles.