En el año 1986, una amiga que vive en un edificio del Malecón de la Marina me comentó:
“… como la luz la cortaban a las 5 pm. debíamos andar con una linterna al usar las escaleras, yo vivo en el piso 7 y mi vecina (una señora mayor) recurría a mi cada vez que tenía necesidad de bajarlas, no sólo por la oscuridad sino porque estaba temerosa pues su departamento fue “vaciado” semanas atrás, y nadie, ni siquiera el vigilante había observado mudanza alguna.
Al llegar al piso 3, vimos una puerta entreabierta alumbrada con velas, ambas nos acercamos pensando en otro robo y con sorpresa vi casi todos los muebles de mi vecina. Sin hacer ruido continuamos descendiendo para llamar a la policía. Los ladrones eran inquilinos del mismo edificio, que de una u otra forma se enteraron de la rutina de cada vecino …”.
Desde esa fecha, son muchas las veces que me comentan sobre robos en edificios, sin que el guardián vea algo, es obvio que los rateros retiran lo robado poco a poco, desde el departamento alquilado.
Y como cualquiera tiene vehículos con las lunas oscuras, es imposible observar qué es lo que está saliendo del edificio.
Advertencia: No den tanta confianza a los nuevos o antiguos vecinos, para mi, ellos son los principales sospechosos de la mayoría de los robos, en especial aquellos muy atentos a reparar cuanto desperfecto tenemos en el hogar, igual puede suceder con las casas puerta de calle.
Además es común que los nuevos inquilinos reciban visitantes, o sub arrienden habitaciones, ello es también un peligro para los residentes habituales, porque el tránsito de desconocidos con llave de las puertas y ascensores se multiplica.
A eso se suma que casi el 30% de los departamentos del distrito de Miraflores son oficinas a puerta cerrada pero que reciben clientes, que perfectamente puede ser ladrones que desean conocer a nuevas víctimas.
Quizá las juntas de propietarios deberían realizar un listado con el nombre y datos personales de todos los residentes.
Las fotografías de este enlace fueron captados un día de semana, y nadie, ni los serenos ni los policías, se detuvieron para preguntar qué sucedía, quizá se estaban robando los muebles, con toda tranquilidad.
Gracias por la informacion.
ResponderEliminarEstimados vecinos:
ResponderEliminarDejando de lado si los vecinos o ajenos son los sospechosos, lo que conocemos es que cada día son mas frecuentes los robos en los edificios que deberían ser lugares seguros por la cantidad de residentes que ingresan y salen a diversas horas, lo cual supuestamente haría más difícil el ingreso y el accionar de los delincuentes .Esto sumado a que la mayoría de los edificios en nuestro distrito cuentan con vigilancia de porteros durante las 24 horas del día y en algunos casos también con cámaras de video .
Lo que se espera ahora es que las autoridades adopten otras estrategias al conocer estas nuevas modalidades de robo y que instruyan a los vecinos de los edificios para que tomen mayores y nuevas precauciones aconsejándoles además un saludable espíritu de solidaridad en beneficio de todos.
Sobre el particular, el mayor Comisario de San Antonio ha comunicado que viene preparando una cartilla que será difundida entre los vecinos para darles a conocer esas nuevas modalidades de robo y algunas medidas para prevenirlos.
Atentamente,
Estimada Fátima:
ResponderEliminarCreo que difundir cosas así sólo crean una cultura de la desconfianza entre vecinos que no viene al caso. Sin dudar de lo que usted cuenta, no me parece pertinente que se viva en ese permanente estado de tensión que ya ni de los propios vecinos se pueda confiar, que se crea que hasta ellos son nuestros potenciales enemigos, que somos nosotros los únicos seres buenos sobre este mundo y que todos los demás son malvados que nos quieren hacer daño, que su interés en ayudarnos a reparar un desperfecto trae siempre consigo un interés subalterno por saber qué tenemos y cómo robarnos. La verdad es que todos merecemos una vida tranquila y sosegada y el desconfiar hasta de nuestros vecinos de edificio no contribuye a ello, menos neurosis nos dará una
vida más agradable.
En serio es una pesadilla, si no encuentras a vecinos malcriados, los hay fiesteros que no respetan las normas del edificio, o los que tiran las puertas, los que dejan las bicicletas y basura en el pasadizo y ahora encima esto ???????, ladrones
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