Mi Honda 70 |
Nací y viví la mitad de mi vida en el mágico distrito de Barranco, casi siempre mi rutina era laborar por la mañana y a estudiar por la noche, pero hacia finales de los años 70 y principios de los 80 casi todos los días, a la hora del ocaso era obligatorio pasear por el malecón de Barranco, y en una de esas tardes, no recuerdo por cual razón, debí tocar el claxon de mi motocicleta justo delante de la casa de un conocido escritor, fue así que desde esa tarde cada vez que transitaba por el malecón barranquino en el atardecer, el escritor y yo, la motociclista, compartíamos un afectuoso saludo.
Debo anotar que yo siempre he manejado mi motocicleta con casco, anteojos protectores, casaca, guantes y botines, por ello es poco probable que el protagonista de este poema pueda reconocer mi rostro, posiblemente sólo podría recordar mi Honda 70 y mi sonrisa.
Los invito a leer mi poema.
“Escritor”
Residencia en la segunda cuadra del Malecón Harris - Distrito de Barranco.
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Quien diría que la sencillez y calidad de un notable ciudadano peruano sea reconocida por un premio de esa naturaleza, siempre se le vio como uno de los grandes, su breve paso por la política enturbió en algo su sencillez, sin embargo continuó brillando por ser nuestro mejor escritor.
ResponderEliminarFelicitaciones a nuestro premio Nobel Mario Vargas LLosa, y a ti Fátima por haberte inspirado este hermoso poema en esos momentos en que te cruzabas con él.
Angélica
Este poema relata muchas vivencias que probablemente nuestro nobel no recuerde, que bueno que tu colocas información importante de su trayectoria mientras vivía en el distrito de Barranco.
ResponderEliminarY cuando no haciéndolo en poesía. Falicitaciones
Trajiste a mis recuerdos la silueta de una veloz motociclista setentera con una actitud muy femenina y bella sonrisa. Saludos.
ResponderEliminarFernando Morales Valega
Siempre evocando Barranco, esa parte del malecón siempre estuvo lleno de plantas.
ResponderEliminarGracias por tu poema, te describe igualita.
Monica Santander
Muy lindo como describes el panorama del atardecer barranquino, yo solía ir con mi hijita y era muy bonito, varias veces también me topé con Vargas LLosa, era muy amable.
ResponderEliminarUn abrazo desde Miami, Rebeca Martinez
Barranco tiene esa característica, para quienes escribir lo tienen en los genes.
ResponderEliminarEn lo que a mi respecta, solo dos cosas, por el momento truncas le pido a Dios: Vivir en Barranco y también...escribir, Te felicito, me encantó!
Gracias Renzo, los aires del distrito de Barranco nos inspiran.
EliminarGracias Fátima. O sea...te templaste del Nobel...jajaja...a mí también me gustan las motos y más aún Barranco...el escritor, no tanto...
ResponderEliminarEstimado Luis, en mi poema relato que sólo hubieron sonrisas lejanas, entre la vereda del malecón y la ventana de su casa, es lo más cerca que lo he visto.
EliminarComo escribo, dudo que él me reconozca, yo iba con casco, lentes, casaca, guantes, etc.
Sus primeras obras las leí cuando estaba en el colegio, sus libros a partir del año 1974 no los he leído (yo ya estaba estudiando Economía en la Universidad), y esa es más o menos la época en que lo descubrí saludándome desde su ventana.
Lo comento como anécdota, tengo otros poemas inspirados en hombres que si he amado.
Saludos.
Vaya coincidencia. Yo viví en el Malecón Paul Harris, esquina con Av. Centenario. Vivo en Barcelona, España, desde hace más de 30 años, razón por la cual vendí la casa a un primo lejano. Me cuentan que la casa (Moderna y de tres pisos) la han demolido para hacer un super edificio. Mi tía, Lina, que vivía con nosotros, trabajó 39 años en la Municipalidad de Barranco. Me encantó su poema. Quizá el escritor a que se refiere sea Mario Vargas Llosa. Vivía a una cuadra de mi casa. También vendió la casa y ahora vive en Madrid. Saludos. MI BARRANCO
ResponderEliminar(Soneto endecasílabo)
Un peldaño de costa por paisaje
junto al sol, como nido de gaviota,
que con brisa de mar, íntimo flota,
reflejando colores del celaje.
Fiel Barranco limeño, tu linaje
es la cuna bohemia donde brota
ese garbo de criollo que denota
el florido cantar de tu mensaje.
Tus quebradas esconden los anhelos
y tormentos, de amores que se juran
la promesa madura sin reproche.
Y la luna desnuda blancos velos
en los ficus añosos que perduran;
centinelas secretos de la noche.
Carlos Oyague Pásara
Gracias por el Soneto, efectivamente era Vargas Llosa quien al parecer solía escribir a máquina sentado mirando el mar.
EliminarYo tenía un amigo que residía en la esquina de Centenario con el malecón, junto a las escaleras, se llama César pero no recuerdo su apellido, la casa fue demolida hace unos meses.
Gracias por leer mi poema.