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sábado, 30 de noviembre de 2024

Op Art Azul 99

 


Op Art Azul 99


Rectas simples fueron trazadas en mi obra de Op Art Azul 99, verticales y horizontales en un primer plano, que modifican sus dimensiones de acuerdo a su posición.

Sombreadas por rectas diagonales que transitan de manera uniforme entre cada uno de los sectores de las primeras rectas.

Iluminado con pinceles # 0 y # 2 al acrílico sobre nordex, con tonos granates que tienden al rosado, y azules con tendencia al celeste.


viernes, 22 de noviembre de 2024

Puente de los Suspiros siglos XIX y XX


Uno de los lugares emblemáticos del distrito de Barranco y de la ciudad de Lima, es el Puente de los Suspiros del distrito de Barranco.

El Puente de los Suspiros fue construido para unir los dos lados de una Quebrada (Bajada de los Baños) originaria por efecto de la ruta del río proveniente de la Sierra, la historia relata que esa zona fueron los senderos de varias acequias (de Comuco y/o de Talama) y quizá hasta del río Surco.


Desde antes  del siglo XV se tiene información sobre la existencia de dicha quebrada, aunque en la zona existen varias otras pendientes que conducían a la orilla del mar, como los senderos en declive de la calle Sucre y la calle Abregú utilizada por los pescadores durante mucho tiempo.

Por los grados de inclinación la calle Sucre tenía un amigable recorrido para los nativos barranquinos y surcanos, pero intereses económicos de un grupo religioso, clausuraron dicha ruta, habilitando una distinta y con más grados de inclinación : la actual Bajada a los Baños.


Durante casi cuatro siglos, las laderas alrededor de la actual Bajada a los Baños, antes y después del Puente de los Suspiros, estaba habitada por ciudadanos de escasos recursos económicos, pescadores, agricultores y comerciantes, que obtenían sus productos de las chacras del pueblo de Surco, para venderlos en el antiguo mercado de Barranco, conocida como la Plaza del Mercado.

El Puente de los Suspiros, empezó a construirse en el año 1876 durante el gobierno del primer Alcalde del distrito de Barranco, asignándole, muchas décadas después, el nombre de “Suspiros”, porque ese lugar era conocido como una zona solitaria desde principios del siglo XIX, debido a ser un paraje rodeado de vegetación.

Hasta mediados del siglo XX era conocido como el puente de madera, espacio con poco tránsito peatonal, a excepción de los fines de semana, concurrida para asistir a la capilla de la Ermita.


El Puente de los Suspiros, une los extremos de las quebradas de las calles Ayacucho y Sucre, con una longitud inicial de 44 metros, 8.5 metros de alto y 3 metros de ancho, fabricado exclusivamente con tablones de madera.

En esa época el sendero de la calle Ermita era totalmente irregular, y para acceder a cada casa era preciso utilizar diversas escaleras que formaban parte de los predios.


La belleza de la zona, motivó que varios vecinos barranquinos estuvieran interesados en construir sus residencias cerca a la plaza del mercado, edificándose amplias casonas de un nivel, con áreas en los subsuelos, con varias gradas, como si fuera una loma. Esa área inferior también formaban parte del inmueble.

La casa ubicada a pocos metros del Puente fue ocupada por el alto mando del regimiento chileno, durante el año 1881, la residencia conocida como la Mansión Renacentista, fue una de las sedes de organización durante la ocupación.

El 14 de Enero de 1881, por causas poco explicadas, se produjo el incendio de la capilla de la Ermita, así como del Puente de los Suspiros, atribuido a ciudadanos extranjeros, sin embargo es difícil de creer que encontrándose los altos mandos militares a pocos metros de ambos recintos, sean ellos mismos los que decidieran destruirlo, con el posible resultado de quemar también el lugar donde se alojaban.


Tiempo después de esos lamentables sucesos, el padre Gaspar Abregú, administrador de la capilla Ermita, fue el responsable de la reconstrucción de dicho local y del Puente de los Suspiros, con el aporte monetario reunido por el General chileno Lynch (quien estaba a cargo de las tropas chilenas afincadas en el distrito de Barranco en la Mansión Renancentista),.

Existen registros que debido a la cantidad de residentes chilenos en el distrito de Barranco desde mediados del siglo XVIII, en la ciudad de Santiago de Chile se realizaron colectas como aporte para la reconstrucción, además de ambos espacios, de muchas de las casas de los pobladores barranquinos que también habían sido dañadas, sumadas a las colectas de algunos vecinos, entre ellos, algunos familiares del mismo Lynch que por esos años vivían en Barranco.


Es de anotar que Lynch vivió con sus padres por algunos años (antes de la Guerra del Pacífico) en los alrededores del balneario, en la ciudad de Lima.

Con esos aportes, a principios del siglo XX, se estrenó una nueva capilla, modificando la ubicación de la puerta desde la calle Ermita, hacia el actual patio, quedando de manera lateral al Puente de los Suspiros.


Es de recordar que en el Escudo de Barranco aparece al lado izquierdo la capilla de la Ermita y al otro lado corresponde a la calle Sucre.

Desde hace varios siglos, el sendero de la calle Ermita se ubica al lado derecho del Puente de los Suspiros, pero se debe girar hacia la izquierda para acceder a la actual Bajada de los Baños.


En la década de 1930, el interés por residir en los alrededores del Puente de los Suspiros, motivó la construcción de residencias de dos niveles, a la altura de las calles Ayacucho muy cerca a la calle Zepita y al malecón Castilla, así como sobre la misma calle la Ermita, con características muy distintas a las edificadas a principios y a mediados del siglo XIX.

Pero el terremoto de grado 8 del año 1940, deterioró los cimientos del Puente, tanto de los extremos como en el centro, por ello, debió reducir su longitud a 31 metros, empleando las mismas características de los maderos, manteniendo el centro con vista al horizonte.


Dicho sismo también provocó que varias viviendas se destruyeran, algunas casas se deslizaron, las que se encontraban al borde del acantilado perdieron sus habitaciones al desmoronarse; las que se encontraban sobre los Baños de Barranco vieron destruidas sus areas de recibo.

Después del terremoto, y durante muchos días,  en todos los senderos sólo se veían desmonte, restos de las viviendas, muchas de las casas tenían las habitaciones inclinadas, por lo cual fue necesaria una re estructuración total de la zona, no otorgando los permisos para la reconstrucción de aquellas viviendas que estaban en riesgo total de destrucción.


Sin embargo, otras viviendas no tuvieron mucha pérdida, en especial aquellas construidas con maderas, por la estructura  sólo fueron necesarias algunas reparaciones.

Por ello a pesar de tener más de cien años de fabricadas, algunas lucen casi con las mismas características de cuando fueron construidas, en especial las ubicadas a la altura de la Bajada Oroya.


Otros predios fueron reforzados con ladrillo y cemento, pero manteniendo determinados diseños con tablones de madera para que guarden armonía con la estructura del Puente de los Suspiros.

Y gracias a estas antiguas fotografías se puede recrear cómo fue tanto el Puente como los senderos de las calles adyacentes, siendo lo más importante la cantidad de áreas verdes que existían, así como los frondosos árboles,  muchos de los cuales han desaparecido.

Diagrama de la Bajada de los Baños


Un antiguo diagrama de la ubicación de los predios alrededor del Puente de los Suspiros.


Y una singular fotografía captada desde el aire, de la década de 1930, donde se observa el Puente de los Suspiros.


Mis recuerdos sobre el Puente de los Suspiros


Resultará ilógico este comentario, pero siempre escuché que las personas que acuden al Puente de los Suspiros de Barranco, lo hacen para suspirar, pero no por amor, sino por sus Penas de Amor.

Posiblemente alguna vez caminaron con el ser amado sobre sus tablones, pero la mayoría de otras veces que acuden al puente es para evocar aquellos momentos de enamorados y llorar sus tristezas.

Testigo de innumerables romances en cualquier lugar de la ciudad, pocas veces he visto parejas de recién casados posando en el antiguo Puente de Madera, a diferencia del relativamente nuevo Parque del Amor en Miraflores, el cual cada fin de semana tiene al menos una docena de parejas que hacen fila para perpetuar en fotografías el cambio del estado civil.

Quizá el nombre "Suspiros" también fue atribuido al sentimiento de las personas que asistían a la capilla, donde se celebraban distintos eventos litúrgicos  entre ellos las defunciones.

O por la infinita cantidad de lamentos, sollozos, llantos, angustias, desconsuelos, congojas y aflicciones producto de las rupturas amorosas, entre otros motivos.

Y es que cuando se nos acaban las lágrimas, lo único que nos queda es un “Suspiro”.


viernes, 15 de noviembre de 2024

Calle Fuentes en San Isidro


La calle Manuel Fuentes del distrito de San Isidro es una de las vías con más residencias hermosas que felizmente permanecen para deleite de los amantes de la arquitectura.


Don Manuel Fuentes Delgado (1820 - 1889) fue un periodista que escribía sobre la historia de nuestra patria, con un sentido irónico, que lo hizo célebre.


Casi todo el territorio del actual distrito de San Isidro formaba parte de los linderos del distrito de Miraflores hasta el mes de abril de 1931, en que fue creado por Ley N.º 7113.

La calle se inicia en el avenida Andrés Reyes, y se encuentra de manera paralela a las avenidas Arequipa y Rivera Navarrete.


Es la continuación de la avenida Paseo Parodi, sendero de dos vías, una de norte a sur que se convierte en la calle Federico Villarreal, y la de sur a norte que se convierte en Manuel Fuentes.


Es cruzada por los lados por las calles Antequera y Chinchón, ambas de la misma extensión.


Hasta llegar a la av. Juan de Arona, importante vía de tres carriles al ser considerada una de las principales calles comerciales del distrito.


Continúa con las calles Coronel Odriozola y la av. República de Colombia, la cual se encuentra a pocos metros de la Plaza 27 de Noviembre.


El sendero de esta calle continúa con las calles La Habana, Rio de la Plata y Chacarilla, las tres por ambos lados. y de distintas extensiones.


Continuando hacia el sur, hacia el lado izquierdo, está el pasaje La Florida, y a unos metros hacia el lado derecho con la calle Florida.


Para culminar en la av. Andres Aramburú, otra vía de dos sentidos y de amplias pistas.


El distrito de Miraflores continúa al cruzar la avenida Aramburú, estando a unos centímetros a la derecha con la calle Tacna.


La calle Manuel Fuentes se caracteriza por sus hermosas residencias, la mayoría de dos niveles.


Curiosos balcones, techos a dos aguas, puertas y ventanas de madera tallada, arcos como adornos complementarios, y otros detalles arquitectónicos, generan un atractivo especial entre estas casas.


A pesar de no existir quintas ni solares en esta vía, si son visibles diversos edificios multifamiliares, o casas transformadas en viviendas múltiples.


Con la adecuación de segundos, terceros y hasta cuartos niveles, las cuales, en su mayoría tienen una sola puerta de ingreso, y posiblemente sean locales comerciales.


Casi todos los predios ubicados en las esquinas con avenidas están acondicionados para ser negocios, detalle observado por los sistemas de protección y por tener casi siempre un vigilante en la puerta.


Así como muchos automóviles estacionados sobre lo que antes eran tupidos jardines y hasta inclusive sobre las veredas.


Además del nutrido cableado telefónico que parecen "telas de arañas" en medios de los árboles.


A diferencia de los predios que continúan siendo casa habitación, los cuales colocan inmensas cercas de protección que impiden admirar los detalles arquitectónicos de su edificación.


Otros predios mantienen visible la belleza arquitectónica, así como sus áreas verdes.


Sin poder disimular la adecuación de otros niveles sobre los techos de estas antiguas residencias.


Lo interesante en admirar cada uno de los predios, es ver la diversidad en su construcción, todos son distintos.


La mayoría parecen tener una extensión de al menos 240 m2 y algunos superar los 400 m2, en especial aquellos con amplios jardines.


Lo agradable al realizar este paseo, fue ver que inclusive los añadidos al colocar nuevas puertas de ingreso, los propietarios tuvieran el buen gusto de incorporar detalles similares a la concepción original del predio.


O en otros casos, disimular la ampliación de sus habitaciones, manteniendo el arco en la zona de ingreso.


Debo reconocer que de todas las calles que he caminado, esta es una de las más hermosas, porque además de la belleza de sus casas, todas las cuadras tienen al menos media docena de árboles.


Sembrados sobre la zona de la berma municipal, siempre en perfecto estado de conservación.


Particularmente, ignoro si esas bermas están siendo cuidadas por la comuna o por cada uno de los habitantes del predio.


Incertidumbre que tengo debido a la variedad de su presentación, todas tienen distintas plantas, adornos, cercos, así como estilos de podado.


Es una suerte que esta calle no esté siendo invadida por las empresas constructoras, porque la belleza de casi todas sus casas, 
 mereciera haber sido reconocidas como monumento patrimonial del distrito.


Aplicaciones de piedra, ladrillos de colores, pisos y escaleras de mármol, singulares chimeneas, y diversas maceteros son un deleite para la vista.


Inclusive aquellos predios que han levantado cercos de seguridad has sido amables al permitir que sus áreas decoradas sean visibles al público.


Recomiendo un paseo por esta hermosa calle, de preferencia un fin de semana, cuando en el camino los acompañarán el canto de las aves.


¡Es una de mis calles preferidas!


















Calle Manuel Fuentes 

Calle El Bosque 

Calle Cervantes