Hasta abril de 1931 esta zona de San Isidro formó parte del distrito de Miraflores, irrigado por el canal de regadío Huatica, a principios del siglo XVII se plantaron algunos olivos, lo que en el futuro dio origen al Bosque del Olivar.
Es uno de los pocos espacios públicos que cautivan a la mente, se encuentra en ubicado entre las calles Pancho Fierro, La República, Constancia Bollar y Antero Aspíllaga y la avenida Paz Soldán.
Son varios los senderos para disfrutar de los hermosos parajes, donde se contempla diversas formas de vida animal y vegetal, y apreciar una diversidad de aves y plantas, además de lugares para sentarse para descansar, leer, o soñar despierto.
El Bosque del Olivar es considerado un oasis en medio del caos de la ciudad, ubicado a 6 kilómetros del centro de la ciudad de
Lima.
Es un espacio donde se puede caminar y respirar aire fresco, trotar o entretenerse con las aguas de su laguna.
También se puede aprender sobre la variedad de aves, para lo cual existen varios módulos con información detallada, a lo largo del camino.
Su origen se remonta al siglo XVI, época virreinal, por ello se calcula que tiene alrededor de 450 años de antigüedad, cuando, por la fertilidad de la tierra y por ser ruta de los canales de regadío, decidieron cultivar olivos, ubicándolos en línea recta.
A la fecha quedan alrededor de 1600 de los plantados en aquella época, así como 200 otros árboles de diferentes tipos.
A finales del siglo XVIII, el Conde de San Isidro adquirió los terrenos, bautizando la hacienda con su nombre.
En el año 1853, la hacienda fue adquirida por José Paz Soldán, pero 2 años después, esta fue ocupada por las tropas del General Ramón Castilla, durante la batalla de La Palma.
Luego de varios dueños, en el año 1920, se formó la Compañía Urbanizadora
San Isidro, y la zona pasó a formar parte del distrito de
Miraflores, en que se empezó a lotizar aprovechando la apertura de la avenida Augusto B. Leguía (hoy Arequipa).
Se encuentra entre las calles Luis Benjamín Cisneros, Francisco Tamayo, Las Amazonas, La Mariscala, 24 de Abril, Incas, Botteri, Choquehuanca, Hermilio Hernández, Acha de Brenner, Pallardelli, Raymundo Morales de la Torre, Conde de la Monclova, Mariano José de Arce, Agustin de la Torre Gonzalez y Carolina Vargas de Vargas.
Por su belleza y contribución para la sociedad, las 23 hectáreas de extensión fueron declaradas Monumento Nacional en Diciembre de 1959, por Resolución Suprema N° 577, determinando sus límites en las avenidas Paz Soldán,
Conquistadores, Pardo y Aliaga,
Santa Cruz y Arequipa.
Dentro del mismo bosque, se encuentran diversos locales administrados por la Municipalidad de San Isidro: la Biblioteca Municipal, la Biblioteca Infantil, el Teatro de Cámara, la Sala Multiusos y la Galería de Arte; y a unos metros la Casa Museo Marina Núñez del Prado.
Cerca de la biblioteca, se construyó una laguna artificial, con un puente de madera que conduce a una pequeña isla.
Aquella laguna tiene un sendero fabricado con ladrillos de colores.
Entre espacios se han colocado bancas de madera, bajo la sombra de algún árbol, para poder admirar el panorama.
Unos metros al norte, se aprecia una hermosa glorieta.
Y además del sendero principal, construido de ladrillos rojos, se puede disfrutar de diversos y hermosos caminos fabricados en lajas, piedras y cemento.
En forma bastante desordenada, se encuentra una diversidad de magníficas residencias, construidas de los más variados diseños.
Existen diversos mitos alrededor del Olivar, el más comentado es que en los enormes agujeros de los árboles de aceitunas, se pueden ver
duendes y hadas.
Es un placer visitarlo.