La puerta de ingreso de los turistas es por la calle Borgoño
La puerta principal para ingresar a la Huaca Pucllana se encuentra a la altura de la octava cuadra de la calle Borgoño.
Para acceder al complejo, es preciso abonar una tarifa, por la cual tendrá derecho a una visita guida que dura aproximadamente una hora con la colaboración de un guía que relatara la historia en idioma castellano y/o inglés.
Aunque todos los primeros domingos de cada mes, el ingreso es completamente libre, e igual tiene a su disposición un guía que le relatará una parte de la historia del lugar, también en
idioma castellano o inglés.
A un lado de la puerta principal, existe un local comercial, espacio alquilado a la
Municipalidad de Miraflores, en el cual sirven alimentos.
Particularmente, y considerando que la zona debería ser considerada un lugar sagrado, por ser un cementerio, donde se han encontrado muchos restos de cuerpos humanos y de animales, por ello podría ser peligroso comer entre esos restos humanos.
El sendero por la calle Elías Aguirre
Si desde la avenida Angamos, se dirige caminando hacia el lado izquierdo, llegará a la calle Elías Aguirre.
Un sendero prácticamente solitario, donde podrá observar detalles de la Huaca que no son percibidos desde el interior.
Aunque algunos senderos forman parte del circuito, admirar desde el exterior le permitirá observar las casas que rodean el complejo arqueológico.
La mayoría de esas casas, muchas de las cuales aún son habitadas como viviendas, fueron construidas en tiempos en que se pensaba que ese lugar era sólo un montículo de tierra.
Parte de esa estructura, en forma de cerro, aún es visible en ciertas zonas, si son vistas desde esta calle.
Pero a la vez podrá ver detalles precisos de las distintas etapas de su edificación.
Inclusive podrá captar fotografías de lugares que no son de acceso público, colocando su cámara a través de los muros de cemento.
Hacia este sector, que vendría ser el lado oeste, las calles que limitan con la Huaca Pucllana, son Eduardo de Habich, Enrique Meiggs, Juana Alarco de Dammert, Daniel Alcides Carrión, y Bartolomé Herrera.
Y con las calles Tarapacá, Ayacucho, Andalucía y Maria Parado de Bellido hacia el este.
El sendero por la calle García Calderón
Debido al interés por residir alrededor de la Huaca Pucllana en la calle García Calderón se han construido algunos hoteles y se han habilitado hostales para los turistas.
Habiendo habilitado esta parte del complejo arqueológico, para el
albergue de los animales nativos peruanos, así como un largo sendero de sembríos oriundos de nuestra patria.
En ese lado existe una puerta de ingreso, pero es de uso exclusivo del personal administrativo y de los investigadores.
El sendero por la calle Independencia
Otro de los senderos poco transitados es el de la calle Independencia.
Vía paralela a la avenida Arequipa, siempre pasa desapercibida para los turista y admiradores de este complejo arqueológico.
Inclusive recién a inicios del siglo XXI se habilitó una vereda para el paso peatonal en todo el contorno del recinto.
Si pasea por la calle Independencia, podrá admirar de cerca, los restos ubicados en la vereda de enfrente, a través de los muros.
Su exploración se encuentra en pleno desarrollo, y la presencia de personas ajenas al lugar por el momento no está permitido.
En esta área, se encuentra un pequeño taller de conservación y estudio de los artículos encontrados en el local principal.
Dentro del complejo principal de la Huaca, a un lado de la calle Independencia. hay una placa que rinde homenaje a don Germán Kruger, el principal impulsor de las labores de investigación y puesta en valor de la Huaca Pucllana, fechada 7 de julio del 2001, la placa puede ser vista cuando se realiza el recorrido lateral.