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lunes, 4 de agosto de 2025

Avenida Villaran en Miraflores


Manuel Vicente Villarán (Lima 1873 – Lima 1958) fue un jurista, catedrático universitario y político peruano. ministro de Justicia, Culto e Instrucción (1908-1909), decano del Colegio de Abogados de Lima (1914-1915), senador de la República (1917-1918), rector de la Universidad de San Marcos (1922-1924).


Como jurista aportó valiosos análisis en el ámbito del Derecho Comparado, de la Filosofía del Derecho y del Derecho Constitucional. Fue el iniciador del positivismo en el Perú. Se graduó doctor en Jurisprudencia en (1895).


La trayectoria profesional del mencionado caballero fue motivo para nombrar a esta avenida miraflorina con su nombre.

La av. Villarán se inicia a la altura de la tercera cuadra de la avenida General Ernesto Montagne.

Se intercepta con la calle Guillermo Gastañeta hacia el lado izquierdo, a pocos metros hacia el este con la calle Contraalmirante Pedro Garezon Thomas por el lado derecho.

Varios metros más hacia el este y sólo por el lado izquierdo con la calle José Sabogal, continuando con el pasaje Víctor Maldonado Begazo.

Continúa con la intersección de la amplia avenida José Ramírez Gastón.

A pocos metros a la izquierda con la calle Albino Banda Rivera, mientras que con la calle Los Capulies y las Fresas por ambos lados.

Culmina a la altura de la cuadra 21 de la avenida Tomas Marsano.


Es una de las más amplias avenidas del distrito de Miraflores, en especial por la zona central donde existe una gran cantidad de áreas verdes, entre árboles, arbustos, y flores; siempre muy buen cuidados.


Las circunstancias provocaron que muchos de los predios colocaran cercos de protección, pero el interés por relacionar el predio con el nombre del distrito, provocó que colocaran diversas flores y arbustos que embellezcan el panorama.

Otros predios mantuvieron algunas áreas libres de cercos, adecuándolas sólo para la protección de sus vehículos automotores.


Al igual que otras calles y avenidas de esta zona, desde principios del siglo XXI muchas de sus hermosas residencias han sido demolidas para construir horribles edificios sin alguna belleza arquitectónica, lo cual disminuye el valor patrimonial de las residencias vecinas.

Muchos de los predios que permanecen en el momento de escribir el presente artículo tiene como constante haber sido construidos con techos aligerados, en algunos casos que culminan entre sí, en otros de distintos niveles.

Diversos adornos son visibles en los predios, como ventanas adornadas, tejas en las zonas extremas, lajas en las zonas de ingreso, ladrillos decorativos en las paredes, entre otros.


Hacia el final de la segunda cuadra, existían un par de predios con áreas verdes que adornaban el pasaje Víctor Maldonado Begazo, sin embargo fueron demolidos para construir dos edificios insípidos sin belleza arquitectónica alguna.


Un singular predio con diversos adornos en su fachada e inclusive una pequeña construcción como para el desfogue de una chimenea estaba hacia el final de la tercera cuadra, con áreas verdes en la zona del patio interno, pero como en la mayoría de los predios, sin áreas verdes en la zona de la berma municipal.

Junto al predio anterior se encuentra un majestuoso árbol de pino, el cual, por su estatura debe tener al menos 30 años de vida, esperemos que su vida sea muy larga.


En esta vía se nota la existencia de muchos estacionamientos en el sub nivel, ello significa alrededor de cuatro o cinco gradas hacia abajo, predios acondicionados de esta manera por ubicarse sobre una loma.


A pesar de existir muchos cercos y muros que impiden observar los detalles arquitectónicos de las casas, si se colocan sobre la berma central, podrán apreciar los detalles que procuran un bello panorama en estas casas construidos hacia mediados del siglo XX


El distrito de Miraflores fue creado a finales del siglo XIX, pero fue recién en las primeras décadas del siglo XX en que fueron estableciendo sus calles y avenidas.

Muchas de las primeras calles miraflorinas urbanizadas, ahora pertenecen al distrito de Surquillo, por Ley N°11058 del 15 de julio de 1949, cuyos pobladores solicitaron su separación debido al abandono de las gestiones ediles, al parecer la prioridad era sólo la zona central miraflorina y los territorios cercanos al malecón.

Lo que es importante anotar es que el diseño de los predios en uno y otro caso eran extremadamente opuestos, en cuantas áreas construidas, zonas de áreas verdes, espacios para estacionamiento vehicular, así como acabados y otros detalles propios de la inversión en el momento de la edificación,

Por ello era notoria la existencia de barrios distintos.


Hasta la década de 1940, toda la zona conocida como las actuales urbanizaciones San Antonio, El Rosedal, la Aurora, entre otras, eran áreas de cultivo, o terrenos sin construir.

Pertenecía a las haciendas Armendáriz, La Palma, Tejada.

La adecuación de la ruta del tranvía así como el asfaltado de la avenida Arequipa, motivó que hacia el año 1943 se empezara a promocionar diversos lotes de la futura urbanización San Antonio.


Unos años después se empezó a impulsar la oferta de terrenos para las construcciones de viviendas en el futuro Barrio Médico, zona que ya no pertenecía al distrito de Miraflores, pero que también se planificó con parámetros urbanísticos similares a los de las nuevas urbanizaciones del balneario.

Antiguas fotografías de finales de la década de 1930 muestran la casi inexistencias de predios en gran parte de los terrenos ubicados desde la avenida Paseo de la República hacia el este, sin embargo ya se habían trazados los límites de las calles, avenidas y sectores destinados a los parques.


Hacia principios de la década de 1950, se empezó a poblar de manera muy lenta ese sector miraflorino, con predios construidos sobre áreas mayores a los 200 metros cuadrados, casi todos con áreas verdes tanto en la zona externa como interna.

Era prácticamente una obligación tener un espacio para el estacionamiento de los vehículos automotores, así como plantar al menos dos árboles ya sea en la zona del retiro y/o en el patio trasero del hogar.


Todas esta zona miraflorina fue desde su concepción una zona residencial, con muy pocos negocios instalados en las avenidas, aunque existieron algunas pequeñas tiendas de ventas al menudeo.

Sin embargo desde finales del siglo XX, casi todos los predios empezaron a modificar sus estructuras, convirtiéndose en negocios de distintos rubros, como estudios de abogados, centros médicos (psicológicos, dentales, entre otros), agencias de publicidad, así como empresas de importación y exportación, en medio de las viviendas unifamiliares.


A principios del siglo XXI, la zona dio un giro en cuanto a su población, demoliéndose muchos de los elegantes y muy bien conservados predios, para construir edificios multifamiliares, con reducidas puertas de acceso y varios sótanos para los estacionamientos vehiculares, eliminando la mayoría de áreas verdes, tanto las ubicadas dentro de los mismos predios, como de las bermas municipales.


No es una zona turística, prácticamente no existe razón para que algún ciudadano visite esos senderos, a menos que le agrade admirar la arquitectura de mediados del siglo XX, pero esas residencias están desapareciendo poco a poco.


Muchos nuevos habitantes de la zona, no se dan cuenta que vivir en departamentos sin áreas verdes reduce el valor inmueble, que la cotización de los predios de esa zona miraflorina conocida como La Aurora, era reconocida justo por sus amplias y hermosas áreas verdes.


Las fotografías colocadas en el artículo han tratado de rescatar aquellos predios que aún mantienen la belleza arquitectónica con la que fueron concebidas.


Predios de dos niveles, con balcones, arcos en las ventanas, adoquines en las zonas de ingreso, revestimientos con azulejos y losetas, así como adornos en puertas y ventanas.

Manteniendo las áreas verdes tanto en la zona de la berma municipal, como en la zona del retiro obligatorio del predio.


Los parámetros de construcción de viviendas varían según el año, y al parecer los primeros predios construidos en esta avenida no tenían la obligación de dejar los metros obligatorios de retiro, edificándose al ras de la vereda.


En la década de 1970 construyeron algunos edificios de viviendas multifamiliares, la mayoría de cuatro niveles, con espacios para el estacionamiento vehicular, algunos de los cuales aún forman parte del panorama.


A pesar de los tiempos de inseguridad que vive nuestra patria, también fue posible observar predios sin las rejas de protección en el borde entre la vereda y la casa, lo cual contribuye a que la zona sea más amigable.

Sin embargo algunas de ellas, al colocar rejas sin tapiar como cerco en el perímetro, permiten admirar los aspectos de construcción.


La característica principal de esa zona está en que fueron tiempos en que estaba de moda las construcciones de predios con techos aligerados, a pesar de no ser necesarios en nuestras ciudades, lo cual también contribuye a la belleza arquitectónica de la zona.


La constante en los últimos años en muchas de las casas de dos niveles, es haber acondicionado un tercer piso, algunas con las mismas características del predio original, y otras de forma tal que parecen ser provisionales.


Son varias las vistas incluidas enfocadas hacia la berma municipal zona central, entre las pistas vehiculares, donde se observan árboles, plantas y flores muy bien cuidadas, aunque la costumbre de cambiar las flores por razones de estación tiene más de 20 años en Miraflores, lo cual constituye un alto costo en los pagos de arbitrios en el rubro de parques y jardines, la belleza al estar muy bien conservadas, aminora en algo recordar que esa tasa es bastante alta para los residentes.


Como escribí, la zona no es turística, sin embargo, caminar por sus veredas y admirar las hermosas áreas verdes es un paseo relajador.





martes, 22 de julio de 2025

Colegio San Jose de Cluny en Barranco siglo XX


Estudié mi educación escolar en el colegio San José de Cluny de Barranco, a unos metros de la Iglesia San Francisco de Asis.

Cuando ingresé al colegio, esta institución tenia una larga historia con los vecinos barranquinos.


Las religiosas de San José de Cluny empezaron a frecuentar Barranco a finales del siglo XIX, quizá por ello decidieron fundar una casa de reposo en el año 1904.

La Institución se inicia en una casa alquilada en la plaza “San Francisco”, de propiedad de la familia Matute, con un grupo de algunos niños y niñas de la zona


En el año 1905 se mudan a una casa más amplia, ubicada en la calle San Antonio, perteneciente a la sra. La Barrera.


En tan corto tiempo, entre que iniciaron las clases para niños, el alumnado había aumentado a 120 niñas y 90 niños, siempre manteniendo como un idioma obligatorio en la enseñanza, el Francés.

En 1909 se inició la construcción del nuevo local, inicialmente de un solo nivel.


El 4 de diciembre 1910, cuando la construcción del local aún no estaba completamente concluido, el Arzobispo Monseñor Lisson, bendijo el local en presencia de autoridades civiles y religiosas.

El 8 de junio de 1918 se registra oficialmente la fundación de la Institución como Escuela libre mixta de Primaria (semi internado), y es la fecha en que cada año se celebra un aniversario más de la congregación Cluny de Barranco.


En el año 1932, durante el gobierno del General Luis Sánchez Cerro, se emite un Decreto, que obligaba la revalidación de estudios y títulos de las religiosas extranjeras para el ejercicio de la docencia y, como la mayoría de las Religiosas eran extranjeras, se vieron afectadas, debiendo revalidar sus estudios y títulos para ejercer la docencia.


El 6 de marzo de 1933, con RM. Nº 243, se amplía el servicio para 1º año de Comercial y 1º a 3º de Secundaria.

El 27 de diciembre de 1933, con RM. Nº 3004, se autoriza las secciones mixtas hasta 2º año de Primaria, por ello se contrató a 6 profesoras laicas tituladas, debido al aumento del alumnado.


El 13 de agosto de 1935, con RM. Nº 4356, se autoriza el servicio de 4º y 5º año de secundaria.


En mayo de 1940, ocurre el terremoto de mayor magnitud en la ciudad de Lima; debilitó gran parte de la infraestructura del colegio.



Pero igual se mantuvo un hermoso jardín que ocupaba uno de los patios, lleno de plantas y flores, muy cerca de la gruta con la escultura de la Virgen, lugar favorito para posar ante las fotografías.


La capilla era un espacio amplio con representaciones de los santos a ambos lados, con capacidad para todo el alumnado e inclusive sus familias, comprobado cuando se realizaban las ceremonias de primera comunión, tenía las dimensiones de una iglesia.


En el año 1950, Ana María Javouhey es proclamada Beata por el Papa Pío XII.


El colegio tenía un excelente biblioteca, con variados títulos y bibliografías, en un adecuado ambiente para leer, por lo amplio de las instalaciones y lo elevado de sus techos.


Hasta mediados de la década de 1960 los retiros espirituales se realizaban en el mismo colegio.

 Por el mismo tiempo se fundó el Coro del distrito de Barranco, integrado en su mayoría por alumnas de nuestro colegio.

En una zona al lado de la calle San Antonio, se encuentra el auditorio, donde se realizan actuaciones de teatro, poesía, canto, y sobre todo música, porque siempre alguna alumna interpretaba una pieza para piano durante nuestras clases de Música.


El 16 de octubre de 1966, falleció la reverenda Madre Margarita de Saint Maice, por ello se suspendieron las clases el día 17, fecha en que ocurrió el terremoto que perjudicó muchos salones así como la infraestructura del edificio.


Hasta el año 1968 funcionó el horario escolar de 8:00 a 12 m. y de 1:30 a 5:00 pm. 

Luego se implantó el horario corrido, entre las 8 am. Hasta las 2:45 pm.


Entre los años 1968 y 1975, Sor Kathleen Connor, Superiora, se construyen los dos pabellones cada uno de tres pisos en las zonas de la calle Cajamarca y San Marcos, del colegio, modificando la puerta de ingreso que era por la calle San Marcos a la calle Cajamarca Nº 201.

En el año 1970, ocurre otro terremoto, el cual motiva la reconstrucción de la antigua fachada (calle San Antonio), hoy Auditorio del Colegio.


En el año 2003 el colegio volvió a ser mixto.


En esta fotografía, obtenida de la publicación "Consejos Barranquinos", escrita por Manuel Beingolea, en el año 1921, nos muestra la misma gruta, en un ambiente distinto.





Fotografías Derechos Reservados.



martes, 15 de julio de 2025

Malecon Leguia en Lima


En nuestra patria, es costumbre nombrar varios espacios con un mismo nombre, ello podría ocasionar algunas confusiones, pero al parecer el peruano está acostumbrado a preguntar por el lugar para poder encontrarlo.


En este caso es el Malecón Leguía, que estaba ubicado en lo que hoy es el Malecón Costa en el distrito de Chorrillos, similar al existente en otro malecón.

Aunque el de Chorrillos se encuentra en el acantilado, con vista al Océano Pacífico, mientras que el instalado en el distrito del Rímac se encontraba sobre la ribera del río Rímac.


Existen registros fotográficos que a inicios de la década de 1910 ya existía un malecón en las laderas de los acantilados del distrito de Chorrillos, el cual, al parecer para ese tiempo aun no tenía nombre.

 

Un dato curioso es el publicado en el Diario la Crónica del 31 de marzo de 1928, evocando el busto en un monumento colocado en dicho malecón en homenaje al presidente Leguía, quien estaba vivo a esa fecha.

Posiblemente, el nombre fue asignado de manera paralela del parque habilitado en la ribera del distrito del Rímac.



El Malecón Leguía del distrito del Rímac se encontraba ubicado a la altura de la actual calle Camaná hasta el Puente de Piedra, aunque el proyecto deseaba extenderlo hasta la altura de la actual avenida Abancay.


Construido por la Municipalidad del Rímac, sobre la antigua alameda del Tajamar, alameda con frondosos árboles, por las fotografías parecían ser sauces y ficus, así como bancas como áreas de descanso para los visitantes.



Es notorio relatar que todos esos árboles desaparecieron cuando decidieron construir el malecón, las fotografías demuestran la tala de alrededor 20 árboles, que por el tamaño de los troncos, parecieran haber tenido más de 30 años de antigüedad.

Quizá esos fueron los comienzos de la desaparición de los árboles de nuestra ciudad de Lima, reemplazados por palmeras, varios arbustos y mucho cemento.



El lugar fue inaugurado el uno de marzo de 1925, pero quizá con otro nombre, debido a que fue el mismo Presidente de la Republica señor Augusto Leguía quien asistió a la inauguración junto con el Alcalde de la ciudad de Lima.



Por esos años, el río Rímac era fructífero en especies marinas, los vecinos de la zona comentan que era posible obtener camarones hasta finales de la década de 1940, así como otras especies, muchas de las cuales eran vendidas a los locales de comida de los alrededores.

También era un espacio para que las personas disfruten de la naturaleza, vecinos del lugar acostumbraban bañarse, en especial en la zona opuesta de donde estaba el Malecón Leguía.


Hasta la década de 1950 este malecón era un hermoso y romántico lugar, adornada con una singular pileta, bancas de piedra, así como farolas ubicadas de forma esquinada alrededor de los jardines.


Para acceder al malecón era preciso descender un par de sectores de amplias escaleras desde el puente de piedra.

La vista principal del malecón incluía los campanarios de la catedral, de las diversas iglesias de los alrededores así como de antiguas residencias ubicadas en las laderas del otro lado del río.



Es interesante observar al imponente Cerro San Cristóbal, casi vació de ciudadanos por aquel tiempo.


Desde hace unas décadas, autoridades ediles y gubernamentales decidieron volver a poner en valor al rio Rímac, tratando de mejorar y embellecer la zona, sin éxito.



El motivo era recuperar las zonas históricas de la ciudad, considerando factores paisajísticos, culturales y ambientales, presentando proyectos, que nunca prosperaron, teniendo como principal objetivo incrementar las áreas verdes.

 Siendo un pésimo ejemplo la desaparición de los árboles de este malecón.


Lo lamentable es que consideran como ejemplo las características del antiguo Malecón Leguía, el cual carecía de árboles y con un limitado espacio de áreas verdes.





Fotografías Derechos Reservados

Algunas fotografías han sido retocadas.