Fátima Rodríguez Serra: noviembre 2011

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Poema "Derechos"

"Derechos"

En la vida, así como tenemos que cumplir nuestras obligaciones también podemos hacer uso de nuestros derechos, muchas veces nunca escritos, sin embargo en las relaciones humanas, a veces sólo una de las partes cree tener derechos y no obligaciones, y cuando la parte perjudicada reclama, el que no cumple sus compromisos aparenta estar ofendido.

Al escribir un poema, a veces incorporo temas personales, o de relacionados, y esa fue mi inspiración en "Derechos".

Hace unos años, un ser cruzó por mi camino de una manera inesperada, actuando con un disimulado acoso romántico, fue tan insistente que luego de dos años logró cautivar a mi corazón, inspirándome hermosos poemas de amor que fueron compartidos y aceptados por él.

Pero transcurrido el tiempo, cuando dejé de enviar mis versos, el ser empezó a difundir que fue mi estro, pero justificando que nada pasó, dando a entender que yo me perturbé y empecé a escribir líneas inspiradas en el amor hacia él, un perfecto desconocido.

Por esa razón, creí conveniente volver a escribirle otro poema, pero está vez para requerirle que mantenga los labios cerrados, que si alguna vez se propuso que lo ame, con su mezquino proceder logró que le escribiera líneas donde dejo claro que se acabaron sus "Derechos".

Sin embargo, de poco sirvió porque nunca se dio por aludido.

Poema incluido en mi Poemario "Fotografías de Barranco", 2010.

Los invito a escucharlo.

Derechos

Fátima Rodríguez Serra

295

martes, 22 de noviembre de 2011

Calle Centenario XX en Barranco

Siendo uno de los distritos con menor tamaño de la ciudad de Lima, el distrito de Barranco fue urbanizándose paulatinamente.

Prácticamente se dividieron en sectores agrícolas, los cuales tuvieron cultivos hasta finales del siglo XIX.

Vista de la calle Centenario desde la avenida Grau.

El sector que comprende la actual avenida Piérola hacia el norte se mantuvo deshabitado hasta principios del siglo XX en que empezó a demarcarse.

Existen registros que hacia el año 1915 la acequia de regadío habilitada en dicha avenida, que provenía desde la zona de Surco y regaba la zona alrededor de la Plaza Butters, fue canalizada hacia el sector de la calle Centenario, cruzando la avenida Grau para que llegue hasta los acantilados.

Hasta mediados del siglo XVIII, Barranco estaba dividido en fundos, llamados Pacayares.

La calle Centenario formaba parte del Pacayar de Premio Real, habitada por nativos barranquinos, pero deshabitada hacia finales del siglo XIX.

Este sendero se inicia a la altura de la cuadra décima de la avenida Grau, como prolongación de las avenidas Nicolás de Piérola, Balta, Jorge Chávez y Franklin Roosevelt, estas últimas en el distrito de Surco, todas con varios grados de inclinación.

Desde su habilitación fue una vía empedrada, sin embargo por ser también la ruta de una acequia constantemente estaba en mal estado.

Por ese motivo se construyó un acequia a ambos lados de la calle para evitar el deterioro de los activos, lo cual contribuyó a que sea una calle con muchas áreas verdes.

Hasta finales de la década de 1930 toda la zona de la actual tercera cuadra formaba parte del Malecón Harris, aún no asfaltada.

Esta calle tiene solo tres cuadras, las cuales, hasta hace unos años, fueron zonas exclusivamente residenciales.

Uno de los primeros predios fue de quien fuera alcalde de Barranco, don Manuel Montero Bernales.

Durante mucho tiempo fue la única vivienda en esa cuadra de la calle Centenario.

A excepción de ese predio, todas las otras casas construidas en el siglo XX ya fueron demolidas.

Algunos predios debieron formar parte del patrimonio del balneario.

Situación distinta a los predios del lado par, los cuales se mantienen a la fecha.

Las tres cuadras de esta calle mantuvieron zonas para las bermas, en las cuales zonas de áreas verdes en el retiro y en el interior.

En la década de 1920, en la segunda cuadra del lado impar, se construyó una hermosa residencia, en esquina con la calle Tacna, la cual se conserva a la fecha.

Dicho predio tenía habilitado un túnel que llegaba hasta el acantilado, hoy el actual parque Diez Canseco, y quizá poder descender hasta la orilla del mar.

En el año 1921, en el lado impar, se construyó la Capilla del Perpetuo Socorro,

años después el templo fue modificado

y hoy forma parte de los activos del colegio Santa Rosa.

También a principios de la década de 1920 en la tercera cuadra del lado par se construyeron varias residencias con el diseño típico de la época.

Una de las más hermosas es la que se encuentra en la esquina con la calle Tacna, la cual lamentablemente no forma parte del patrimonio monumental del distrito de Barranco.

Estos predios fueron edificados por la Oficina Técnica de Construcciones.

En el año 1940 se construyó el malecón que uniría la Quebrada de Armendariz con la calle Centenario, con la adecuación de toda la quebrada de Armendariz de lo que pronto sería el parque Diez Canseco.

Estoy investigando sobre la ruta del túnel subterráneo construido en esta residencia, que llegaba hasta el océano.

210

viernes, 4 de noviembre de 2011

Señalización y Seguridad de las ciclovias

Ciclovía en el Puente Villena, 6.05 am.

Mientras algunos grupos interesados en promover el uso de la bicicleta reúnen mediante distintos medios a los usuarios, sólo para fines recreativos, existen rutas identificadas como ciclovías en el distrito de Miraflores que necesitan algunos retoques.

Ciclovía de la Av. Pardo: identificar mediante líneas, parantes, señalización, etc. por cual ruta deben transitar los ciclistas y por cual los peatones.

Ciclovía del malecón: el año pasado matizaron toda la ruta con una pintura inadecuada para el ciclista, ya que por efecto de la garúa o neblina se convierte en jabón y uno termina deslizándose con el peligro de caerse, además, eliminaron la señalización sobre la vereda del perfil de una bicicleta que identificaba la ruta, y sólo quedó esa pintura verde, que ya está decolorada, invadida por los corredores que por ahí transitan, quienes probablemente ignoran el detalle semi verde.

Ciclovías del Parque Isaac Rabin: señalizar la ruta del ciclista y del peatón, en especial, porque ambas rampas de acceso son utilizadas por los skaters, además que en la zona circulan muchos niños.

Ciclovía junto al estadio Bonilla: existe una curva ciega en la zona de la curva de retorno de la ciclovía del malecón, en esta zona circulan vehículos municipales y particulares, y debido a que no existe alguna información sobre que también es zona de ciclistas, muchas veces han ocurrido leves accidentes o sustos, es urgente una señalización.

Ciclovía de la Av. Arequipa: sincronizar los semáforos por lo menos para cinco cuadras, para dar algún respiro al ciclista y que no deba detenerse en cada cuadra, aquellos ciclistas que la utilizan como medio de transporte, saben que detenerse ante cada alto y volver a empezar, debilita, considerando también que se encuentran expuestos al cruce de los vehículos, que simplemente giran y continúa la marcha o se detienen sobre el paso del ciclista, ignorándolo.

Ciclovía de la Av. Angamos, entre la Arequipa e Inclán: eliminar las marcas en la vereda, debido a que dicha ciclovía realmente es inútil para los ciclistas, con la justas son dos cuadras en la que siempre se observan autos estacionados e inclusive uno debe rodear un árbol.

Seguridad en las ciclovías

Hace unos meses un ciclista que se dirigía a una convocatoria para pasear en grupo, se accidentó mientras circulaba de noche por cuadra 46 de la Av. Arequipa en Miraflores, debido a que no vio uno de los parantes que yacía en medio de la vía, el cual antes sujetaba un aviso político, el resultado fue desastroso para el ciclista.

Y este no es el único accidente, amigos ciclistas reportan a diario problemas de todo tipo, en todas las intersecciones donde existe ciclovías, los deportistas deben parar debido a que siempre hay un vehículo automotor que cree tener la preferencia, la poca señalización de las rutas, las grietas propias del desgaste, y el peatón que ignora que esa ruta es exclusivamente para el ciclista.

Igual sucede en la ciclovía del malecón miraflorino, los vehículos que se estacionan a la derecha ni cuenta se dan que existe una ciclovía, descienden de él y mantienen las puertas abiertas sin conductor dentro, y el serenazgo transita sin notarlo.